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“El cambio educativo gira en torno al arte, el deporte y la tecnología”

Amigo del papa Francisco, José María del Corral propone con Scholas Occurrentes, de la que es presidente, un cambio educativo que se centre en el mundo real de los jóvenes, siendo ellos mismos los que se ponen de acuerdo para mejorar la situación actual de la Educación.
José Mª de MoyaMartes, 13 de diciembre de 2016
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José María del Corral, pedagogo y teólogo argentino, es el presidente de Scholas Occurrentes, una red mundial de escuelas para el encuentro impulsada por el papa Francisco con el objetivo de generar un cambio paradigmático en la Educación a través de la integración de las comunidades educativas y de todos los actores de la sociedad. El 8 de noviembre organizaron un encuentro en la Gran Vía de Madrid, llamado Selección de problemáticas Virtual Ciudadanía. Allí, los alumnos de diversas escuelas pusieron en común sus preocupaciones y soluciones, como hacen miles de chicos en los eventos que organiza Scholas en todo el mundo.

¿Cómo, cuándo, dónde y por qué surge Scholas Occurrentes?
Este programa educativo nace cuando Jorge Bergoglio es nombrado arzobispo de Buenos Aires. Argentina vivía una crisis muy profunda, y me pidió formar un grupo de alumnos para saber su opinión. Conformé un primer grupo diverso de chicos judíos, musulmanes, católicos y evangélicos, que defendieron su propuesta en una comisión de Educación que era adversa a la Iglesia y a estos valores.

¿Tuvo éxito?
Por unanimidad, todos los partidos políticos aprobaron esta iniciativa y la hicieron ley. A partir de eso me encomendaron hacer una misión: juntar jóvenes de escuelas públicas y privadas. Ya como papa, en 2013, me pidió ampliar esta experiencia porque la crisis no era solo de Argentina, sino del mundo entero. Así nace Scholas Occurrentes.

Lo que se está pretendiendo es recuperar los valores. ¿Aquella ley era concreta?
Era muy concreta. Diciendo que “lo que ustedes llaman Educación no lo es para nosotros”. Quieren que el aula esté en la calle, que la Educación vuelva a ser algo que tenga algo que ver con la vida de ellos. El compromiso con la Educación debe ser de todos.

¿Cómo piensan llevarlo a cabo?
Scholas propone este cambio educativo a través de tres ejes, que al sistema poco le importan. El arte, el deporte y la tecnología. Los propios chicos pueden poner en común sus problemas y preocupaciones para encontrar soluciones. Un chaval que puede poner palabra a lo que le pasa y tiene esperanza nunca podrá ser adicto, porque la adicción es falta de palabra.

Denos datos del momento actual.
Scholas, en estos tres años de vida, está en 247.322 colegios, instituciones y redes educativas en 190 países, siendo la red más grande en cantidad y en diversidad. Están todas las escuelas católicas del mundo, además de escuelas judías, musulmanas, ortodoxas… Presente en los cinco continentes.

¿Las actividades que desarrollan son encuentros como el de Madrid?
Es parte de uno de los programas principales que se llama Scholas Ciudadanía. Los chicos, en vez de ir una semana a su colegio, van todos juntos a un mismo lugar a debatir. También está FutVal –Fútbol en Valores– que la hemos hecho en Toledo por primera vez en Europa, donde se enseñó a los profesores que con el fútbol se pueden enseñar cada uno de estos valores.

¿El papa promueve el deporte?
El papa dice que el deporte es una escuela de vida, que enseña a trabajar en equipo, al sacrificio, a una disciplina. En octubre, Francisco entregó el primer olivo de Scholas a Messi y Buffon en un partido por la Paz en Roma, diciéndoles: “Yo quiero que el homenaje sea a los jóvenes y este olivo es porque sois ejemplo para los chicos, para bien y para mal”.

