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“La lectura tiene un componente social que ayuda a abrir tu mundo”

Inés Puig es una maestra que ha aparcado momentáneamente el mundo de la docencia para dedicar todos sus esfuerzos a Leoteca.
Estrella MartínezMartes, 7 de octubre de 2014
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(Foto: Jorge Zorrilla)

Leoteca es una web gratuita que tiene como objetivo crear jóvenes lectores activos en los que se desarrolle una identidad lectora que les acompañe durante toda su vida. Compartir con otros la experiencia de lectura contribuye a fomentar su afición por los libros.

¿Qué es Leoteca?
Leoteca es un espacio web, pero no hablamos de lectura on line, sino que es una enorme base de datos de literatura infantil y juvenil. Contamos con unos 50.000 títulos de libros de distintas editoriales. Los usuarios pueden consultar, además de la típica ficha de un libro, información sobre el autor, reseñas críticas, book trailers, etc. Además, muchos de los títulos incluyen –gracias a convenios con editoriales– primeros capítulos para que el usuario pueda empezar a leer y ver si le gusta.

Pero Leoteca es algo más que una mera base de datos, es también una red social.
Sí, los perfiles de los usuarios son unas librerías en las que van colocando los títulos. En cada estantería-perfil hay diferentes estantes: para libros que recomiendan mis amigos, para mis preferidos, para los que he leído… Y luego hay una balda para los libros que te recomiendan los maestros. Los usuarios pueden hacer votaciones de los libros, recomendarlos, dejar comentarios y subir audios o vídeos con sus impresiones. Los niños, además, tienen un extra que es el planeta lector. Se trata de un pequeño incentivo, un juego para animarles a interactuar y fomentar así la lectura. El planeta lector se compone de una serie de marcianitos que están relacionados con distintas competencias lectoras y, en función de tu actividad en la plataforma, los vas consiguiendo.

¿Por qué esta parte social de es tan importante?
Porque nos ayuda a ir formando una conciencia lectora, a crear un aspecto crítico. Te ayuda a conocer, a abrir tu mundo, a descubrir cosas nuevas. Y ya no solo entre los niños, también entre los profesores. Nuestra formación en torno a la literatura infantil y juvenil es muy pobre. Yo para hacer este proyecto he tenido que estudiar un máster porque veía que me faltaba, pero niños y adultos compartiendo conocimientos pueden crear un campo mucho más rico que el libro que yo me leo y no comparto.

Es curioso entender la lectura como algo social cuando mucha gente piensa justo lo contrario.
A ver, tampoco hay que perder de vista que la lectura es individual también, yo eso lo reivindico mucho. No todo tiene que ser comentado, pero tiene que existir la posibilidad de poder hacerlo, para mí sería horrible que no se pudiera comentar. Por tanto, son compatibles lo social y lo individual.

¿Cómo se te ocurrió la idea de Leoteca?
Viene de una experiencia de cuatro años en el aula. Yo soy maestra de Primaria y el tema de la lectura con los niños me parecía especialmente interesante. Vi que no existía un interés real por la lectura y me planteé qué podía hacer.

¿A qué te refieres con que no existía un interés real?
Aquí puedo meterme en un tema polémico… Yo trabajaba en un cole con una biblioteca bastante pobre. Los libros que se mandaban para leer eran los que aparecían en los planes lectores, tres libros preescritos, uno por trimestre, y de ahí era muy complicado salirte. Como a mí el tema me interesaba mucho, lo primero que hice fue montar una biblioteca de aula muy facilita con la colaboración de todos los alumnos –cada uno traía un libro–. Empezamos a leer en voz alta y yo a sugerirles lecturas para tener un primer enganche. Además de leer en voz alta, les permitía hablar, que opinaran, y empezamos a crear unas sesiones de intercambio de opiniones. Luego se propo-nían lecturas los unos a los otros y después a mí. La cosa creció, yo me cambié de colegio y entonces conectamos varios centros e hicimos un intercambio más grande. Esto era la versión 1.0, la versión física, de Leoteca en la que utilizábamos el servicio de correos; nos enviábamos cartas y los profesores nos intercambiábamos cajas de libros. Los niños elegían su libro favorito y lo enviaban a la otra clase. Conseguimos que se implicaran los alumnos, los profesores y los padres, que venían entusiasmados diciéndonos que ahora en casa se leía más. Todo esto supuso muchísimo trabajo, mucha implicación, pero fue precioso, aprendimos un montón y fue la raíz de Leoteca, de la lectura social, de compartir una pasión.

