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Aprender a programar, la competencia básica del futuro

Saber programación se está convirtiendo en una asignatura necesaria para vivir en una sociedad digital donde las profesiones son cada vez más tecnológicas.
Adrián ArcosMiércoles, 30 de noviembre de 2016
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Adrián Arcos
adrian@espacioeniac.com

Aunque hace tiempo que los ordenadores llegaron a las aulas, el uso que se les ha dado ha sido de instrumento pasivo que convierte al alumno en mero usuario. Los alumnos saben buscar información en internet o manejar aplicaciones, pero desconocen el funcionamiento de esos dispositivos. En la sociedad digital en la que vivimos, el software afecta cada día más a una parte importante de nuestras vidas. De ahí la importancia que tiene saber programar.

Manuel Hermenegildo, director del Instituto Madrileño de Estudios Avanzados (Imdea) y catedrático de Ciencias de la Computación de la Universidad Politécnica de Madrid, distingue entre “alfabetización digital, que es lo que hemos venido haciendo hasta ahora, y ciencia informática, que es la que hay detrás de la tecnología de la información”. Según Hermenegildo, “hemos estudiado las ciencias del mundo físico, pero a partir de ahora hay que estudiar también las reglas que rigen el mundo virtual”.
¿Por qué es importante enseñar programación a los alumnos? Además de prepararlos para un mercado laboral cada vez más tecnológico, la programación permite a los alumnos buscar errores (por ejemplo corrigiendo un programa que no funciona adecuadamente), resolver problemas complejos (realizando algoritmos), además de desarrollar la creatividad y del razonamiento lógico.

Arquitectura del cerebro
Para David Del Val, presidente y consejero delegado de Telefónica Investigación y Desarrollo, “debemos plantearnos que la programación es un elemento necesario para la arquitectura del cerebro de los niños y en una sociedad en la que la inteligencia artificial es cada vez más importante”.

Sergio Martínez-Cava, director de la Fundación Bankinter, señala también que “la programación ayuda a estructurar bien la cabeza, ya que nos a va servir para todo aquello que nos llegue en un futuro”. Además, destaca que “produce una capacidad importante de concentración y ayuda a romper problemas complejos en problemas pequeños (cuando se programa, se hace por bloques)”.

Jesús Moreno, de la asociación Programamos, asegura que “al aprender a programar y al desarrollar el pensamiento computacional se fomenta la creatividad, el emprendimiento y la cultura libre, aumenta la motivación, mejora la autonomía, se trabajan estrategias de resolución de problemas, se conocen diferentes formas de comunicación de ideas… destrezas que son realmente útiles para cualquier alumno sin importar la disciplina de su futura actividad profesional”.

Sin embargo, David del Val lamenta que “la programación hoy sea monopolio de los ingenieros”. “Hay que enseñar a todos los niños porque les va a hacer infinitos, les va a dar muchos recursos”, manifiesta. Por eso él apuesta por una programación como “materia generalista que comparta espacio con la Lengua y las Matemáticas”. Y pone como ejemplo que “es más fácil aprender Física si sabes programar porque te obliga a ir al detalle”.

Esperanza Ibáñez, mánager de Políticas y Asuntos Públicos de Google (a quien entrevistamos en la página siguiente), cree que “el problema está en el origen: Europa nos enseña a usar la tecnología, pero no a crearla”. Ella se pregunta si la alfabetización digital es suficiente: “Sabemos cómo utilizar los ordenadores, pero lo que realmente importa es el desarrollo del pensamiento computacional, que nos va a ayudar a disponer de un mayor pensamiento lógico, a resolver problemas complejos, a tomar decisiones, a dividir problemas complejos en diferentes temas y poder hacerles frente”. Por eso piensa que hay que incorporarlo a los currículos “para evitar las desigualdades y la brecha digital entre distintos alumnos”.

Gregorio Robles, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos (a quien también entrevistamos), piensa que “lo hemos hecho mal durante los últimos 20 años, ya que se ha enseñado a los alumnos dándoles instrucciones para que den instrucciones a las máquinas; es decir, hemos enseñado a humanos como si fueran máquinas”. Él insiste en que “hacemos un equipo con las máquinas, y eso no significa competir, sino colaborar con ellas, y en eso consiste saber programar”.

Muy poco extendida
Actualmente hay un movimiento global liderado por Code.org y CodeAcademy que promueve la enseñanza de la programación en la escuela, poniendo el foco en las posibilidades laborales que se abren para los jóvenes. Sin embargo, la situación por países está todavía lejos de alcanzar ese objetivo. En Europa uno de los países más avanzados es Reino Unido, concretamente Inglaterra y Gales, a través de la iniciativa computing at school. También destaca Estonia, donde se incluye la programación a edades muy tempranas para después ver cómo funciona en otras asignaturas. En España, fue Navarra la pionera al introducir la programación en Matemáticas de 4º y 5º de Primaria. Madrid también la ha incluido en la asignatura de Tecnología. Pero aún son los dos únicos casos en nuestro país.

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