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“Asumir que equivocarse es parte del aprendizaje nos haría muy bien”

Repasamos con Juan Manuel Muñoz, de OTB Innova, los modelos de aprendizaje actuales y los cambios que, poco a poco, se están introduciendo. Hablamos también de la labor de OTB Innova con los centros educativos a los que presta ayuda y asesora en diversas materias.
Ylenia EspinosaMiércoles, 18 de mayo de 2016
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Juan Manuel Nuñez es licenciado en Pedagogía y posee un máster en Información Educativa. Ha trabajado como asesor pedagógico y ha sido director corporativo TIC. Actualmente es socio director en la empresa OTB Innova, dedicada, entre otras cosas, a la asesoría y gestión de proyectos en numerosos centros educativos. Juan Manuel Nuñez ha protagonizado una de las conferencias del ciclo propuesto por la Fundación Botín, La Educación que queremos. En la charla, Nuñez repasa las innovaciones que se están introduciendo en el sistema educativo.

La charla se titula El Riesgo de educar. En la presentación dices que “educar supone asumir riesgos, incluso equivocarse”. ¿Podrías hablar un poco de estos conceptos?
La charla tenía de inicio un origen más pensando en analizar la Educación desde un punto de vista filosófico. La he preparado empezando por cuáles son los fines de la Educación y terminando por qué cosas deberían estar pasando en las aulas. Deberían estar pasando cosas que, desde mi punto de vista, no están pasando de una forma generalizada. Se arriesga poco y, además, cuando se arriesga y te equivocas, quedas estigmatizado. Vivimos en un mundo en el que el sistema se ha conformado de tal manera que el error se paga para mal. Decía Churchill que “el éxito es el lugar al que llegas de fracaso en fracaso”. A mí me parece que tomar conciencia de que equivocarse es bueno y es parte del aprendizaje nos haría muy bien a todos en el sistema educativo.

¿Cómo crees que puede hacerse para que en la sociedad un error se pueda ver como aprendizaje y no haya esa estigmatización?
Yo creo que se puede hacer si desde las escuelas educamos a los niños en esta filosofía. ¿Cómo podemos generar una sociedad que entienda un error que parte de la reflexión del estudio y del arriesgar sabiendo dónde vas? Fomentando eso en las escuelas. Creo que si variáramos un poco el modelo educativo hacia un modelo en que el alumno tuviera más autonomía y el profesor no fuera tan directivo ni se inmiscuyera tanto en su labor, el alumno tendría tiempo para equivocarse y luego para darse cuenta de dónde está el error. El problema que tenemos ahora con la escuela es que en muchos centros es se está demasiado encima del chaval. En cuanto parece que va a tener un error, vamos a corregir. Ahí hay un proceso que tiene que ver con que los profes den un paso atrás en el aula.

Que haya un riesgo y una equivocación está ligado en muchas ocasiones a innovar. ¿Cuál suele ser la postura del centro a la hora de introducir la innovación?
Hasta hace unos años, la innovación partía mucho de profesores o profesoras individuales. Ahora está pasando algo que a mí me encanta, que es que tanto centros como agrupaciones, incluso dentro de las administraciones públicas, están innovando como ecosistema. En general, en los colegios hay una generalidad, tienen en su discurso político y pedagógico la necesidad de cambio, pero no todos luego lo impulsan. Esta es la parte negativa. La parte positiva es que cada día son más y, además, yo creo que el crecimiento de este grupo de centros que está trabajando por reflexionar si lo están haciendo bien o se puede hacer mejor, cada vez es mayor.

En otra parte de la conferencia hablas de “la necesidad de analizar el porqué profundo de la situación de la Educación en el contexto actual”. ¿Cuál es ese porqué?
No sé el porqué, lo que sé es que hay que preguntárselo. Nos preguntamos mucho si el niño tiene que aprender a escribir con 6 años o tiene que saber sumar quebrados con 8 años. Esto está bien, pero antes hay que preguntarse otras cosas. Creo que hay que preguntarse qué mundo queremos y, cuando tenemos esa respuesta dada, entonces pensar qué tengo que hacer en la escuela para que ese mundo esté ahí. Si nos hiciéramos esas preguntas, nos daríamos cuenta de que hay ciertas cosas de los centros y del modelo educativo que tenemos que nos obsesionan mucho y que en realidad no son nada importantes.

