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“La Lomce convierte al profesorado en un grupo de empleados bajo sospecha”

El diputado de UPyD denuncia que la nueva ley coarta la participación de los docentes en los centros educativos y en la toma de decisiones, y no refuerza su autoridad académica. Además, defiende que el Claustro siga eligiendo a los equipos directivos en los centros.

Adrián ArcosMartes, 21 de enero de 2014
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“Una Educación laica, obsesionada por la calidad y que utilice recursos públicos para su mejora”. Estas son las ideas básicas que defiende Carlos Martínez Gorriarán, portavoz de Educación de UPyD en el Congreso. En su opinión, “los partidos políticos son los que hacen difíciles los consensos”, pero recuerda que “en la sociedad sí que hay grandes consensos en Educación, y habría que trasladarlos a las instituciones”.

¿Por qué no ha firmado UPyD el compromiso para derogar la Lomce con otros partidos políticos?
No hemos suscrito ningún acuerdo porque es una ley muy mala, y cuando esté en nuestra mano la cambiaremos, pero derogarla para volver automáticamente a la LOE nos parece una mala idea, porque también la LOE necesita cambios. Una ley que dure por lo menos 25 años hay que hacerla con ambición, y la cuestión no está en quién la presenta, sino en ponerse de acuerdo en los problemas educativos que hay que arreglar.

¿Cree que el PP no ha buscado el consenso?
Sí que lo ha buscado, lo que pasa es que parte de unas posiciones que eran muy complicadas. Y de hecho ha llegado a muchos acuerdos con los nacionalistas, algo que se olvida constantemente. Una de las cosas más absurdas de la Lomce es que empeora la dispersión de la Educación. Por ejemplo, ahora los directores de los centros públicos van a ser nombrados prácticamente por la comunidad autónoma. Eso significa dar más poder a las administraciones educativas autonómicas. Así que sí que ha llegado a muchos acuerdos con los nacionalistas. Lo que pasa es que el PP lo ha hecho muy mal, con una gestión chapucera y por eso es una ley que tiene muy poca vida por delante.

¿Por qué es una ley mala?
Necesitamos una ley que solucione los problemas de la Educación, y para eso no sirve la Lomce ni su predecesora. Se olvida muy a menudo que la Lomce en su 75% es la LOE, no hay tantas diferencias entre ellas, pero sí que se han exagerado muchísimo por parte del PP para vender una gran reforma educativa, que no es así, y por parte del PSOE para decir que esta es una ley que rompe con las reglas de juego, y tampoco es así. Modifica algunas cosas sobre la FP y el funcionamiento de los centros, introduce las reválidas y, eso sí, luego organiza un gran caos con las asignaturas. El resto sigue prácticamente igual.

¿Cuáles son los problemas educativos que debe solucionar una ley?
Los primeros relacionados con el fracaso escolar y el abandono temprano. Es cierto que el abandono se ha frenado con la crisis, pero el fracaso en España es de los más altos de Europa. Asimismo, tenemos una Educación demasiado mediocre respecto a los resultados, es decir, se ha entendido más la igualdad educativa como igualdad de resultados, lo cual ha venido mal para promocionar el talento y tampoco ha servido para mejorar los resultados de los grupos más retrasados, porque al final se buscan medidas excéntricas. Además, hay que sumar otros problemas como la autonomía de los centros, la autoridad del profesorado y su participación. De hecho, el profesorado es uno de los grandes perjudicados de la Lomce.

¿Cómo perjudica la Lomce al profesorado?
Al final el profesorado se ha convertido en un grupo de empleados públicos bajo sospecha. Ya no participan en la dirección del centro, tienen muy poco que decir respecto al funcionamiento normal de la vida escolar y, en ese sentido, ha habido un retroceso. Esto es muy grave porque uno de los problemas de la Educación en España es que no se acaba de entender que la columna vertebral son los docentes.

Hay que tener en cuenta que se ha empezado a negociar el Estatuto docente…
Pero el Estatuto sirve para regular la función pública y la promoción dentro de la profesión. No tiene nada que ver con la participación en Educación, con tomas de decisión, con la autoridad académica… Una persona que se dedica a la docencia profesionalmente debe disponer de autonomía para tomar decisiones en su clase, y los equipos de dirección de los centros tienen que ser elegidos por el Claustro. Esto es algo tan elemental que parece mentira que se entienda como un obstáculo para la autonomía de los centros.

¿Qué le parecen las evaluaciones? ¿Van a mejorar los resultados de los alumnos?
Si se hacen bien sí, porque hace falta evaluar para que un sistema funcione. Pero las evaluaciones, para que sirvan, no hay que hacerlas tanto para evaluar al alumno, sino también al centro y al sistema, ya que tienen que estar pensadas para detectar insuficiencias y fallos, y no solo para que promocione el escolar.

¿Y el adelanto de los itinerarios? ¿Cree que es una medida segregadora?
Nosotros incluso lo hubiéramos adelantado un año más. Nos parecería buena idea que se pudiera elegir ya a los 14 años. Y no es segregador si hay suficientes intercomunicaciones desde la FP a la Secundaria y al Bachillerato. Se trata de que la ley garantice que las decisiones son reversibles, que el alumno no esté condenado a seguir realizando aquello que ha elegido en un principio. Es curioso, porque los que critican la segregación están interiorizando que la FP es de segunda categoría.

¿No cree que los peores alumnos van a ser encaminados finalmente a la FP?
No tiene por qué ser así. La FP es una Educación orientada hacia determinado ámbito profesional al que no está orientado el Bachillerato. No hay segregación en países con un buen sistema de FP. Hay segregación donde la FP está descuidada, como en España.

¿Es la FP Básica un callejón sin salida?
Si permite pasar a Secundaria no es un callejón sin salida, ya que hay vasos comunicantes como he dicho antes.

¿Y el hecho de que no lleve a título?
Nosotros estamos en contra de que la FP no otorgue la misma titulación que la Secundaria, ya que eso significa aceptar que se da una formación de segunda categoría. El alumno de FP debe tener el mismo título al final del ciclo que alguien que haya hecho Secundaria y Bachillerato y, si quiere, debería poder acceder a la Educación universitaria.

 

CATALÁN Y RELIGIÓN

“Una aberración”
“Esta ley deja como estaba la política de inmersión lingüística catalana, que nos parece una aberración. Cataluña es la negación del derecho a ser educado en tu lengua materna. Es lo que criticábamos del franquismo. Y, además, cuando está más que comprobado que, sobre todo en Primaria, la inmersión es una faena que se les hace a los escolares porque están en inferioridad de condiciones. Cuando en esta etapa no se da la Educación en lengua materna, es un impedimento para conseguir un rendimiento mayor. La Lomce no ha sabido garantizar la libertad de elección lingüística”.

“El aspecto más sectario”
“La Educación pública tiene que ser laica. Esto es un principio democrático irrenunciable. La religión pertenece a la esfera privada de los individuos. Estamos en contra de que esté en horario escolar y más aún de que sea un conocimiento evaluable, como ha hecho la Lomce. No hay conocimientos religiosos, hay creencias religiosas, y por eso no se puede evaluar como las Matemáticas. Es el aspecto más sectario de la ley, junto a todas las facilidades que se dan a los conciertos con los centros. Es insólito que se abra la puerta a la cesión de terrenos públicos para construir centros concertados”.

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