fbpx

“Se dan muchos temas, pero es más útil producir conocimiento”

El decano de la UCJC critica la actual formación metodológica, ya que cree que no sólo es importante conocer unas materias, sino estar preparado para seguir aprendiendo y para generar aprendizaje.

Adrián ArcosMartes, 25 de marzo de 2014
0

Considera primordial que el docente aprenda a escuchar a sus alumnos, a valorar por qué dicen lo que dicen o por qué hacen lo que hacen, y encontrar respuesta. José Antonio Fernández Bravo, decano de Educación de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), se muestra a favor de que el docente conozca muy bien su desempeño, algo que no cree que ahora se pueda conseguir en las escuelas de Magisterio.

¿Es buena la formación inicial actual?
No, y rotundo. No es buena porque no recoge las necesidades actuales a las que se van a enfrentar los docentes. Necesitamos profundizar en más formación esencial y estudiar cuánta formación accidental está dentro del programa. Eso nos limita mucho porque tenemos que atender en Magisterio a muchísimas variables en muy poco tiempo. El plan de estudios debería poder desarrollarse no solo en la escuela de Magisterio sino también en otros colegios. Y también habría que tener en cuenta las exigencias de los directores de los centros a los cuales luego vamos a mandar a nuestros alumnos.

¿Qué carencias tiene?
Se supone que un Magisterio tiene que preparar para enseñar. Pero es imposible que tú estes preparado para enseñar si tú no produces aprendizaje. Esto no se puede marcar en Magisterio sin una fuerte preparación conceptual, es decir, un dominio de tu materia. En cualquier sitio tenemos muchos maestros que terminan Magisterio y que no saben desarrollar un tema de 5º, por ejemplo. Lo fundamental es que lo esencial y lo básico se domine, Eso falla, y eso es formación conceptual. Y también falla la formación didáctica porque exige un tiempo muy fuerte, donde se prepara al alumno a indagar e investigar.

Entonces, con el plan actual de estudios, ¿qué es lo que aprende el maestro?
El Magisterio se centra ahora mismo en valorar todas las variables que son necesarias atender para ser maestro el día de mañana. Por ejemplo, las variables de creatividad, de habilidades, de contenido y didáctica. Todo eso está. Lo que decimos es que la formación que se necesita para el desarrollo de cosas esenciales, no es suficiente con el tiempo que se tiene. Y es también fundamental el cómo se aprende, porque el Magisterio debe enseñar un constante aprendizaje. La buena carrera de Magisterio no es aquella que te dice “esto es todo lo que sabes”, sino la que te dice “esto es lo que está ahora” y te permite estar preparado para seguir aprendiendo, pero ¡ojo!, de forma metacognitiva, porque también tendrás que hacer eso con tus alumnos. Es decir, una buena formación en Magisterio no son las asignaturas que se plantean, sino la metodología que se lleva a cabo.

¿Entonces el docente tiene que conocer bien los contenidos de su materia?
Hay que diferenciar un contenido mínimo necesario para poder guiar y una ignorancia absoluta en la que, por mucha guía, no vamos a conseguir nada. No tiene sentido que yo sea el docente responsable de transmitir el concepto de área a los alumnos, y no sepa lo que es un área o la distinción entre esta y una superficie. Esto no quita que un mínimo bagaje sea suficiente para poder guiar el trabajo del alumno.

¿A día de hoy quién enseña: el maestro o internet?
Se confunde el medio y el recurso con el fin. Internet es un recurso, no un fin. Yo puedo plantear una propuesta de indagación, como por ejemplo cuántos kilómetros de longitud tiene el río más largo de España con respecto al más corto. Pero yo sé que es un kilómetro, qué diferencia hay entre España y la Península Ibérica. Si todo eso no lo sé, este ejercicio no se me ocurre, porque el planteamiento del reto y del desafío está en el dominio de tu materia.

¿Hace falta un cambio metodológico para pasar del conocimiento por contenidos a las competencias?
Lo primero que tenemos que preguntarnos es qué es una competencia. Lo segundo, si una escuela incompetente puede desarrollar competencias. Y lo tercero, por qué no empezamos a desarrollar competencias en el que enseña para poder desarrollar competencias en el que aprende.Competencia es saber hacer lo que se sabe decir; es poder transferir los conocimientos que tú tienes en el aula a una utilidad social, a una reinversión social o personal, o incluso conceptual, porque sirve para entender un concepto superior.

¿Pero en nuestro país se enseña por competencias?
España sigue anclada en un sistema en el que cree que aprender de memoria sin sentido, tiene sentido, y que adelantar contenidos implica subir el nivel. Lo que tiene sentido es que lo que se haga se comprenda y se guarde una emoción positiva. Aquí lo único que hacemos es dar muchos temas y acumular contenidos, pero lo realmente útil es producir conocimiento. Algunas veces me dicen “mis alumnos ya hacen muchas divisiones”, y yo les digo “pero no saben lo que es dividir”. La matemática lo que enseña es a evitar el cálculo, porque pretende buscar relaciones. Cuando a un alumno le preguntas “9×7” y empieza “9×1, 9×2, 9×3…”, ese alumno no sabe matemáticas. Por eso hay una falta de formación metodológica. No se necesitan muchos contenidos, pero sí los esenciales para que esos contenidos sean plataforma de despegue.

¿Cree que es válido el sistema actual de oposiciones?
En un examen tú no tienes al mejor; tienes al mejor opositor. Porque se ha preparado mucho ese examen, porque ha respondido perfectamente a los temas, porque tiene un buen expediente académico, porque se ha ocupado de obtener los puntos necesarios para aprobar esa oposición… Lo primero que tenemos que saber es qué queremos de verdad. El problema es la descoordinación del sistema. Yo no puedo exigir una oposición que establezca relaciones para conseguir a los mejores didactas, cuando ni la formación inicial, ni la ley ni otros parámetros fundamentales responden a esas exigencias. Por eso hay que buscar una coordinación y coherencia entre lo que se pide, lo que se exige y lo que se da, pero en todos los niveles.

¿Cuál sería el mejor sistema?
Un sistema en el que se pueda ver qué se enseña y cómo se enseña. El Ministerio debería facilitar la oportunidad de que muchos maestros pudieran trabajar según salen y demostrar su valía, y formarles al mismo tiempo, y efectivamente entonces tener datos suficientes para que pudieran valorar cuál es el mejor.

Entonces ¿cree que es bueno un sistema MIR?
Buenísimo. Pero ¡ojo! ¿Se les va a pagar también a los profesores que están trabajando en los colegios para prepararse o terminar su formación?

¿Habría que pagarles?
Yo solo pregunto. Un MIR requiere centros de prácticas de élite reconocidos y que haya profesores de cierta categoría con una mayor preparación que los docentes a los cuales se certifica.

El MIR, en marcha en la UCJC

  • La metodología del “MIR educativo” -–sistema de formación inspirado en el que se aplica para los residentes en medicina – lleva desarrollándose desde hace seis años en los Grados de Maestro de la Facultad de Educación de la Universidad Camilo José Cela. Los alumnos de Magisterio, desde el primer curso, aúnan su formación en las aulas de la facultad con la estancia en colegios SEK, reconocidos por su carácter innovador y su búsqueda de la excelencia.
  • Estas estancias no se limitan, sin embargo, a la realización de prácticas profesionales al estilo del Prácticum tradicional, sino que implica que los universitarios cursen parte de las asignaturas en los mismos colegios, lo que les permite vivir de primera mano, y desde el inicio de sus estudios, la realidad cotidiana de los centros educativos.

0