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Determinados rendimientos académicos no se corresponden con el tipo de inteligencia

Una investigación dirigida por María Ángeles Martínez-Berruezo, miembro del grupo Neuropsicología y Educación de UNIR Research, no encuentra relación directa entre el rendimiento de asignaturas como, por ejemplo, Ciencias Naturales, con su tipo de inteligencia asociado, lo que lleva a plantear a las autoras si estas inteligencias se están evaluando adecuadamente.
MagisnetViernes, 17 de julio de 2015
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Un total de 75 alumnos españoles de 1º y 4º de la ESO participaron en el estudio realizado por María Dolores Ramos-Amaya, alumna de UNIR, y dirigido por María Ángeles Martínez-Berruezo, profesora del Máster en Neuropsicología y Educación e investigadora de UNIR, cuyo objetivo es averiguar si existe una correlación entre el rendimiento en las diferentes asignaturas y las destrezas en los distintos tipos de inteligencia descritos por Howard Gardner.

La investigación Análisis de Inteligencias Múltiples en el alumnado de Educación Secundaria. Un enfoque neuropsicológico, obtiene resultados que cuestionan la atención a las Inteligencias Múltiples en España. Al contrario de lo esperado, y a pesar de que las autoras reconocen que precisarían de una muestra de mayor tamaño para confirmar sus descubrimientos, son pocos los casos en los que un tipo de inteligencia se corresponde a la predicha. Así, los alumnos con una mayor inteligencia lingüística obtienen mejores notas en Ciencias de la Naturaleza que los encuadrados dentro la inteligencia naturalista. Es decir, no existe una relación directa entre las calificaciones en esta asignatura y la inteligencia naturalista.

Las únicas materias en las que el tipo de inteligencia predice adecuadamente el resultado son Matemáticas y Lengua Castellana. En el resto se da ausencia de relación o relación con varias inteligencias. Por ejemplo, los mejores alumnos en Lengua Extranjera son aquellos en los que predomina la inteligencia naturalista y musical.

«Estos resultados nos hacen reflexionar sobre lo que estamos evaluando realmente en cada asignatura, es posible que en Ciencias Naturales estemos calificando a los alumnos por su dominio de la gramática y no de las competencias propias de la asignatura», comenta la investigadora. Por lo tanto, las autoras abogan, primero por una mejora de los criterios para evaluar las inteligencias múltiples que mejoraría la orientación laboral de los jóvenes y, segundo, por una mayor adecuación de los sistemas de calificación de cada asignatura para que giren en torno a sus competencias específicas.

Otra de las conclusiones del estudio es que, en contra de las principales teorías sobre el tema, los alumnos de 1º de la ESO superan en la mayoría de los tipos de inteligencia a los de 4º de la ESO. María Dolores Ramos-Amaya afirma en el estudio que deberíamos cuestionarnos «si nuestro sistema educativo en los últimos y más importantes cursos de la etapa Secundaria necesita un cambio, porque no existe la relación entre la evolución de IM y el aumento de la edad».

La profesora Martínez-Berruezo considera que nuestro sistema educativo «está trabajando de forma casi arcaica con las inteligencias múltiples tanto en aptitudes como en actitudes». Sin embargo, apunta a que «los alumnos actuales son multitarea, representan prácticamente un cambio evolutivo por su adaptación a un nuevo ambiente tecnológico que redunda en unas mayores conexiones neuronales».

Las autoras del estudio defienden, además, el fomento de la evaluación y seguimiento de las inteligencias múltiples del alumno para que cada persona pueda orientarse mejor laboral y vocacionalmente. «Si sabemos captar y evaluar los diferentes tipos de inteligencia, nos encontraremos con alumnos más motivados y seguros, porque sienten que su ambiente social y familiar les apoya y refuerza en aquello para lo que tienen mejores capacidades».

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