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“La tecnología permite trabajar mejor y con menos esfuerzo”

Marcos Garasa apuesta por una revolución tecnológica en las aulas. Integrar la tecnología, los contenidos y la pedagogía permite obtener el éxito y motivar mejor a los alumnos.

Estefanía MartínezMartes, 18 de marzo de 2014
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Tras más de diez años ejerciendo como docente de Inglés y Lengua Castellana, Marcos Garasa ha dado un salto en su carrera y se dedica a formar y asesorar docentes sobre cómo implantar las nuevas tecnologías en el aula.

¿Por qué decidiste cambiar la docencia por especializarte en asesoramiento tecnológico?
Después de diez años dedicados al mundo docente y dando clase a los alumnos, es un desafío bonito. Hay un vacío, llega una tecnología y haberlo vivido como experiencia me dio pie a ver que hay un mundo entero que comunicar a otros compañeros.

¿Cómo comenzaste a implantar la tecnología en tus clases?
Siempre he sido muy tecnológico e inquieto, pero a raíz de unas llamadas y una invitación a un evento vi que la tecnología nos tiene que facilitar la vida. Incluir la tecnología dentro del aula es necesario, porque la tecnología es la mitad de la vida de nuestros alumnos, si la dejas fueras del aula, vas a conseguir peor resultado que si la integras dentro de las clases en los centros interesados.

¿Cómo es esta formación?
Tenemos varios modelos de formación. Por ejemplo, en Argentina trabajamos a través de videoconferencia y de plataformas de difusión de contenidos. Por otro lado, en España contamos con sesiones presenciales en los centros. Trabajamos tanto en centros concertados, privados como públicos. La Pública no se puede quedar atrás, ya que volveríamos a una Educación en dos velocidades.

¿Trabajáis con algún software o fabricante en concreto?
No estamos sujetos al dispositivo, depende del centro. No me preocupa el dispositivo, lo que yo intento comunicar en las formaciones es que la tecnología te permite trabajar de una manera diferente. Cuando el profesor entiende que tiene muchas herramientas y que puede integrarlas en las clases, eso va a hacer tu vida más fácil.

¿Cómo es la actitud de los docentes ante este desafío?
Como en todos los equipos, hay diferentes modelos. Siempre va a haber unas personas que te van a seguir desde el principio, pero mucho más en cuanto ven cómo trabajas, que los niños están más dinámicos y con los ojos abiertos, etc.

¿Las tecnologías están suficientemente implantadas en las aulas?
Creo que se han hecho grandes esfuerzos en los últimos años y es un paso más y definitivo hacia la personalización de la enseñanza.

¿La implantación en los centros se ha hecho correctamente? ¿Qué hay que mejorar?
Hay grandes problemas cuando tu introduces las tablets en un colegio, ya que necesitas dar una estructura metodológica. No tiene sentido introducir las tablets, solo por diferenciarte del colegio de al lado. Tiene sentido que metas los dispositivos viendo que va a soportar los cambios necesarios. No son cambios radicales, simplemente es volver a pensar cómo redistribuir los tiempos de enseñanza y aprendizaje, ver la capacidad que tienes a través de la tecnología para realizar nuevas actividades, con lo cual debes rediseñar tu programa. Y por último, la motivación de los alumnos. Los profes nos contagiamos enseguida, o entras en la primera fase o en la segunda.

¿Crees que los niños se pueden distraer al tener una Tablet en clase?
Tienen que hacerse conscientes de que es una herramienta para utilizar dentro del ámbito educativo y que ese es el propósito. Deben también poder utilizarla de un modo más personal y privado, porque eso les vincula al dispositivo y van a cuidarlo mejor.

¿Quién aporta las tablets?
Hay diferentes modelos y depende de la idea que tiene el centro. Nosotros aportamos soluciones a los diferentes modelos que nos encontramos.

¿Qué opciones hay?
Normalmente se arranca con un proyecto piloto, se hacen unas 30 o 40 tablets y con ellas se va probando en el centro con alumnos y profesores. Luego, poco a poco, se van introduciendo con los planes de las clases. La siguiente fase es cuando ya el piloto ha sido un éxito, entonces se implementa a mayor nivel.

¿Cuánto se tarda en implantar?
Lo ideal es comenzar en Navidad y entregar las tablets a los profesores. Comienzan a trabajar con ellas, se hacen con ellas, etc. Una vez que se sienten cómodos trabajando con los dispositivos, pasan a la siguiente fase que consiste en probar con los alumnos. En el tercer trimestre ya está muy claro el objetivo y los planes, por lo que mejorará tu rendimiento.

¿Crees que el buen uso las tecnologías te convierte en mejor docente?
Si, ya que me permite integrar herramientas que me van a hacer la vida mucho más fácil. La tecnología la usamos para vivir mejor, por eso la diseñamos, te permite trabajar mejor, con menos esfuerzo y tener más tiempo para tus alumnos. Es mucho más eficaz.

¿Mejoran los resultados académicos?
Ya empieza a haber resultados en los centros que trabajamos el año pasado. Cuando tu captas la atención de alguien, en este caso los alumnos, puedes comunicar mejor. Hay tres cosas que tienen que funcionar: los contenidos, la pedagogía y la tecnología. Cuando integras las tres, es un éxito. El mundo de los alumnos es la tecnología, por eso, si la implantamos en el aula, se van a sentir más cómodos.

¿Desde que edad recomendáis implantar los dispositivos?
Se puede implantar en todas las etapas, aunque cada etapa tiene una necesidad diferente. No es lo mismo trabajar en Infantil que en Primaria o Secundaria. La gran potencialidad de las herramientas es en Secundaria y Bachillerato, debido a la madurez del alumno. Le sacas un partido increíble al dispositivo.

¿Es funcional que todos los alumnos tengan su tablet?
Hay diferentes modelos de implantación, pero lo que más funciona es apostar por una tablet por alumno. El modelo pasa por deshacernos de los libros de texto.

¿Crees que los profesores están suficientemente formados como recibir todo el cambio tecnológico?
No, hace falta mejorar. Hay distintos niveles de profesor, por eso hay que tener claro que hay comunicar de manera diferente. Cada vez va quedando menos. El cambio va más allá de la utilización del dispositivo, es un cambio en nuestra mente. Tengo que desaprender, para aprender cómo dar clase de nuevo. Como dijo Ken Robinson, estamos usando la tecnología con alumnos del siglo XXI, profesores del siglo XX y educados con un método del siglo XIX.

¿Hay que renovar los planes de estudio de Magisterio?
Estamos hablando con universidades que tienen esa idea para empezar a formar a esos futuros profesores. Cuando el cambio viene desde dentro y son los propios alumnos los que lo demandan, el profesor no se puede resistir, o cambias tu o estas fuera.

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