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Los titulados en FP y Bachillerato de otros países superan a los universitarios españoles

El PISA de adultos (Piaac) sitúa a España en los últimos puestos de la OCDE tanto en Competencia Lectora como en Matemáticas con una alta proporción de adultos en los niveles más bajos de rendimiento y una proporción baja en los niveles más altos.
Adrián ArcosJueves, 10 de octubre de 2013
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Si en PISA nuestro país no era capaz de alcanzar la media de la OCDE en las competencias analizadas, en el nuevo informe publicado por la OCDE directamente pasa a ocupar las últimas posiciones de la tabla. Se trata del Piaac, el Programa Internacional para la Evaluación de la Competencia de los Adultos, conocido también como PISA para adultos, que evalúa el rendimiento en Comprensión Lectora y en Matemáticas entre la población de 16 a 65 años. Los adultos españoles obtienen 252 puntos en Comprensión Lectora, 21 puntos por debajo del promedio de la OCDE y 19 por debajo de la UE, lo que sitúa a nuestro país en penúltima posición, solo superados por Italia. Peores aun son los resultados en Matemáticas, en los que España obtiene 246 puntos, 23 por debajo de la media de la OCDE y a 22 puntos de diferencia de la UE, lo que nos coloca en último lugar de los 23 países analizados.

Si tenemos en cuenta a la población en su conjunto, un adulto en España puede realizar con soltura tareas de nivel 2 o por debajo, lo que implica que un lector tenga problemas para entender textos densos como los prospectos de medicamentos u obras como El Quijote, y también le cueste manejar textos digitales como las versiones web de los periódicos. En cuanto a Matemáticas, en este nivel se presentan problemas para extraer información de situaciones reales, como comparar paquetes de ofertas turísticas, y surgen limitaciones para resolver problemas de varios pasos, como gestionar presupuestos o la cuenta de la compra con ofertas variadas, y también para interpretar estadísticas sencillas, como analizar gráficas o entender el recibo de la luz.

De hecho, en niveles de rendimiento, España presenta una proporción alta de adultos en los niveles más bajos y una proporción baja en los niveles más altos. En comprensión lectora, la proporción de adultos que está en nivel 1 o por debajo es del 27%, mientras que en la OCDE es del 15% y en la UE del 16%. Y, sin embargo, nuestra proporción de adultos que está en los niveles superiores de 4 y 5, es del 5% cuando en la OCDE es del 12% y en la UE del 11%. En Matemáticas la situación es similar y la proporción de adultos que está en nivel 1 o por debajo es del 31%, mientras que tanto en la OCDE como en la UE es del 19%. Y la proporción de adultos que está en los niveles superiores es sólo del 4% mientras que en la OCDE y en la UE es del 13% y el 12% respectivamente.

El nivel de estudios
También son muy significativos los resultados por nivel de estudios. En el gráfico que está justo a la derecha observamos una distribución de todos los países dependiendo de que los adultos que han realizado la prueba de Matemáticas tengan un nivel de estudios bajo (que no ha alcanzado la Secundaria postobligatoria), medio (que ha alcanzado Bachillerato o FP de Grado Medio) y alto (que ha llegado hasta la Educación Terciaria). De esta forma, vemos que el resultado de aquellos países cuyos adultos obtienen mejores rendimientos en Bachillerato o FP de Grado Medio es equivalente al de los adultos españoles que han alcanzado los estudios terciarios (universidad o FP de Grado Superior). Es decir, que el nivel de competencias que otorga la Educación Terciaria en España equivale al nivel de competencias del Bachillerato o FP de Grado Medio en aquellos países cuyos adultos obtienen mejor rendimiento.

En Comprensión Lectora, por ejemplo, los adultos españoles que tienen Educación Terciaria obtienen 282 puntos, mientras que le superan los adultos de Japón (289), Países Bajos (287) o Australia (282) que han realizado estudios de Bachillerato o FP de Grado Medio. Y en Matemáticas, los adultos que han alcanzado los estudios universitarios en España obtienen 278 puntos, cifra que es igual o inferior a la de los adultos que han realizado FP o Bachillerato en Países Bajos (284), Japón (282), Suecia (280), Austria (278), Eslovaquia (278) o Dinamarca (278).

