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Los recortes en Cataluña se han cebado con los centros más desfavorecidos

El estudio muestra la falta de gasto educativo en los entornos y centros más desfavorecidos y en aspectos como las becas de comedor o la Educación Infantil, o que el gasto público por alumno se ha reducido el doble en la Pública que en la Concertada.
Adrián ArcosMartes, 18 de marzo de 2014
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Si bien es cierto que la crisis económica global y las medidas políticas de austeridad estatales han condicionado la reducción de recursos dedicados a Educación en Cataluña, estos no son factores suficientes para entender el alcance y las características de los recortes educativos. Así lo entiende la Fundación Bofill en su informe titulado La agenda de la política educativa en Cataluña: un análisis de las opciones de gobierno (2011-2013), en el que critica duramente los recortes llevados a cabo en la comunidad autónoma durante los últimos años y pone en evidencia todos los pretextos lanzados desde la Generalitat.

Desde 2010, el presupuesto en Educación en Cataluña se ha reducido un 13% en términos nominales –un 20% en términos reales–. Ese descenso presupuestario sitúa el gasto público en Educación en el 3,5% del PIB en el año 2010, muy por debajo de la media de la UE (5,44%) y también de España (4,7%). Sin embargo, entre 2009 y 2011, el gasto global por alumno se redujo en 493 euros, mientras que la reducción del gasto por estudiante en centros concertados lo hizo en solo 227 euros.

De hecho, el estudio denuncia que la única partida que se ha mantenido estable –e incluso creció en 2011– es el gasto público en enseñanza concertada. La Fundación lo atribuye principalmente al desarrollo del artículo 200 de la Ley de Educación de Cataluña (LEC), correspondiente a la financiación pública de la enseñanza postobligatoria de carácter concertado. Con estos datos, la primera de las conclusiones del estudio afirma que han sido los centros en peores condiciones sociales los que más han sufrido las consecuencias de la contención económica.

Entre el periodo comprendido entre 2010 y 2012, el gasto global por estudiante ha seguido reduciéndose, concretamente en 715 euros por estudiante, lo que equivale al 17,5% en términos nominales. Otra reducción presupuestaria significativa, según el estudio, es la efectuada en las plantillas de profesorado. En el último cuadro de esta página, observamos que entre el curso 2007-08 y el 2012-13, el número de estudiantes del sistema educativo catalán aumentó un 17% –de 716.438 a 861.280 alumnos–. Sin embargo, el número de profesores se ha reducido un 0,6% en ese periodo.

Para la Fundación, “el carácter lineal de los recortes afecta de manera desigual a centros que están en condiciones desiguales. A pesar de que se han puesto en marcha medidas para mitigar el impacto de la crisis en los centros desfavorecidos, estas han sido claramente insuficientes”.

Recortes en Infantil
También destaca la reducción presupuestaria en Educación Infantil, donde se ha pasado de 1.800 euros por plaza en el curso 2010-11 a 875 euros en el curso 2012-13, lo que supone una reducción del 52% en la aportación a las escuelas infantiles municipales, un aspecto que, según la Fundación, también ha terminado perjudicando a los colectivos más vulnerables.

Según el estudio, los daños a los centros en peores condiciones se han visto también provocados por la concentración del incremento de la ratio en los centros concertados, motivado por el RD de medidas urgentes de racionalización del gasto público procedente del Gobierno central. La decisión de Ensenyament fue preservar los centros con peores condiciones de ese aumento de ratio, pero se les volvió en contra, ya que, lejos de favorecerlos, lo que produjo fue un “efecto huida” hacia la escuela pública, concentrando en estos centros a más alumnos en riesgo educativo.

La consellera, Irene Rigau, que ha tachado el informe de “panfleto”, ha rechazado que la Generalitat “haya dado más conciertos a la Privada para el Bachillerato en detrimento de la enseñanza pública”, y ha dicho que “lo que han bajado son los conciertos y ha subido la oferta pública”.

Becas de comedor
Otro de los aspectos más polémicos que critica el informe es el de la política de becas de comedor llevada a cabo por el Govern. La crisis ha reducido las partidas destinadas a estas ayudas al mismo tiempo que ha aumentado el gasto privado por hogar y persona hasta los 936 euros por alumno, superior a la media española de 771 euros. El cuadro de esta página muestra un mantenimiento de la cobertura y la intensidad de las becas sobre un 6,4%, que es simultánea al aumento de alumnado en riesgo de pobreza en casi un 9%.

Justo la semana pasada, CiU, ERC y PSC llegaron a un acuerdo sobre las becas comedor para “garantizar la cobertura del 100% de esta ayuda en todos los casos de pobreza extrema”, y consensuaron prever una flexibilización para poder solicitar esta beca una vez iniciado el curso si cambia la situación económica de la familia. Sin embargo, la Fundación considera que “los 40,8 millones otorgados este año por la Generalitat para becas de comedor siguen siendo insuficientes, ya que son inferiores a los 42 millones del año 2009, cuando la tasa de pobreza infantil estaba tres puntos por debajo de la actual”.

Por su parte, el president, Artur Mas, vinculó el aumento de la pobreza en Cataluña a la falta de soberanía. En el Parlament, advirtió de que “el Govern está cargado de responsabilidades pero despojado de instrumentos vitales para luchar contra una pobreza escandalosa”, lo que le valió las críticas de gran parte de la oposición por echarle todas las culpas al Estado.

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