“Si se detecta una debilidad en las pruebas externas, hay que atajarla”

El Colegio “La Inmaculada” es el centro con mayor demanda de la Comunidad de Madrid. Según explica su directora, se debe a que es el único concertado con ideario católico que existe en Leganés.

Estefanía MartínezMartes, 3 de junio de 2014
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El Colegio “La Inmaculada” de Leganés es el centro más demandado de la Comunidad de Madrid. Nos recibe Matilde Alameda, directora del centro desde hace un año, quien nos cuenta las razones que han llevado a este concertado con ideario católico a ser la primera opción para muchas familias de la localidad. Según los datos de la Consejería de Educación, las solicitudes de plazas superaron en 3,3 veces el número de alumnos que finalmente fueron admitidos

¿A qué cree que se debe la gran demanda que ha recibido el centro?
Un factor importantes es que somos el único colegio de carácter religioso en esta localidad. Existen algunos otros centros concertados, pero son laicos. Otro factor puede ser la gran tradición que ha marcado este centro desde finales del siglo XIX. Hijas de la Caridad crearon la escuela y justo enfrente estaba el famoso manicomio, también de la misma congregación. También se puede deber a que somos un pequeño colegio con solo una línea en la que suelen entrar 25 alumnos por curso. Ser un colegio pequeño propicia también ser una realidad familiar, con un gran seguimiento de los niños, gran atención, detectando dificultades para intentar superarlas, etc. Aunque no estamos dotados de orientación en Educación Primaria, al ser un centro concertado, si contamos con una psicopedagoga para Educación Secundaria. Son muchos factores los que han influido para que hayamos tenido tanta demanda.

¿Es algo nuevo o viene de años atrás?
Ha sido siempre una constante. Hay pocas plazas, por lo que la tradición y la seguridad son muy fuertes. Los que tienen hermanos en el centro tienen muchos puntos, por lo que entran seguro. Este año, por ejemplo, me pidieron varias plazas porque cerraba un centro público de la zona. Me pidieron que admitiera a estos niños pero dije que no porque tengo mucha gente. Desde el mes de octubre tengo muchas familias que me están pidiendo plazas para sus hijos y, por el momento, estamos completos.

¿Cuántas plazas han salido este año?
Tienen que salir 22, tres de ellas de necesidades educativas especiales. Me enfadé con la directora general de Admisión, porque no me podían pedir seis plazas cuando tenía tanta demanda de gente, al final me dejaron en tres solo. Lo que hemos pedido es la flexibilización de la ratio, en vez de 25 alumnos tenemos 28 por clase. Esas tres plazas permiten ser más flexibles a la hora de admitir a gente.

¿Cómo son los resultados académicos del colegio en la prueba CDI o LEA?
Los resultados han sido buenos, aunque este es mi primer año en el centro, ya que yo venía de otro. Cuando yo llegué había un resultado erróneo en la Prueba CDI detectado por la Consejería de Educación. No habían hecho bien la media del centro, pero ya han rectificado los resultados.

¿Y la tasa de fracaso escolar en cuánto se encuentra actualmente?
No te puedo decir, pero al ser un colegio con una sola línea tenemos que implantar medidas de refuerzo y apoyo como la diversificación para reconducir a estos alumnos. Este grupo tiene más dificultades, algunas veces como consecuencias de familias desestructuradas. Esos niños hay que atenderlos en grupos menores y con tácticas y estrategias diferentes. Con trabajo y esfuerzo conseguimos que acaben con el graduado de Educación Secundaria. De ahí ya pueden ir a algún ciclo formativo u otras enseñanzas, no quedan en la calle.

Cambiando de tema, ¿qué le parece la Lomce?
Desafortunadamente la ley de Educación no es inamovible y depende del partido político. Por eso vamos así, a bandazos. Hay algunos cambios de la Lomce más positivos como el establecimiento de itinerarios más tempranos en la Educación Secundaria, la conducción a ciclos formativos o el refuerzo de la Formación Profesional. Aunque no he estudiado la ley profundamente, se que se ha hecho precipitadamente y no ha habido un diálogo amplio. Ahora nos meteremos a trabajar en ella de cara al próximo septiembre.

¿Qué le parecen las pruebas externas que se van a implantar a partir del próximo curso?
No me importa que nos las hagan desde fuera, lo que tenemos que hacer es ofertar el acompañamiento más positivo para los niños. Si hay una debilidad detectada en las pruebas externas, hay que atajarla. Quien torea bien, torea bien en la Plaza de las Ventas y en todas las demás. No es cuestión de torear, se trata de ofertar lo mejor y adaptarse a lo que necesitamos. Hay que buscar cotas de calidad, de innovación educativa, y para eso, los profesores nos exigen mayores tiempos de formación. La metodología no puede ser como hace más de 40 años. Antes medían a un niño solo por el cociente intelectual, más tarde aparecieron las inteligencias múltiples. Hay niños que son más de movimiento, otros más reflexivos. Cada uno tiene que crecer en su capacidad y ésta tiene que ir empujando a las otras facetas que no están tan desarrolladas.

¿Cómo ha sido su trayectoria en el centro?
Siempre he sido profesora, de Educación Primaria, Secundaria y Bachillerato. Como me licencié en Historia he dado clase de Lengua, Historia, Filosofía, etc. Ahora mismo imparto Conocimiento en Primaria. Nunca había tenido un grupo tan pequeño y este año he tenido que volver a recordar conocimientos sobre la resonancia y la electricidad. Lo que más me gusta es trabajar con los de Bachillerato, pero en Primaria jugamos para que ellos vayan aprendiendo.

Según diversos estudios, la Educación concertada le sale más barata al Estado que la pública ¿por qué no se invierte más?
Además hay muchos datos publicados. No entiendo porqué luego los de la Educación pública gritan que si se está favoreciendo a la Concertada. Nosotros tenemos que subsistir con un apoyo económico que permita calidad. El proyecto tiene que apoyarse en una estructura económica y con buena voluntad. Lo fundamental es el empuje pedagógico, la línea didáctica, el acompañamiento personal, la consideración conflictiva de la familia, la realidad económica, si es baja hay que ayudar en comida o libros.

¿Cuentan con el suficiente apoyo por parte de la Consejería?
En la Consejería son muy cautos. Hay personas relevantes que ayudan pero a la hora de la verdad recortan, como por ejemplo el año pasado con la Formación Profesional concertada. Se han quedado fuera más de 500 profesores y se ha creado un sistema de becas que exige mucho. Nosotros pertenecemos a FERE, la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza, no podemos luchar solos contra los molinos. Me han ayudado en planes de mejora, por ejemplo, en el anterior colegio que estuve me dieron una orientadora para Primaria.

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