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Sindicatos docentes rechazan ser evaluados también según la opinión de los alumnos

CCOO y ANPE han rechazado las propuestas del Libro Blanco de la Profesión Docente como que los sindicatos se dediquen solo a la representación laboral, no a cuestiones profesionales, o que la opinión del alumno se tenga en cuenta entre los elementos de evaluación de los profesores. CSIF cree que se trrata de "ocurrencias" y STES dice que demuestra un "desconocimiento de la realidad en la Educación".
MagisnetMiércoles, 9 de diciembre de 2015
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Estos sindicatos han cuestionado el procedimiento para elaborar el documento, encargado por el Ministerio de Educación al pedagogo José Antonio Marina, y se han remitido a la negociación de los sindicatos con el departamento para cualquier asunto relacionado con un futuro Estatuto docente. En declaraciones a Efe, el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Francisco García, ha enfatizado que se trata de un libro sobre los docentes «sin contar con el profesorado». «Queriendo o sin querer, (Marina) se ha prestado a una operación de maquillaje de las políticas educativas del PP», a una «cortina de humo» en vísperas electorales, ha interpretado.

No comparte García que tenga que haber un Cuerpo de Directores ni que la evaluación sea exclusivamente del profesorado, sino que debe formar parte de una general del diagnóstico del sistema educativo. Además, le ha parecido «chocante» que Marina plantee la opinión de los alumnos (medida con cuestionarios debidamente estudiados) como parte de la evaluación del docente, ni comparte la vinculación de la retribución a los resultados de los alumnos, algo que habría que matizar «mucho».

También considera «poco acabada» la propuesta de formación inicial y avisa de que una prueba para acceder al Máster de profesorado podría dejar en el «limbo» a miles de graduados de Magisterio. Para el secretario general de FE-CCOO, el punto válido de partida es la propuesta de Estatuto acordada por los sindicatos con el Ministerio en 2007, gobernando el PSOE, que no salió por razones presupuestarias.

El presidente de ANPE, Nicolás Ferndández Guisado, ha reclamado que las propuestas procedan del Ministerio en la Mesa Sectorial de Educación, no de Marina, para que el debate no sea «en el aire». Y ha rechazado que Educación haya publicado el Libro en la web ministerial para que todo el mundo opine «aleatoriamente», lo que considera un «debate de distracción que no conduce a ninguna parte». También ha defendido que ANPE es un sindicato profesional y tiene que opinar no solo de condiciones laborales, sino del sistema educativo. «Estamos de acuerdo con la evaluación del desempeño, pero con criterios serios. Que las retribuciones dependan de la opinión del alumno es absolutamente rechazable», ha insistido.

Sobre que los docentes mejores vayan a los centros de peores resultados, entiende que implicaría una «clasificación anacrónica» y que el anhelo de los profesores es mejorar por concurso de méritos. En cualquier caso, cree que es «fundamental» una memoria económica que acompañe al Estatuto, sobre el que había un «pacto» en 2007, ha recordado.

Por su parte, CSIF ha lamentado que las medidas que plantea el Libro Blanco parecen «ocurrencias» que no favorecen la mejora del sistema educativo ni el «prestigio de la labor docente». La CSIF ha pedido en un comunicado al departamento que dirige Íñigo Méndez de Vigo que convoque una reunión cuanto antes para hacerles entrega del documento, del que han criticado que solo lo conocen por los medios de comunicación.

En cualquier caso, el sindicato ha criticado que «se estén trasladando» medidas concretas a la opinión pública, cuando, a su juicio, «la cuestión debe ser tomada como un problema global» y tratarse dentro de un marco que englobe todas las cuestiones que afectan al profesorado. Así, el sindicato considera que es una «buena oportunidad» para establecer «por fin» un Pacto por la Educación, empezando por el profesorado, que garantice «una estabilidad en la estructura y currículo de las enseñanzas para varias generaciones». Y dentro de ese pacto, precisa el comunicado, elaborar un Estatuto Docente, que contenga todas las cuestiones laborales que afectan al profesorado. «A partir de este documento –subraya la CSIF– se pueden tratar estas medidas; fuera de él, parecen ocurrencias que no favorecen a la mejora del sistema educativo y, mucho menos, al prestigio de la labor docente, algo esencial para un buen modelo educativo».

Respecto a la evaluación docente, la CSIF recalca que tiene que realizarse a partir de «criterios objetivos» que «en ningún caso» pueden partir de los resultados académicos y que no pueden aceptarse «opiniones subjetivas» como propone en algún punto el Libro Blanco. Sobre el «MIR educativo», el sindicato sostiene que no aceptará ningún modelo que contemple «al profesorado en formación con bajas retribuciones» y recuerda que el modelo actual de retribuciones es el «mínimo» y, a partir de ahí, deben contemplar mejoras que tengan que ver con la carrera profesional.

La CSIF reitera su disposición de negociar para alcanzar «el anhelado Pacto de Estado» y anuncia que, cuando conozcan el contenido del Libro Blanco, harán una valoración más detallada.

La confederación intersindical STES ha considerado que las iniciativas y medidas incluidas en el Libro Blanco demuestran un «desconocimiento de la realidad en la Educación». El documento «se limita a hacer gala de un notable desconocimiento de la realidad educativa actual y a obviar los verdaderos problemas que los años de recortes y depauperación han traído a la enseñanza pública», ha resaltado STES en un comunicado.

STES también ha criticado que se pase «de puntillas sobre el incremento de tareas, el número de alumnado al que atender o del despido de 40.000 docentes en los últimos años». Este sindicato ha señalado que tampoco se mencionan «las condiciones en las que se desarrollan las actividades docentes ni sobre las dificultades que atraviesan las familias y el alumnado».

Además, ha rechazado que el Libro Blanco se haya presentado en plena campaña electoral y que el PP y otras fuerzas políticas aumenten «el coro de quienes achacan al profesorado la responsabilidad de los males de nuestra Educación». «La falta de evaluación del profesorado es la base de todos los males» para Marina, según este sindicato, que cree que el objetivo es «vencer resistencias» eliminando como interlocutores válidos a los sindicatos docentes o reforzando la figura de los directores.

Sobre el propuesto «MIR docente» que haría que un profesor hiciera el Grado (cuatro años) más un Máster y dos años de prácticas remuneradas (otros tres años), STES ha opinado que solo se aumentaría en un año la formación pero que en vez de pagar al profesorado en prácticas como ahora un salario similar al profesor se le daría el equivalente al MIR, unos 1.000 euros.

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