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El libro digital todavía se ve como una amenaza y no como una ayuda

El 57% de los docentes cree que sustituirá al libro tradicional pero todavía algunos lo ven como una amenaza hacia la relación tradicional profesor-alumno por desconocimiento de sus virtualidades.
Diego FranceschMartes, 25 de marzo de 2014
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La utilización de libros de texto digitales en un centro educativo presupone la existencia de otros recursos como ordenadores, pizarras electrónicas o proyectores, así como unas condiciones de acceso a la red o un ancho de banda determinado. El libro digital es como la guinda de la tecnología.

Según una encuesta dada a conocer la semana pasada por la plataforma educativa aulaPlaneta y la Universidad Autónoma de Barcelona, la mayor parte de los docentes españoles (57%) ven probable la sustitución inmediata o en muy poco tiempo del libro de texto convencional por el digital. De ser cierta esta percepción docente, estaríamos afirmando que los centros ya están en condiciones técnicas de introducir el libro digital. Solo el 4% de los encuestados cree que esta sustitución no se producirá nunca y además es contrario a ella.

Esta convicción de que el libro digital se introducirá de inmediato en las aulas tiene también en consideración factores de conveniencia económica como el coste y la situación de crisis económica, así como otros valores pedagógicos y de calidad en la Educación. La facilidad en la corrección de los ejercicios, la personalización de los libros y la motivación que genera en los alumnos son algunos de los factores positivos que los profesores valoran en los libros digitales.

Un 68% considera también muy importante los beneficios para la salud del uso del libro digital, pues soportan mucho menos peso en la mochila que con libros de texto convencionales.

Por lo que se refiere a las familias, se observa un apoyo muy significativo al libro de texto digital, ya que valoran no sólo el ahorro del gasto, sino que consideran como valor importante –incluso necesario- el que sus hijos trabajen en el entorno virtual que se corresponde con el mundo actual.

En lo que se refiere a la utilización de contenidos digitales para la docencia y el aprendizaje, un 76% de los docentes españoles tiene claro que los libros de texto digitales van a ir sustituyendo a los de papel, mientras que un 22% cree que los libros convencionales y los digitales convivirán en el futuro.

Los profesores encuestados también manifiestan ciertas reticencias a su implantación, en parte, como temor a la pérdida de valores que representaba el libro-papel (escritura, uso del lápiz o concentración). Por otra parte, en algunos casos se detecta un cierto desconcierto o confusión ante lo que representa el libro de texto digital, que se confunde con el uso del ordenador en las aulas por parte de los estudiantes (el modelo un ordenador por alumno en clase durante todo el tiempo).

También preocupa el exceso de información de que disponen los alumnos y que los profesores asocian a los medios digitales, a la vez que quisieran que la tecnología no olvidase que el centro de la Educación sigue siendo la relación pedagógica entre profesorado y estudiantes, o la experiencia de aprendizaje.

La mayor parte de reticencias se diluyen cuando se plantea que el libro de texto digital no es incompatible con el uso del papel, ya que muchas de las propuestas y contenidos pueden ser impresos y usados de modo convencional.

La encuesta también revela algunas opiniones que indican aspectos más cualitativos que destacan los profesores. Por ejemplo, cuando afirman que el libro digital “ayuda en los ejemplos, ya que son muy ilustrativos e interactivos, además de que la inmediatez permite solucionar interrogantes mediante la búsqueda instantánea de contenidos”. En otros casos, se afirma que “el audiovisual ayuda mucho más a entender el concepto”.

Reticencias digitales
Entre las críticas, sobre todo destacan las que se refieren a Primaria, etapa donde los profesores afirman que los alumnos “deben desarrollar otras habilidades antes que las digitales”.

El exceso de información que propician los medios digitales también se ve como un obstáculo. “Los niños tienen mucha información y la tecnología les da un abanico más grande que los libros de texto, conocen muchas cosas pero no las interiorizan, entonces no las aprenden”, afirma otro profesor también de Primaria.

En algunos casos, las TIC se ven como una barrera y no todavía como una ayuda a la docencia. Un profesor afirma: “Actualmente me estoy dando cuenta que no estamos confluyendo en el objetivo final, (el aprendizaje del alumno) porque aunque la tecnología es muy buena, se está perdiendo el objetivo principal, el aprendizaje”.

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