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Los centros baleares elegirán la enseñanza de lenguas desde su autonomía

El nuevo decreto derogará el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) que aprobó el PP en la anterior legislatura y que regulaba la enseñanza de una tercera lengua extranjera en los centros baleares. La nueva ley permitirá a los centros tener más autonomía para aplicar otros idiomas.
Javier RomeroMartes, 2 de febrero de 2016
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El pasado día 22 de enero la presidenta de las Islas Baleares, Francina Armengol, y el conseller de Educación y Universidad, Martí March, anunciaron el nuevo decreto que regulará la enseñanza y aprendizaje de las lenguas extranjeras en los centros educativos de las islas. Este nuevo decreto ofrecerá a los centros educativos mayor autonomía a la hora de realizar propuestas pedagógicas en materia de enseñanza de lenguas extranjeras.

“Esta nueva normativa respeta nuestra lengua a la vez que permite y potencia el aprendizaje de otras, basándose en el respeto y el consenso con la comunidad educativa”, declaró la presidenta. Por su parte, el conseller afirmó que “en ningún caso el decreto obligará a los centros educativos, sino que de manera voluntaria y desde la autonomía podrán adoptar la enseñanza de otro idioma que elijan, siempre respetando el decreto de mínimos”.

El Decreto para el desarrollo de la competencia comunicativa en lenguas extranjeras en los centros educativos sostenidos por fondos públicos derogará la anterior normativa aprobada por el último Gobierno del PP, el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL).

Singularidades
La nueva norma se aplicará en los centros que imparten Educación Infantil, Primaria, Secundaria, FP, Bachillerato y Régimen Especial. Los centros deberán impartir las materias en castellano, catalán e incluir una lengua extranjera. La nueva legislación permitirá el carácter voluntario a la hora de impartir las materias no lingüísticas en una lengua extranjera siendo los propios centros quienes determinen esa decisión.

La enseñanza mediante lenguas extranjeras se podrá realizar total o parcialmente en Infantil, una materia en Primaria y Secundaria y en un módulo de FP sin necesidad de solicitar un permiso mientras que a la hora de ampliar en una segunda materia o módulo en lengua extranjera se deberá aportar un informe pedagógico que justifique el contexto y los recursos que contiene el centro en concreto.

El profesorado que imparta las asignaturas en lenguas extranjeras deberá tener en los cursos de Infantil y Primaria un nivel correspondiente al B2 mientras que en las etapas de Secundaria y de FP el nivel requerido será el equivalente a un C1 o superior. El personal de Secundaria que actualmente tiene un nivel de B2 dispone de cinco años para alcanzar el nuevo mínimo exigido.

Oposición al Decreto
La portavoz parlamentaria del PP, Marga Prohens, recalcó que la nueva ley provocará “desigualdades” entre los alumnos mientras que declaró que “para decidir que cada centro haga lo que quiera no hace falta un conseller de Educación” en referencia al aumento de la autonomía de los centros. Prohens ha pedido que se superen las diferencias partidistas y se apoye el consenso para una ley educativa.

Por su parte el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de las islas (STEI) consideró que el Govern se “precipitó” al anunciar el Decreto sin el consenso de la comunidad educativa a la vez que lamentó que al principio de la legislatura, en la Mesa Sectorial, se pactara consensuar el modelo lingüístico.
“Lamentamos que la prioridad del Govern no sea trabajar al mismo tiempo por el catalán y por las lenguas extranjeras, las dos deficitarias en el sistema educativo isleño” aseveró el sindicato.

Asimismo el sindicato UGT reclamó un modelo de enseñanza que garantice el dominio de los dos idiomas oficiales con un grado de competencia lingüística “suficiente”.

La organización puntualizó que para enseñar una lengua extranjera se requiere más dotación de recursos para poder reducir las ratios, aumentar el número de auxiliares de conversación y formar docentes.

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