Trabajas como socio director de la consultoría educativa OTB Innova, ¿cuál es la labor fundamental de esta empresa?
Nos dedicamos a tres cosas, la primera es la de acompañar centros educativos e instituciones educativas en procesos de transformación. No llegamos con un modelo preestablecido, sino que lo que hacemos es acompañar al centro a cambiar en función de su contexto. La segunda cosa que hacemos es formación del profesorado. Además, intentamos conseguir que la formación que damos tenga permanencia en el trabajo en el aula. Luego hay una tercera pata que es la de gestión de proyectos educativos. Cuando alguien necesita montar o dirigir un proyecto de innovación educativa, nosotros podemos ayudar desde el principio hasta el final o en cualquiera de las fases intermedias.

¿Qué entendéis en OTB Innova por innovación educativa?
Nosotros partimos de la base de que cualquier persona tiene capacidad para innovar y capacidad para crear. Educativamente, innovar es tener la cabeza siempre levantada, mirando a tu contexto desde el punto de vista educativo, identificar los problemas que hay, ser capaz de ofrecer soluciones, establecer un proyecto de trabajo que le dé solución a ese problema, llevarlo a cabo, evaluarlo y mejorarlo las veces que haga falta y que al llevarlo a cabo provoque un cambio que, finalmente, resulte en una mejora para las personas que tengo a mi alrededor.

Ese proceso de innovación, ¿con qué frecuencia pasa a través de la tecnología?
Podría pasar sin tecnología perfectamente pero pasa muchas veces a través de ella. En ocasiones porque la tecnología es una palanca de cambio brutal. Al final la tecnología muchísimas veces viene a ser o el previo a la innovación o el post a la innovación.

¿Qué tipo de colegio acude a OTB Innova?
El tipo de colegio es fundamentalmente la Concertada y la Privada. Cierto es que cada vez más nos llaman más colegios públicos, pero es verdad que no tanto en un formato de acompañamiento durante mucho tiempo, sino en un formato de prestar formación o ayuda en alguna fase del proceso. Estoy seguro de que no es por falta de ganas, es porque las estructuras de la Educación y la gestión pública de los centros les impiden bastante esto. Es verdad que los colegios tienen cierta autonomía, pero para determinar decisiones que tienen que ver con cambios y con asunción de gastos tienen las manos atadas muchas veces.

En estos colegios que acuden, ¿cuáles son los objetivos que suelen tener o los problemas a los que se tienen que enfrentar?
Fundamentalmente los colegios tienen la intuición o la conciencia de que la sociedad ha cambiado pero ellos siguen haciendo lo mismo que hace 20 años. No solo la sociedad, los alumnos también son completamente distintos. Hay otra parte que viene por contagio puro, contagio de otros centros que sí han innovado, por ese boca-oreja. Luego hay otros que vienen por problemas internos en el centro: “Nos hemos dado cuenta de que los alumnos no atienden, tenemos problemas de matrícula, queremos implantar tecnología y no sabemos cómo hacerlo”…

La introducción de tecnología en la escuela, ¿en qué consiste actualmente?
Primero en todo lo que tiene que ver con la movilidad, con la implantación de dispositivos móviles en los centros, fundamentalmente tablets. Y es que las tablets, si se acompañan de un buen modelo de implantación de tecnología, ayudan mucho a transformar y mejorar el modelo de enseñanza de ese colegio. La segunda es la conciencia de que en realidad el objeto de la Educación es poner al alumno en el centro, no al profesor, el profesor debe dar un paso atrás. Cuando tomas conciencia de esto, entonces, la tecnología empieza a estar en manos del alumno, el papel del profesor en ese momento no es tanto manejar la tecnología como proponer a los alumnos de qué manera pueden ellos manejar la tecnología para que pueda servirles de ayuda en su aprendizaje.

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