Entonces hay encuentros de ciudadanía y de deportes.
También Scholas Labs, que consiste en utilizar la tecnología para el bien de los jóvenes. En vez de quitarles los móviles, lo cual es imposible e incoherente porque se los regalamos cuando son niños, tratamos de enseñarles a usarlos.

¿Cómo pueden utilizar para bien los móviles en clase?
Por ejemplo, durante la práctica de la Ciudadanía, uno de los chicos estaba contactando desde su móvil con una chica que había conocido por internet de Barcelona y que quería consumir cocaína. Él la pudo contener sin conocerla físicamente y lo comentó en su grupo. Al grupo se le ocurrió generar una aplicación donde pudieran crear una comunidad para ayudarse entre ellos con asesoramiento profesional. Ya hay una empresa y una persona física que, anónimamente, quieren financiar esta aplicación.

¿Cómo está financiado Scholas Occurrentes?
De abajo arriba. No cobramos por las actividades, ni recibimos subsidios del Vaticano. Nos financiamos con el aporte de la gente, en su mayoría voluntarios jóvenes, y con eventos como el Partido por la Paz.

Hay un punto en común de una visión trascendente.
Por más que parezca quemado, el amor está haciendo todo. Por eso es encuentro en la diversidad. No venimos con un contenido a adoctrinar, venimos a escuchar.

Cada vez veo más que los valores salen de abajo, del ejemplo de la madre, padre…
Así lo cree el papa Francisco: “Lo que más me gusta de Scholas es que es concreto, lo concreto es lo cristiano, lo otro es ideología”. Los jóvenes tienen tres lenguajes: la mente, el corazón y las manos. La Educación se olvida de dos.

Tenemos una visión academicista, damos mucha importancia a los informes PISA.
Está clarísimo que el índice de la Educación formal nada tiene que ver con el saber vivir. Los chicos no aprenden por estudiar para sacar un 10 y lo peor es que los pedagogos estamos muy sordos y muy ciegos.

¿Cómo se resuelve el debate de echar los trastos a los padres, a los maestros…?
El pacto educativo está muy roto. Es el clima el que educa, todos los actores sociales tienen que ponerse de acuerdo en ser protagonistas.

Aquí hubo polémica con Educación para la Ciudadanía, criticada porque se veía que cargaba ideología.
Si quieres que algo no funcione, conviértelo en asignatura. Si pones Hamburguesa 1, Hamburguesa 2, los chicos dejarán de comerlas. No sirve, está lejísimos de lo que quieren.

Los conciertos educativos también se cuestionan, pidiendo escuela pública para todos.
La escuela es la vida mis-ma de los chicos. Desgraciadamente para algunos, los chicos no se educan en el aula, por muy caro que sea el colegio. Lo segundo, los jóvenes buscan diversidad. El papa dice que la unidad no es la uniformidad, no es tapar las diferencias; la armonía suena bien cuando de esa diversidad pueden armar juntos un proyecto con sentido.

Colaboran con los obispos, aunque trabajan de forma independiente.
Tenemos una excelente relación con el arzobispo de Madrid y de Barcelona. Nos han abierto las puertas para seguir adelante.

En Educación, llevándolo al debate español, ha habido mucho pedagogismo.
Un profesor me dijo que aquí cada uno viene con su propia ley y se va con su propia ley. Y la Educación no cambia nada, al contrario, da un paso atrás.

¿Qué opina de las asignaturas consideradas marías, como Religión?
Cuanto más insistimos en Matemáticas y Lengua, peor nos va. Con el arte, los jóvenes pueden poner palabra a lo que sienten, conectarsre con ellos mismos y educarse.

¿Cuál es su enfoque acerca de la ley favorable al colectivo LGTB en España?
Lo primero que nos preguntamos es quién hace y quién pone los temas en la agenda. Son temas que nada tienen que ver con lo que los chicos quieren ni con sus problemas. El papa habla de los lobbies, una cosa es la misericordia para un caso y otra cosa son los lobbies.

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