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“Los emprendedores no ven problemas, ven retos a superar”

La Fundación Créate centra su actividad en contribuir a la implantación de la cultura del emprendimiento en los centros. Forman jóvenes capaces de crear sus ideas y llevarlas a cabo.

Estefanía MartínezMartes, 25 de febrero de 2014
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Isabel Navarro es una de las caras visibles de la Fundación Créate, dedicada en exclusiva al desarrollo de programas educativos para fomentar la cultura emprendedora en la escuela.

 ¿En qué consiste el programa ‘Creamos nuestro proyecto’?
A través del programa, los alumnos van a conocer y explorar que significa emprender y que cualidades se requieren para tener una idea y llevarla a cabo. Se desarrolla en horario lectivo en el último ciclo de Primaria, y por primera vez este año, en el primer ciclo de Secundaria y 4º de la ESO. Nosotros formamos a los docentes y son ellos los que se encargan de llevar a cabo el programa durante todo el curso escolar, de septiembre a mayo.

¿Qué es para la Fundación Créate la cultura del emprendimiento?
El concepto de emprendedor que trabajamos desde la Fundación Créate es muy amplio. Un emprendedor supone ser creativo, tener iniciativa, asumir riesgos, aprender de los errores, no tener miedo a equivocarse, etc. Esas cualidades las trabajamos en el aula desde el primer día, para que puedan comprender qué es emprender. Estos emprendedores no ven problemas, ven soluciones o retos que pueden superar o situaciones que nadie está atacando. Son personas autónomas que no esperan a que otros les resuelvan sus problemas. Es alguien que conduce el proceso él mismo.

¿Cómo se estructura la iniciativa? ¿Qué fases tiene el programa?
El programa se estructura en cinco módulos, en los que se acercan al emprendimiento desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, les enseñamos a emprender desde el punto de vista social o ambiental. Más tarde, exploran y evalúan su entorno más cotidiano con otros ojos, observando ese lugar de diferentes maneras. Estos entornos son desde sus habitaciones, centros de salud cercano, hospitales, etc. Por ejemplo, uno de los centros que participa tiene un hospital al lado y los niños observaron que la gente allí estaba preocupada y que no olía bien. De esas observaciones, eligieron una y propusieron una solución ante el problema. En ese caso propusieron una máquina que emite olores según tu estado de ánimo. A través de esa exploración, los niños se vuelven esponjas y desarrollan una mayor sensibilidad ante los problemas de su entorno.

¿Cuántos centros participan en el programa?
Actualmente 23, casi todos ellos en Madrid, aunque contamos con un centro en Palma de Mallorca y un proyecto de cooperación en la capital del Chad, en África. Todos ellos realizan el mismo proyecto durante el curso y al final se celebra ExpoKids, una feria expositiva donde todos los alumnos presentan los proyectos.

¿Habéis crecido mucho en número de centros respecto al año pasado?
En la pasada edición contábamos con 11 centros y en la actualidad somos 22. Trabajamos con dos años de seguimiento en los centros, aunque tras ese periodo ellos mantienen el programa pero de forma independiente. Este año contamos con 11 nuevos centros.

¿Cómo formáis a los maestros para que impartan el programa?
Nos dirigimos, sobre todo, a centros públicos o a aquellos que dedican su actividad a colectivos más desfavorecidos. Formamos a los docentes a través de un curso presencial de alrededor de 24 horas y que está reconocido con créditos de la Consejería de Educación, de manera que el tiempo dedicado cuenta como formación pedagógica.

¿Qué tipo de proyectos han puesto en marcha los alumnos?
Uno de los grupos, por ejemplo, diseñó piruletas con anestesia para cuando vamos al dentista, ya que observaron que es algo que no nos gusta y además nos hacen esperar mucho. Otro grupo de 2º de la ESO observó que en España no sabemos reciclar y que no lo tomamos en serio. Quieren crear un detector capaz de diferenciar los materiales y clasificarlos. Como ves, todo son proyectos que aportan algo. La idea es que piensen muy grande y no se pongan límites.

¿Qué valores han potenciado los alumnos a raiz de participar en la actividad?
Lo que vemos nosotros a través de las observaciones de los padres y profesores que forman parte del programa, es que los niños tienen un incremento en la confianza en si mismos. También comienzan a comprender el mundo que les rodea y que a todos nos cuesta mucho esfuerzo todo lo que hacemos, pero que merece la pena. Aparte, llevamos a cabo una evaluación del impacto del programa a través de una neuropsicóloga y los resultados son contundentes respecto al incremento en la creatividad y búsqueda de oportunidades, en la autonomía, en perder el miedo a equivocarse y sobre todo, en la persistencia en la tarea: los alumnos no tiran la toalla, quieren llegar hasta el final, a pesar de los obstáculos que se encuentran a lo largo del proceso.

¿En que consiste ExpoKids? ¿Cuándo se va a celebrar?
El encuentro se va a celebrar el próximo 12 de junio y contará con la presencia de más de 1.500 niños y 200 stands. Cada grupo presenta su idea ante todos los asistentes. El año pasado, por ejemplo, se realizó en la Galería de cristal del Ayuntamiento de Madrid.

¿Qué es el aprendizaje basado en conceptos?
Es un método que se lleva usando mucho tiempo pero que ahora bajo ese nombre va cogiendo mucha fuerza en el ámbito educativo. Este método consiste en conducir el proceso de enseñanza-aprendizaje a través de un hilo conductor, es decir, un proyecto concreto que los alumnos desarrollan de principio a fin. Los alumnos aprenden de manera muy experiencial ya que todo se hace en torno a ese proyecto. Permite integrar de manera trasversal conocimientos y competencias curriculares.

¿Contáis con apoyo de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid?
Nos apoyan fundamentalmente en todo lo que tiene que ver con la formación del profesorado. Conocen el programa desde el principio y les parece que enriquece mucho el sistema educativo y la formación docente.

¿Qué objetivos os marcáis a corto y medio plazo?
Buscamos que la fundación logre un modelo que sea sostenible. Cuando arrancó hace tres años, estuvimos más de un año observando qué se hacía dentro y fuera de España en torno al emprendimiento en las escuelas. No había nada que cubriese lo que estábamos buscando, por lo que tuvimos que desarrollar un programa desde cero. Hasta ahora hemos estado enfocados en que el contenido se adecuase al aula. Ahora toca ver qué va a ser lo próximo, aunque hay que seguir aportando nuevos recursos pedagógicos para que los profesores puedan contar con herramientas y emplearlas en las aulas, siempre basadas en el aprendizaje experiencial.

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