Por otra parte, el Piaac también analiza la tasa de escolarización a edades muy tempranas, que en España ha crecido mucho en estos 40 años y nos sitúa en una posición de ventaja respecto a otros países. La escolarización a los 2 años ha aumentado desde el 8,9% hasta prácticamente el 30% que tenemos en la actualidad, y la tasa neta de escolarización a los 3 años se encuentra entre las más altas de Europa, cercanas al 100%, solo superado por Bélgica y Francia
En cuanto al porcentaje de población de 30 a 34 años que ha completado estudios terciarios, España también ha superado ya el objetivo estratégico de la UE para 2020 que es llegar al 40% de titulados superiores. El promedio de la UE es un 35,8% y el de la OCDE un 39,1%. El porcentaje de mujeres tituladas es más elevado en todos los países, excepto en Luxemburgo.

Con respecto al origen sociodemográfico, en nuestro país existe un efecto del nivel socioeconómico de la familia muy similar al de países de la OCDE y de la UE, pero siempre con puntuaciones inferiores. El efecto del género, en las cohortes de mayor edad los hombres obtienen resultados ligeramente mejores que las mujeres, diferencia que no se aprecia en los jóvenes. Esto se debe a que en los años 60 y 70 había una proporción mayor de hombres escolarizados que de mujeres.

La evaluación que realiza el Piaac del rendimiento a lo largo de estas cohortes de edad hace que podamos conocer la evolución en la adquisición de competencias a lo largo de los últimos 40 años, concretamente de los españoles nacidos entre 1947 y 1996. España empieza en un punto de partida inferior al del resto de los países, pero tiene una mejora importante que es comparable a la mejora que también experimentan países que tenían un punto de partida mejor, como Corea, Finlandia o Países Bajos, pero siempre teniendo en cuenta que los resultados en España van a ser inferiores por ese peor punto de partida.

Esa gran mejora se produce entre las primeras generaciones, entre los adultos de 55 y 65, por un lado, y 45 y 54 por otro. En las generaciones posteriores también hay un avance, pero menos sustancial, concretamente en las cohortes correspondientes a los 45-54 años y las de 35-44. A partir de ahí se produce muy poca mejora, mientras que otros países que también han realizado avances importantes entre esas cohortes de edad, siguen mejorando hasta la población adulta más joven de 16 años. Estos datos los observamos con claridad en la segunda gráfica de esta página, donde se compara España con la media de la OCDE, y vemos que se produce un salto muy importante entre los adultos de 65 y 55 años y los de 54 a 45 (22 puntos de mejora). También se produce un avance importante, pero menor, entre los adultos de 45 a 54 y los de 35 a 44 (11 puntos de mejora), y un estancamiento a partir de entonces. Es decir que el avance en la adquisición de competencias tanto matemáticas como lectoras se produce en las generaciones más antiguas, que son la primeras cohortes de edad que han entrado en este estudio.

El efecto de la Logse
El Ministerio ha relacionado estos resultados con los cambios que se han producido en el sistema educativo de nuestro país, de forma que en la población que estudió entre los años 60 y 70 y entre los 70 y 80, se produce una gran mejora que se debe, en gran medida, a que una proporción mucho mayor de la población pudo acceder a la escolarización. Luego continúa la mejora en las generaciones que estudian entre los 70 y 80 y entre los 80 y 90, aunque ese avance es menor y, según el Ministerio, “se debe a que continúa la proporción de la población que accede a la escolarización y también a que se produce un cambio en la ley que extiende la escolarización obligatoria hasta los 14 años”. Y a partir de los 90 se observa un estancamiento y no se produce ninguna mejora estadísticamente significativa ni en Comprensión Lectora ni en Matemáticas, que coincide con la entrada en vigor de la Logse.

Por último, los resultados de la inmigración en relación con la población nativa, tanto en Comprensión Lectora como en Matemáticas, reflejan una puntuación media obtenida por los nativos significativamente superior a la obtenida por los inmigrantes. España (23 en Compresión Lectora y 21 en Matemáticas) presenta diferencias inferiores a las del promedio de los países de la OCDE y de la UE, a pesar de contar con una población inmigrante mayor. Esto se debe a que gran parte de la población inmigrante comparte la lengua. Los inmigrantes cuya lengua materna es la misma que la del país de residencia obtienen 27 puntos más que los demás inmigrantes.

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