Una Educación en Valores innovadora y entretenida

El objetivo era trabajar los valores de forma innovadora y participativa.
Martes, 12 de mayo de 2015
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Educamos en valores continuamente, puesto que los transmitimos consciente o inconscientemente en todas las actividades con los alumnos o en nuestra relación con ellos. Pero el problema con el que nos encontramos los educadores en nuestra práctica docente es que, mientras nadie discute que la Educación en Valores debe empezar en las primeras edades, los referentes y materiales didácticos, así como la bibliografía al respecto, son muy escasos. De ahí la idea de este proyecto de innovación educativa Siembra valores, recoge esperanza, llevado a cabo en la clase de 2º A de Educación Infantil del Colegio Marista “San José” de León, en el que se pretende plasmar de forma sistematizada una metodología para trabajar los valores, incluyendo la dimensión espiritual de manera innovadora que motive al alumnado y que fomente la participación de las familias en el proceso educativo.

El objetivo era potenciar las capacidades psicológicas, afectivas y relacionales de cada alumno, adiestrando en la escucha del cuerpo, de los pensamientos y de las emociones, tanto propios como ajenos, fomentando en los alumnos valores positivos para que aprendan que lo más importante es conocerse y quererse a uno mismo y eliminar aquellos valores negativos. Para ello, la metodología empleada fue la del Libro viajero, del método Rumbo a Nubaris, cuya mascota protagonista es Moli, que fue el encargado de acompañar al libro a cada uno de los hogares de los 25 alumnos, para que cada niño/a le presentara a su familia y juntos trabajaran un valor de su elección.

La principal misión de las familias era ayudar al niño/a cuando Moli llegara a su casa a elegir un valor y trabajarlo de la manera más original y divertida posible, utilizando todo tipo de recursos y plasmarlo de forma sencilla en el libro viajero, ya que después sería expuesto en clase a todos sus compañeros y seguiría viajando por el resto de hogares. Por su parte, la tutora se encargaba de reforzar transversalmente cada uno de los valores elegidos y trabajados por los alumnos, incluyendo y fomentando el uso de las nuevas tecnologías, como la pizarra digital y la elaboración de un blog que permitiera una comunicación y colaboración constante escuela-familia.

El primer niño en recibir a Moli en su casa fue Guzmán y lo recibió con los brazos abiertos, ya que juntos descubrieron lo importante que es la amistad. Le presentó a sus amigos y pudo comprobar cómo se divertía con ellos y lo feliz que se sentía cuando estaba a su lado. Para ello elaboró una ruleta de expresión no verbal de dichos sentimientos.

Aitana consiguió sacar el lado más deportista de Moli y lo invitó a participar, junto a su familia, en varias carreras solidarias que se celebraban con motivo de las fiestas navideñas. Le demostró la importancia de la solidaridad para poder ayudar a otras personas y sentirte muy feliz haciéndolo. Pero revisando todo lo que sus compañeros habían relatado con anterioridad en el Libro viajero, supo encontrar todos esos valores durante la estancia de Moli en su casa.

Moli descubrió también que Gabriel tiene una familia muy peculiar, ya que provienen de diferentes países con sus correspondientes diferentes culturas, idiomas, costumbres… Gracias a él Moli aprendió que todos somos únicos y especiales y que debemos respetarnos aunque seamos diferentes, lo que se conoce como respeto a la diversidad.

Con Gabi, Moli fue testigo de cómo consiguió superar su miedo a la piscina y a los coches de choque. Juntos aprendieron que la valentía es necesaria para poder formarnos como personas, ya que enfrentándonos a los retos descubrimos de lo que somos capaces y aprendemos a superarnos a nosotros mismos. Nos contaron el cuento de Fantasllorón y, del mismo modo, expusieron ejemplos de profesiones en los que hace falta ser valientes para poder ayudar a otras personas.

Educación en Valores
Tanto los niños como sus familias se mostraron muy colaboradores e ilusionados y se trabajaron una gran variedad de valores: la amistad, el esfuerzo, la solidaridad, la cooperación, la obediencia, la generosidad, la coeducación, el respeto a la diversidad…

La evolución de las tecnologías es un triunfo del hombre, pero quizás este triunfo, que nos aporta un bienestar económico y cultural, hace que dejemos de lado, sin pensar demasiado, la dimensión humana de la persona.Como educadores que so-mos, hemos de ser conscientes de nuestro rol y de la manera como ayudamos a nuestros alumnos a construirse personal y socialmente. Es por esta razón que consideramos la Educación moral como una construcción en la cual la escuela, la familia, los iguales, tienen un papel muy importante.

Coral Chamorro Ordás
Colegio Marista “San José” de León

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