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Dual como parte de la innovación

La Escuela de Hostelería y Turismo Simone Ortega de Madrid desarrolla proyectos propios con dobles títulos y módulos extra que responden a demandas del sector.
Paloma Díaz SoteroMartes, 22 de noviembre de 2016
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La Escuela de Hostelería Simone Ortega es el único Centro Integrado de FP dedicado exclusivamente a Hostelería y Turismo de la Comunidad de Madrid. Aparte de la formación reglada del sistema educativo, imparte formación para certificados de profesionalidad. “Por esa estrecha relación que tenemos con Educación y Empleo, la Dual tienen mucha razón de ser en nuestro centro”, afirma Jesús Díaz, su director.

La dirección del Simone Ortega “apuesta por nuevos planes de innovación educativa en FP que consigan la máxima inserción laboral posible de los jóvenes y una mayor participación de las empresas”.

Esto se traduce en dos proyectos propios de doble titulación en tres años y con formación dual que responden a necesidades observadas en el sector: uno en Dirección de Cocina y Dirección de Servicios de Restauración; otro en Dirección de Cocina y Gestión de Alojamientos Turísticos.

Su plan de estudios ha sido elaborado con la contribución de las empresas implicadas. “Me he sentado con ellas para preguntarles por aspectos que para ellos eran importantes y lo he incorporado a los títulos”, cuenta Díaz.

Así tienen módulos de carácter propio como el de 100 horas sobre café (aprenden incluso a tostarlo), o el de Física y Química Culinaria (para comprender los principios de determinados procesos y técnicas). También otro de 100 horas sobre mixología y coctelería (habida cuenta de las tendencias de consumo de coctails, gin tonics, vodka tonics, etc); y otro de Análisis Sensorial de los Alimentos.

La titulación de Cocina con Alojamientos Turísticos tiene un módulo de 85 horas en Actividades de Ocio y otro de Animación Turística.

Según el director, la empleabilidad de estos titulados es altísima gracias a esa variedad de competencias y conocimientos adquiridos, los idiomas (inglés y alemán) y el año entero (el tercer curso) que pasan formándose en empresas.
“Si la empresa busca un perfil polivalente, lo encuentra en estos chicos. Se los rifan”, afirma Díaz.

El curso actual es el segundo de estos proyectos propios con doble titulación, pero el sexto con formación dual en el resto de títulos.

Estructuran el plan de estudios en un primer año de estudio en el centro y un segundo completando la formación en la empresa.

En total, la Escuela de Hostelería y Turismo Simone Ortega tiene unos 200 alumnos de FP dual formándose este curso en las empresas: empezaron en julio y terminarán en junio. Otros 634 están estudiando en el centro y gran parte de ellos entrará en empresa el curso próximo.

De las promociones anteriores, Jesús Díaz puede decir que el 85% trabaja y la mayoría de ellos fueron contratados por las empresas que los formaron.
“Si la empresa hace bien su formación, tiene un profesional como la copa de un pino desde el primer día”, sostiene Díaz.

Para grantizarlo, el contacto del profesorado con los tutores de empresa es estrecho y frecuente, de manera que pueda solucionarse cuanto antes cualquier problema que surja: de organización, de alargamiento de la jornada, de escaso aprendizaje… “Si un alumno no aprende, se le cambia de empresa”, asegura tajante Díaz.

La experiencia de cinco años, el buen resultado que está dando la dual y la cada vez mayor necesidad de personal cualificado hace crecer el interés de las empresas. “Al principio eran ellas las que decidían si elegían trabajar con nosotros. Ahora nosotros las elegimos”.

En total el programa implica a medio centenar de empresas.Una de ellas, desde 2013, es NH Hoteles. Cada año forma, previa selección, a unos 30 estudiantes del Simone Ortega.

Pilar Felipe, del Departamento de Selección y Desarrollo de Recursos Humanos, cree que, “tras algunos ajustes en el modelo” en sus comienzos, “hoy podemos asegurar que es un proyecto sólido en el que la colaboración escuela-empresa ha sido clave”.
“La Simone Ortega es muy innovadora y va desarrollando proyectos formativos muy ad hoc para la empresa”, asegura.
“Los alumnos”, explica Pilar Felipe, “llegan a nuestros hoteles con unos conocimientos técnicos básicos que les permiten introducirse en lo que va a ser su profesión. En el hotel les damos las herramientas y los conocimientos prácticos que necesitan para hacerse buenos profesionales. Desde el primer día, su laboratorio de pruebas es en real, con lo que están trabajando desde el inicio, aunque estén siempre tutorizados, la responsabilidad sobre los resultados”.
“Además trabajamos técnica y competencias de compañía, y esto hace que sean candidatos para nuestros hoteles”, añade.

“Me contrataron al terminar y a los siete meses me hicieron jefe de sector”
Francisco Javier Sánchez García, Fran, quería ser camarero y se formó para ello. Lo tuvo claro, tal vez, por la edad en la que lo decidió, con 30 años y para dar un giro a su vida (era sargento del Ejército).

En un país en el que se considera que cualquiera puede ser camarero, esta afirmación suya merece ser resaltada: “Tenía y tengo vocación de camarero”. Y define: “Me gusta hablar, relacionarme, tratar bien a la gente, hacer que se sientan a gusto…y soy muy activo. Todo eso hace falta en este trabajo. Tienes que saber tratar a la gente”. Y eso no sabe hacerlo cualquiera.

Tras estudiar COU y dos oposiciones, aquella formación le pareció fácil. Pero si sacó un 9,27 de nota fue “porque era lo que quería, lo que me gustaba”.

Cursar la formación dual en el Simone Ortega le proporcionó el giro que buscaba. Hizo las prácticas en un hotel NH. “Salí bien preparado. No es lo mismo estudiar el montaje de una sala en un libro o en clase, que en el restaurante del hotel. La Dual da muchos más conocimientos y competencias al estudiante. Es un acierto”, asegura.

Tanto es así que al terminar, pese a no haber puestos disponibles, le hicieron contrato de fijo discontinuo a la espera de una plaza para él. “A los siete meses, firmé contrato indefinido como jefe de sector con funciones de segundo metre”, cuenta orgulloso. Cobraba 1.223 euros más las horas extras.
“Esta empresa me formó de acuerdo a su manera de trabajar y eso es lo que me abrió las puertas allí”, dice. “Además, tuve un tutor que quiso enseñarme mucho y me hizo saber mucho de muchas cosas”.

De NH, Fran pasó a gerenciar un conocido restaurante al que dedicaba todo el día, un ritmo y unas funciones que, tras un tiempo, prefirió dejar atrás para recuperar la esencia de su trabajo: ser, ni más ni menos, que un buen camarero.

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