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Acogimiento y adopción: todos los niños tienen derecho a vivir en familia

El Ministerio de Sanidad acogió la celebración del I Congreso El Interés Superior del Niño. Acogimiento y Adopción.
Estrella MartínezMartes, 26 de noviembre de 2013
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Según datos del INE, expuestos durante las jornadas, en 2011 se abrieron 41.236 expedientes de protección a menores, 14.059 niños fueron ingresados en centros de acogida y 21.446 acogidos en familias, la mayoría de ellos en casa de familiares de sus padres y en menor cantidad en familias con las que no tenían ningún vínculo. Por otro lado, durante el año 2011 se registraron 3.262 nuevas solicitudes de adopción nacional, que se unen a las 10.026 que estaban pendientes de años anteriores, mientras que se produjeron 3.262 nuevas solicitudes de adopción internacional, que se unen a las 1.541 pendientes.

La Asociación de Acogedores de Menores de la Comunidad de Madrid (Adamcam) dejó claro que “siempre se intenta que el menor tutelado se integre lo antes posible en otro núcleo familiar, especialmente si tiene menos de 6 años, pero la realidad es que miles de niños pasan gran parte de su infancia en residencias”.

El anteproyecto de ley aprobado el 8 de julio de 2011, que no puede ser aplicado porque no se han iniciado los trámites parlamentarios, apuesta por el acogimiento familiar frente al residencial. Durante el congreso los participantes defendieron que todos los niños que están en centros de acogida podrían vivir en una familia, lo que mejoraría sus capacidades y expectativas. Las jornadas se desarrollaron teniendo como máxima que se deben respetar los derechos de los menores por encima de los de los adultos. Todos los niños tienen derecho a vivir en familia, algo que choca con la tónica habitual de pensar que hay que buscar niños para familias, pero no es así, lo que hay que buscar son familias para niños porque las familias tienen que abrazar a los niños con todas sus circustancias, teniendo claro que ese niño no viene a cubrir anelos de paternindad.

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, fue la encargada de clausurar este congreso el 20 de noviembre, Día Universal del Niño, contexto y efeméride que aprovechó para afirmar que “los derechos de los niños son una prioridad del Gobierno”. La ministra Mato reconoció que es elevado el número de niños que hay en España viviendo en residencias, mientras que los procesos de acogimiento y adopción son lentos, por lo que “hay necesidad de hacer una reforma urgente del marco jurídico de protección de la infancia, y en el Gobierno estamos trabajando en ello”. La ministra apeló a la voluntad de cooperación de todos los presentes en el congreso y afirmó estar “convencida de que vamos por buen camino” para hacer esa “doble reforma” que posibilite “flexibilizar el acogimiento familiar y los procesos de adopción con el fin de garantizar el interés de los más pequeños y la búsqueda de la mejor familia para cada niño”.

Testimonios
Al congreso acudieron profesionales de distintas áreas para reflexionar sobre estos temas, aunque los testimonios que más iluminaron la adopción y la acogida fueron los que compartieron los protagonistas de esta realidad. Cuatro jóvenes de distintas edades y procedencias compartieron con los asistentes su experiencia como acogidos, adoptados y como parte de familias de acogida y adoptantes.

Estos jóvenes pusieron voz a los que fueron calificados en el congreso como “niños invisibles”. Blanca Bermejo estuvo en un centro de acogida cuando tenía 6 años, para ella supuso un antes y un después descubrir que los que cuidaban de “mí lo hacían por dinero, yo era su trabajo”. Fue algo que “me dejó, y todavía sigo, un poco chafada”. Blanca fue acogida y posteriormente adoptada. “El acogimiento me dio confianza. Me costaba hablar porque no confiaba en nadie, ni siquiera en mí misma”. Dada su experiencia su mensaje no podía ser otro: “Os animo a acoger porque podéis cambiar la vida de otras personas”. Sin embargo, con la acogida, no sólo cambia la vida del niño al que se acoge, sino también la de toda la familia que lo hace posible. Mª Teresa García Ferrol es estudiante universitaria e hija biológica de una familia que acoge a niños. En su opinión, “hay cosas que son muy duras cuando acoges y eres acogido, pero tengo claro que todo el mundo que acoge está más contento”. Ella al principio estaba preocupada con este tema de la acogida, pero su madre le dijo: “No te preocupes, que siempre vamos a ir a mejor”, y así ha sido, “he pasado de vivir cómodamente a vivir disfrutando”.

Raquel Arcega, acogida cuando era una adolescente, afirmó que “el esfuerzo que hacen los profesionales no cae en saco roto, por eso tenéis que creer en la Educación de un menor. Los cambios, por difíciles que parezcan, se pueden conseguir”.

Y todo ello porque “la altura de un país se mide por cómo trata a la infancia desprotegida”, que fue otra de las conclusiones extraídas de este congreso que tuvo como marco de acción a la figura del niño.

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