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Una campaña educativa para prevenir tecnoadicciones

ControlaTIC es una campaña dirigida a familias, profesores y alumnos desarrollada por FUNDACIÓN MAPFRE con la colaboración del Grupo Siena –editora del periódico MAGISTERIO– y Protégeles sobre tecnoadicciones.

RedacciónMartes, 22 de abril de 2014
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La razón de ser de esta propuesta educativa radica en los datos obtenidos en el Proyecto de Investigación EU NET ADB, financiado por la Comisión Europea y realizado en siete países, que ha contado con la colaboración de Protégeles en España. Según este estudio, el 21,3% de los adolescentes españoles está en riesgo de ser adicto a internet por el tiempo que dedica a navegar por la Red, frente al 12,7% de la media europea.

Tras la obsesión de usar la Red sin control llegan las consecuencias: depresión, estados de ansiedad, incapacidad para mantener relaciones con sus iguales e, incluso, conductas agresivas.

Este porcentaje sitúa a España a la cabeza de los países incluidos en este estudio por delante de Rumanía (16%), Polonia (12%), Países Bajos (11,4%), Grecia (11%), Alemania (9,7%) e Islandia (7,2%).

Estos datos hacen referencia a los jóvenes en riesgo de desarrollar una tecnoadicción, que se suman al 1,5% de los jóvenes españoles de entre 14 y 17 años que ya han desarrollado dicha adicción. En el caso del 1,5% de adolescentes españoles que ya son adictos, esta cifra sí se encuentra dentro de la media europea.

Otros datos relacionados con las posibles conductas adictivas –extraídos del estudio realizado por Protégeles Menores de edad y conectividad móvil en España– revelan que el 27% de los niños de entre 11 y 14 años reconoce que nunca desconecta su teléfono móvil. Un porcentaje que va aumentando con la edad. A su vez, el 60% de chavales de entre 11 y 14 años no lo apaga durante las clases, lo cual puede incidir en su atención y rendimiento. Por otro lado, sólo el 30% de los menores de entre 11 y 14 años apaga su teléfono al irse a dormir, otro 43% lo apaga después de haberse acostado –a una hora indeterminada– y el 27% restante no lo apaga.

Usuario en riesgo
Vistas las cifras, basta preguntarse pero, ¿por qué internet engancha tanto a los adolescentes? Los autores de este estudio europeo apuntan que los jóvenes se sienten tan atraídos por la Red porque obtienen respuestas a una amplia gama de preguntas, consiguen información rápida y actual, mantienen relación con contactos existentes, crean otros nuevos y además se divierten.

Así, según el informe, se distinguen cuatro tipos de usuarios de internet con riesgo de tener o que han tenido una conducta adictiva:

  • Modelo stuck on line –pegado al on line–. Realiza un uso excesivo de internet, descuida las rutinas diarias –colegio, amigos, obligaciones–, desarrolla efectos negativos por el uso excesivo –alteración del sueño, ansiedad si no puede meterse en internet– y tiene dificultad para disminuir su uso, incluso reconociendo el impacto negativo. Este tipo puede tener necesidad de conocimientos, vivencias y experiencias off line, sin embargo, debido a las deficientes habilidades sociales, se siente excluido y, por tanto, “atrapado” en el mundo on line.
  • Modelo relacionado con los malabarismos que realiza la persona afectada para equilibrar las actividades diarias con el uso de internet. Tiene presencia on line y off line, y esto le genera mucho estrés, debido a que tiene una agenda apretada.
  • Modelo que parte de una conducta on line excesiva y realiza un cambio adaptativo hacia la autocorrección porque se satura. Acaba harto de estar pendiente de las redes sociales, además, reconoce que su uso obsesivo de la Red le ha provocado consecuencias negativas: problemas físicos, disminución del rendimiento académico y conflictos con los padres. Este modelo encuentra otras motivaciones para reducir el uso de las redes sociales.
  • Para el último modelo, su entorno off line es percibido como aburrido. Carece de actividades de interés alternativas y la participación on line le ayuda a ocupar su tiempo de una forma agradable.

El primer y último modelo parecen tener un peor diagnóstico y pueden sufrir ansiedad, depresión y trastornos de atención. En estos casos la conducta adictiva a internet puede ser “la punta del iceberg”, la expresión de una dificultad psicosocial mayor que requiere intervención. Además, estos dos modelos seguramente no se autorregularán y necesiten de ayuda profesional.

En cambio, el segundo y tercer modelo parecen ser usuarios funcionales de la Red y la pérdida de control está relacionada con patrones de desarrollo adolescente. Seguramente estos tipos sí se autorregularán y no necesitarán de ninguna clase de intervención profesional, aunque no se puede dejar pasar el hecho de que el tercer modelo puede llegar a invertir bastante tiempo en esta etapa on line, lo que puede llegar a provocar que sí necesite ayuda de un profesional para poder solucionar la situación que ha desarrollado con las nuevas tecnologías.

¿Cuál es el perfil y la conducta de los jóvenes tecnoadictos?
El perfil de las personas que sufren una conducta disfuncional en internet, lo que incluye tanto a los que están en riego de contraer una adicción como a los que ya la han desarrollado, es de un hombre –15,2% frente a un 12,7% de mujeres–, con una edad comprendida entre 16 y 18 años, y progenitores de un nivel de Educación medio o bajo. Según el estudio europeo, los juegos de azar con apuestas on line, el uso de las redes sociales y los juegos de ordenador están estrechamente relacionados con este tipo de conductas disfuncionales, mientras que ver vídeos o películas no guarda relación con este tipo de adicciones digitales. Pero, ¿en qué consiste esta adicción a las nuevas tecnologías? Según este estudio, la conducta adictiva a internet consiste en un patrón de comportamiento que se caracteriza por la pérdida de control sobre el uso de internet y conduce potencialmente al aislamiento de la persona que sufre la adicción, el descuido de las relaciones sociales, de las actividades académicas, de las recreativas, de la salud y de la higiene personal.

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