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Fundación Unicaja apuesta por la arteterapia con las personas con discapacidad intelectual

Fundación Unicaja inició en Antequera (Málaga) un ciclo de talleres de arteterapia para niños y adultos con discapacidad intelectual. Son unos talleres intensivos que pretenden mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad intelectual.
RedacciónMartes, 9 de febrero de 2016
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La iniciativa se va a desarollar en museos y centros culturales que tiene la entidad en Antequera, Ronda y Málaga capital, además de en Almería y Cádiz. Se espera que participen un total de 250 niños y adultos con discapacidad intelectual. Además de mejorar su calidad de vida, se pretende también favorecer su capacidad creadora y potenciar el desarrollo de su autonomía.

El proyecto contempla la celebración de dos talleres al mes, en días diferentes. Uno para menores y otro para adultos, que se celebrarán hasta el próximo mes de junio. Cada taller se estructura en cinco temas para desarrollar el concepto global de lo que sería conoce mi mundo y en el que se comienza trabajando sobre el autoconcepto para seguir con la familia, el colegio y el centro, los otros-la sociedad, y mi entorno-mi ciudad.

Qué es la arteterapia
La arteterapia es una disciplina que persigue, a través de la práctica artística, la curación y la socialización de personas en situaciones vitales problemáticas. El arte es un medio de expresión, comunicación y desarrollo personal del ser humano, por este motivo debe ser un medio accesible para todas las personas independientemente de las capacidades que tengan. La arteterapia se centra en la propia persona con discapacidad, en su realidad, necesidades y posibilidades y analiza, a su vez, los diferentes lenguajes de las artes, sus posibilidades expresivas y comunicativas que les serán útiles en la aplicación de esta disciplina. Será el proceso creativo el capítulo más importante, así como los estímulos previos que se propician para que la persona entre en una experiencia de vivencia.

Los mencionados estímulos se procuran a través de talleres y actividades como las artes plásticas, la música, la danza y el teatro en un marco lúdico que consigue que la persona con discapacidad intelecutal explore sus posibilidades individuales y de relación con los demás.

El resultado de estos talleres muestra cómo el arte se convierte en un medio de comunicación de lo interno y propio con lo externo y conlleva un desarrollo personal, como manifestación de sentimientos y creatividad y no como imitación.

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