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Los exámenes censales producen menos paro y sueldos más altos

Según un estudio de la Universidad de Múnich, los alumnos alemanes que se han graduado a través de evaluaciones centrales tienen salarios un 6,4% más altos y un 2,4% menos de probabilidad de desempleo. 

Adrián ArcosMartes, 17 de septiembre de 2013
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¿Qué se entiende por exámenes centralizados de final de etapa? Estas evaluaciones afectan a la práctica totalidad de los estudiantes de Secundaria y proporcionan una señal del logro alcanzado que tiene consecuencias reales para cada uno de ellos. Suponen también alcanzar un estándar, independientemente de lo que hagan el resto de compañeros de la clase o del colegio y ofrecen información sobre el nivel alcanzado por los alumnos en distintos campos, no sólo una nota. Son también muchos los estudios internacionales que hablan de que los exámenes centralizados al final de etapa envían una señal al mercado laboral anunciando la disponibilidad del estudiante.

Sin embargo, la evidencia empírica sobre su influencia en el mercado laboral presenta dos problemas. Cuanto más próxima está la entrada del alumno al mercado laboral, se supone que mayor será el efecto. Si bien, los mejores estudiantes continúan con sus estudios. Y por otro lado, en el mundo real, los salarios, sobre todo al empezar la carrera laboral, están caracterizados por una cierta estructura fija, lo que les hace unos instrumentos poco flexibles para reflejar la productividad del trabajador.

Los investigadores Marc Piopiunik, Guido Schwerdt y Ludger Woessmann, del Ifo Institute –Instituto Leibniz para la Investigación Económica de la Universidad de Múnich– han investigado la relación entre las calificaciones de final de etapa y los resultados en el mercado de trabajo alemán, en concreto, ganancias salariales y probabilidad de desempleo. En Alemania, los niños entran al sistema educativo con seis años. Después de completar cuatro años en Primaria se les ofrece distintos itinerarios para Secundaria: Hauptschule, Realschule y Gymnasium. Al terminar el Gymnasium, se obtiene un certificado llamado Abitur, que permite la entrada directa a la Educación Terciaria. La responsabilidad del sistema educativo es competencia de cada Estado federal, que tiene su propio examen de final de etapa.

En el trabajo de Piopiunik, Schwerdt y Woessmann, los datos provienen de dos fuentes. Por un lado, el German Socio-economic Panel, que empieza en 1984 y pregunta al cabeza de familia del hogar y a todos los miembros mayores de 17 años. Contiene elementos de la formación de los encuestados y sus padres, empleo, salario y otras características personales. Y, por otro, el Graduate Panel of the Higher Education Information System, que desde 1989 selecciona cohortes de graduados universitarios. En el estudio se ha seleccionado la cohorte que se graduó en 1997. Se les volvió a preguntar en 1998 y 2003.

Salarios 6,4% más altos
Los resultados en cuanto a los exámenes finales y los salarios revelan que es significativo tener un título universitario. Los graduados de los exámenes centrales tienen salarios un 6,4% más altos de media comparados con los que hicieron exámenes locales. La influencia del certificado final sólo es relevante en el caso de los que optan a la Educación Secundaria de menor nivel.

Además, los que superaron los exámenes centrales tienen un 2,4% menos de probabilidad de estar desempleados que los que sólo tienen el certificado local. También se encuentran diferencias importantes según el tipo de enseñanza Secundaria elegida.

Por tanto, las encuestas realizadas en Alemania confirman la relación entre exámenes de final de etapa y mercado laboral.

No publicar los resultados conlleva una reducción del rendimiento en el centro
Entre 1992 y 2001 los centros de Secundaria de Inglaterra y Gales publicaron los resultados académicos de sus alumnos. Así, los padres podían elegir el centro de sus hijos teniendo en cuenta la excelencia del mismo. En julio de 2001 Gales prohibió la publicación de estos resultados. Según un estudio de Simon Burgess, Deborah Wilson y Jack Worth, de la Universidad de Bristol, “la supresión del sistema de rendición pública de cuentas condujo a una reducción en los resultados de los centros en Gales”. El efecto fue equivalente a haber incrementado en ocho el número de alumnos de un aula con 30 alumnos. Este efecto se concentró en los centros más desfavorecidos socialmente. El cambio de política no tuvo un efecto relevante sobre la segregación de estudiantes por centros en base a su capacidad socioeconómica.

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