¿Y cómo fue el salto del 1.0 al 2.0?
Conocí una plataforma alemana que tenía a los niños muy enganchados a la lectura. Fui a Alemania, la conocí y vi la idea de compartir vía internet. Cuando volví a España comprobé que algo similar existía, pero no era lo que yo estaba buscando exactamente y me lancé a la piscina, busqué a mis socios, entré en contacto con las editoriales y nació Leoteca.

Ya sabemos cómo funciona Leoteca para los menores ¿y para los profesores?
Tienes la posibilidad de crear clases, tus grupos para seguir, y también puedes conectar con los padres. Hay un espacio de trabajo que te permite crear animaciones, escribir textos, etc. Además puedes crear cuestionarios, que se corrigen en línea, en torno a los libros. Inicialmente Leoteca está pensado para Primaria, pero sí que tenemos muchas maestras de Infantil que tienen perfiles y comparten, comentan mucho y sus amigas en Leoteca son otras maestras. Los usuarios adultos tienen todo abierto y pueden contactar con quien quieran. Por último, los adultos tienen acceso instantáneo a informes de seguimiento de lectura de los menores. No hay ninguna nota, no es una calificación, solo ves lo que han leído, lo que han comentado, los marcianos que tienen, su actividad.

¿Y los padres?
Los padres pueden crear su familia igual que los profes crean su clase –si los profesores quieren pueden invitar a los padres a sus clases–. Muchos padres lo que tienen es un perfil asistido: por ejemplo, tienen un niño de 3 años, por lo que no se puede meter solo, así que sus padres se meten en su nombre. Esto tiene de bueno que cuando el niño tenga 10 años tendrá un registro de todo lo que ha leído y lo que ha comentado.

¿Para ti lo ideal es que partcipen familia, alumnos y profesores?
Sí, que los tres estuviesen conectados, ese es el ideal. nP. ¿Cómo gestionáis el tema privacidad con los menores? nR. Esto ha sido uno de nuestros comederos de cabeza porque sabemos que la mayoría de edad en internet se consigue con 14 años y nosotros justamente estamos hasta esa edad. Ningún niño se puede dar de alta solo en Leoteca, siempre pasa por un adulto, su padre o su tutor en el colegio. Si es un tutor, el niño solo se puede comunicar con los niños de su clase, a no ser que el profesor invite al padre y sea él quien empiece a manejar la cuenta y su privacidad. Existe una mensajería que en el caso de los profesores solo te permite enviar recomendacione de libros y solo se puede usar dentro de la clase. En el caso de los padres pueden decidir si abren la mensajería para todos los usuarios o no, así como a quién pueden ver sus hijos, si solo a sus amigos, a todo el mundo, etc. Por otro lado, en Leoteca no hay datos personales de los usuarios.

Con un catálogo tan amplio de títulos ¿cada uno es libre de leer lo que quiera?
Sí, pero nosotros hacemos todos los meses recomendaciones y presentamos un autor, que pensamos que merece la pena y que a lo mejor no es muy conocido. Las recomendaciones las hacemos con la ayuda de especialistas en literatura infantil y juvenil porque reivindicamos que la lectura sea de calidad. Así que creemos que estas recomendaciones pueden servir de guía a padres y profesores.

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