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Lo que de verdad importa regresa a Madrid con nuevas historias

“Cuando el mundo parezca oscuro, quédate conmigo”, reza la canción Stand by me, con la que se dio el pistoletazo de salida a la novena edición del congreso Lo que de verdad importa en Madrid.
Esther Mª GarcíaMartes, 1 de diciembre de 2015
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Jennifer Teege, la segunda por la izquierda, y Alexia Vieira, la segunda por la derecha, junto a los otros ponentes.

Los más de 2.000 jóvenes que abarrotaban el Palacio Municipal de Congresos corearon y animaron al músico Clarence Bekker que contagió a todos su alegría y su sonrisa. Y es que, aunque el mundo sea oscuro, siempre hay algún motivo para sonreir, porque una sonrisa puede mover el mundo. Este es el mensaje que quiso transmitir la primera ponente del día: Alexia Vieira.

Alexia, portuguesa de nacimiento, vive desde 2007 en Mozambique, donde creó la Fundación Khanimambo, que en lengua shangana significa “gracias”. Un gracias para los que han aportado su granito de arena para que este proyecto siga adelante, pero un gracias también para todos los niños y niñas que agradecen cada día la labor de Alexia y sus colaboradores. Gracias a ellos pueden cumplir sus sueños, sueños tan simples como poder ir la escuela o tener unos zapatos.

Los jóvenes asistentes también dieron las gracias a Alexia con una calurosa ovación. Tras su intervención, el Palacio de Congresos parecía más cálido, un lugar donde los sueños pueden cumplirse, eso sí, con esfuerzo. Cumplir un sueño no es solo alcanzarlo, sino el camino con altos y bajos que se tiene que atravesar para conseguirlo. “Los sueños se cumplen, pero con esfuerzo y trabajo duro, derramando sudor y derramando lágrimas”, les explicó Alexia. Pero, sin duda, merece la pena.

No le temas al pasado
Las sonrisas emocionadas del público mudaron en caras de estupor cuando Jennifer Teege subió al escenario. Su historia no hablaba de sueños, hablaba de superación y de cómo, tras un acontecimiento que nos hunde, podemos volver a sonreír. Teege tenía 13 años cuando, por casualidad, reconoció a su madre biológica en la portada de un libro. Descubrió que Monika Göth, su madre, era la hija de Amon Göth, el comandante del campo de concentración de Plaszow, interpretado por Ralph Fiennes en la famosa película La lista de Schindler. Descubrir esto destrozó a Jennifer en una edad decisiva para la formación de la personalidad adulta. ¿Por qué mi abuelo hacía esas cosas? Le gustaba hacer sufrir a las personas, ¿seré yo igual?¿Voy a convertirme en una persona violenta? Estas preguntas no la dejaban hacer una vida normal. Finalmente decidió que no podía dejarse vencer, que ella no era su abuelo, aunque sí que se sentía responsable por los crímenes tan atroces que este había cometido. Así, decidió visitar a las personas relacionadas con el campo de Plaszow y escuchar sus historias. “Hay que aprender del pasado y tener un espíritu crítico”, defendió Teege ante su público. De eso precisamente trata este congreso, de que las nuevas generaciones aprendan y tengan como ejemplo la experiencia de las anteriores.

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