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“Los padres suelen aceptar los programas de bilingüismo, sea cual sea su nivel de calidad”

El director del I Congreso Internacional de Enseñanza de Inglés (EICE 2016), Xavier Gisbert, advierte de que, si en vez de conformarse con lo que reciben, las familias exigieran mayor implicación a las administraciones educativas, éstas desarrollarían programas bilingües mejor diseñados, más rigurosos y exigentes.
Adrián ArcosMartes, 15 de marzo de 2016
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Xavier Gisbert.

Tanto la enseñanza de idiomas como su aprendizaje son grandes retos a los que se tiene que seguir enfrentando el sistema educativo español. De ahí surge EICE 2016 –el I Congreso Internacional de Enseñanza en Inglés en Centros Educativos–, que se celebrará en Valencia los días 6, 7 y 8 de mayo con el fin de contribuir al desarrollo de una enseñanza de idiomas de máxima calidad, que contemple los distintos modelos que utilizan los centros, mediante conferencias, talleres y comunicaciones de expertos. Su director, Xavier Gisbert, nos da más detalles sobre la enseñanza del inglés.

A nivel general, ¿cuál es la situación de la enseñanza del inglés en nuestro país?
La enseñanza del inglés en nuestro país ha ido mejorando en la última década, aunque de manera muy irregular. La puesta en marcha de programas bilingües ha supuesto un avance cualitativo en la mejora de los niveles lingüísticos de muchos de nuestros jóvenes, aunque esos programas han sido muy variados, con notables diferencias en cuanto a su calidad. Hay comunidades que han apostado fuerte por la enseñanza bilingüe, pero para que los resultados sean los adecuados el esfuerzo debe ser mantenido. La impresión general que la sociedad tiene de la enseñanza bilingüe es favorable, cualquiera que sea la región o el programa, ya que para los padres, cualquier añadido, cualquier oferta, cualquier mejora, por pequeña que sea, es buena.

¿Cuál es la situación de los programas de bilingüismo en las distintas comunidades autónomas?
La situación de la enseñanza bilingüe es muy variada en las distintas comunidades autónomas. Como he indicado antes, los padres lo aceptan y lo valoran todo, sea cual sea su calidad, y eso hace que los responsables políticos no necesiten esforzarse mucho. Aunque basados todos ellos en la buena voluntad, no todos los programas bilingües que se desarrollan en España son iguales y entre ellos hay notables diferencias. Pero, en general, la enseñanza bilingüe se mide por el nivel de satisfacción de los padres, indicador enormemente subjetivo, pero válido. Si las familias fueran conscientes de que se les podría ofrecer a sus hijos una enseñanza de mucha mayor calidad simplemente desarrollando un programa bilingüe bien diseñado, riguroso y exigente, en vez de conformarse con lo que reciben, exigirían a las administraciones educativas una mayor implicación.

¿Pero son realmente efectivos los centros bilingües?
Los centros bilingües son la mejor opción que existe para garantizar que los alumnos alcancen unos adecuados niveles de competencia lingüística. De las dos modalidades de enseñanza de idiomas que tenemos, inglés como lengua extranjera o a través del Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lengua (Aicole), ésta última es, sin duda alguna, la más eficaz.

¿Deberían evaluarse los programas bilingües?
Llama la atención el empeño que existe desde ciertos sectores por exigir una evaluación del único programa bilingüe que contempla la evaluación como uno de sus ejes, que es el de la Comunidad de Madrid. No les importa ni les interesa que se evalúen otros de los muchos programas que existen –Bachillerato de Excelencia, Bachillerato Internacional, FP dual, FP Básica…–; quieren evaluar el único programa que evalúa a sus alumnos tres veces en Primaria y dos en Secundaria. Los resultados de las pruebas CDI y diversos estudios avalan los resultados que corroboran año tras año las evaluaciones externas del programa. La evaluación de un programa bilingüe debe centrarse en el nivel de competencia lingüística de los alumnos. Todo lo demás que se quiera evaluar se debe realizar por igual a todos los alumnos tanto de centros bilingües como no bilingües. La evaluación es necesaria y, en mi opinión, habría que evaluar todos los programas y a alumnos de centros bilingües de toda España.

