Hacer y deshacer pirámides de vasos para mejorar la base del aprendizaje
El torneo arrancó el pasado 12 de noviembre en Nueva Zelanda, desde donde se trasladó a Asia y Europa para finalizar en Estado Unidos; eso sí, en esta ocasión con nuevo récord del mundo bajo el brazo: más de 540.715 alumnos, contabilizados hasta la fecha, que han participado en el torneo.
Durante la fase europea del torneo, el Colegio “Guadalaviar” participó con más de 200 alumnas en esta iniciativa educativa promovida por la WSSA –World Sport Stacking Association–, con el objeto de impulsar esta nueva disciplina dentro del mundo del deporte. El stacking, o apilamiento en español, es un deporte orientado a desarrollar habilidades: la atención, la coordinación, la velocidad o la concentración, además de fomentar los valores clásicos del deporte, como son el fomento de la autoestima, del trabajo en equipo y del espíritu deportivo.
El stacking se puede practicar en varias modalidades: individual, por parejas o por equipos –relevos–. Con él los participantes hacen y deshacen pirámides con 12 vasos de plástico especialmente diseñados, y en secuencias establecidas. Estas pirámides o figuras requieren de una técnica de apilación determinada que exige el uso de ambas manos para apilar, teniendo en cuenta que cada vaso debe ser cogido por una sola mano. Los participantes compiten contra el reloj u otro jugador. “Es muy fácil y divertido. Para construir la figura debes seguir la secuencia indicada, sólo es necesario practicar mucho porque lo importante es la velocidad, y ¡que no se te caiga!”, comenta una de las alumnas participantes.
El Colegio “Guadalaviar” ha sido el único de la provincia de Valencia inscrito en esta competición, ya que es uno de los pioneros en España en introducir esta nueva modalidad deportiva. El stacking se relaciona, en cierto modo, con el Programa de Desarrollo Cognitivo que ofrece el centro, pues ayuda al desarrollo de patrones motores en sintonía con el programa neuromotor, que es la base de un mejor aprendizaje. En cualquier caso, un correcto estímulo neurológico, a través de patrones de movimiento consolidados, ayuda al sistema nervioso a madurar correctamente formando los circuitos neuronales adecuados. Y esto es lo que precisamente ofrece el stacking: “unas pautas de movimiento que ayudarán, sin duda, a mejorar el desarrollo del sistema nervioso, trabajando a fondo las habilidades motoras que permiten un aprendizaje más fácil en el futuro”, explica Pilar Serna, orientadora del centro.
“El stacking, igual que otras disciplinas, necesita la coordinación de los dos hemisferios del cerebro, dando lugar a nuevas conexiones que mejoran el nivel de concentración y la capacidad de resolución de problemas”, cuenta Isabel Torres, coordinadora de la actividad en el centro. “Cuando los alumnos realizan actividades laterales transversales, se unifican las regiones cognitivas y motoras del cerebro, lo que hace que el aprendizaje sea más eficaz y esté mejor cohesionado”, apunta Torres.
En cualquier caso, la experiencia de profesoras y alumnas en la participación de esta iniciativa ha sido extraordinaria. “El esfuerzo, el espíritu de superación, el trabajo en equipo son valores que, además de acompañar a este deporte, pertenecen al ideario del colegio, presentes en el equipo directivo y en el estilo de liderazgo del centro, y que nos hace estar siempre abiertos a todas las iniciativas que nos mantienen en la vanguardia educativa”, afirma Chus Bolinches, directora del Colegio “Guadalaviar”.
La evolución del número de alumnos jugadores de stacking en el mundo en los últimos años ha sido espectacular, pasando de los 81.000 en 2006, a los más de 540.000 en el 2013.
Equipo educativo
Colegio “Guadalaviar” de Valencia