¿Qué metodologías están implantándose con éxito en las aulas en cuanto a la enseñanza bilingüe?
En la enseñanza bilingüe el marco metodológico es el Aicole, es decir la enseñanza de asignaturas –o contenidos– en otro idioma y, para ello, las recomendaciones generales que deben aplicarse son que los profesores hagan uso de las tecnologías y basen su trabajo en la elaboración propia de materiales.

¿Es útil la presencia de auxiliares de conversación?
Los auxiliares de conversación son, sin duda, uno de los mejores recursos con los que puede contar un programa bilingüe. No presentan ningún inconveniente. Solo ventajas. Disponer en las aulas de jóvenes nativos cuya misión es contribuir al desarrollo del programa aportando su lengua y su cultura en un ambiente real, es garantizar parte del éxito de la oferta educativa.

¿Realmente no presentan ningún inconveniente?
Es cierto que algunos críticos del bilingüismo, especialmente del de Madrid, llegan a criticar incluso la figura de los auxiliares de conversación, prueba de que en la guerra todo vale. La presencia de estos jóvenes produce al menos dos efectos directos muy positivos. Uno es en relación con los alumnos, ya que les permite oír la lengua que deben utilizar en clase, hablarla y practicarla con un nativo. Y otro, por supuesto, con los maestros y profesores, ya que no solamente les ayudan y apoyan en clase, sino que les sirven de estímulo para seguir esforzándose y mejorando.

¿Cuál es la situación de la formación del profesorado en inglés en nuestro país?
El plan de formación en lengua inglesa que se puso en marcha en la Comunidad de Madrid en el año 2008, y que se sigue aplicando, ha dado muy buenos frutos. Consiste simplemente en utilizar todos los recursos posibles y ponerlos a disposición de los profesores. Éstos necesitan que se les ofrezca formación, pero no una formación cualquiera. Debe ser de calidad, variada, específica, personalizada, que atienda los intereses y las necesidades reales de los profesores. La formación lingüística no consiste en ofrecer clases de inglés. Es mucho más. La formación del profesorado es una de las asignaturas pendientes de las administraciones. Debe centrarse de manera prioritaria en la mejora de las competencias profesionales, que es lo que de verdad produce impacto en la formación de los alumnos.

¿Cómo está el campo de las nuevas tecnologías aplicadas a la enseñanza de idiomas?
Este es un terreno pantanoso en el que hay que aprender a moverse. El uso de pizarras digitales, de dispositivos tecnológicos dan a la enseñanza de idiomas todo su sentido ya que la desarrolla en su contexto real. Otra cosa es su uso relacionado con la formación. Si bien la formación en línea tiene grandes ventajas en ciertas áreas, soy escéptico en cuanto a su utilidad para la enseñanza de idiomas. El contacto directo, la presencia, la interacción, son elementos fundamentales para el aprendizaje de idiomas. Alguna formación en línea realizada de manera puntual y con una orientación y unos objetivos determinados puede resultar positiva, pero yo sería muy prudente con el abuso de la enseñanza de idiomas en línea.

¿Por qué los españoles tenemos tantos problemas con los idiomas?
Los españoles no tenemos más problemas con los idiomas que la mayoría de los países de nuestro entorno. Lo que ocurre es que, a pesar de los esfuerzos de las familias y de muchos profesores, la enseñanza de idiomas pocas veces ha sido una prioridad política en nuestro país y cuando lo ha sido, se ha basado más en la voluntad que en el conocimiento. A nivel nacional, tampoco ninguna ley de Educación ha sabido establecer mecanismos de mejora.

¿Hasta qué punto ha llegado la importancia de saber hablar inglés?
Hoy en día el conocimiento de idiomas, especialmente el inglés, se asocia de manera directa con el futuro profesional y laboral. Pero el objetivo no debe ser limitar esos conocimientos a una sola lengua. Cada vez será más necesario el dominio de varios idiomas y no conviene dormirse en los laureles.

¿Cuál es su consejo para acercarse a los idiomas de una forma más natural?
Cualquier persona medianamente sensata entiende que la forma más natural de aprender un idioma es en casa, en el ámbito familiar, y que es una falacia pretender que en ese ámbito se pueda aprender, con carácter general, dos idiomas, y que uno de ellos sea el inglés. Lo que hacen las administraciones y la escuela es ofrecer la posibilidad de que los alumnos puedan acceder a una enseñanza hasta hace poco reservada a ciertas élites.

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