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“Las diferencias entre CCAA solo las conocemos por PISA”

Montserrat Gomendio, directora adjunta de Educación de la OCDE, denuncia que la ausencia de evaluaciones provoca que nuestro sistema educativo sea ciego y que solo podamos conocer las enormes diferencias entre comunidades gracias a PISA.
Adrián ArcosMartes, 13 de diciembre de 2016
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Montserrat Gomendio.

Cree que el sistema educativo español va en la buena dirección, pero advierte de que deben continuar las reformas emprendidas en los últimos años. Montserrat Gomendio, exsecretaria de Estado de Educación y actual número 2 del área de Educación de la OCDE, nos da su visión sobre los resultados del último Informe PISA.

¿Qué novedades presenta PISA 2015 respecto a España?
La principal novedad es que ahora estamos en la media de la OCDE tanto en ciencias como en lectura y matemáticas, ya que en los ciclos anteriores estábamos por debajo. En ese sentido ha habido una mejora pero aún tímida, ya que no ha sido tan importante ni tan sostenida en el tiempo como la que han tenido otros países.

¿Por qué esa mejora es todavía tan tímida?
La noticia que despierta mayor interés de PISA es dónde está cada país en relación al resto, y es importante saberlo para ver si el sistema educativo es de suficiente calidad, pero también es importante aprender de las buenas prácticas e iniciativas de otros países que han conseguido mejorar el rendimiento de los alumnos y, a la vez, mantener la calidad. Entre los países con mejor rendimiento se encuentran los de ciclos anteriores como Singapur, Japón, Finlandia o Corea, pero otros nuevos como Estonia o Canadá,y otros que han tenido mejoras importantes en los últimos años como Irlanda, Polonia o Portugal. Por lo tanto, hay una mejora incipiente, que es una tendencia positiva, pero hay que conseguir que se sostenga a lo largo del tiempo.

¿Pero a qué cree que se debe esta mejora tan leve?
Lo que podemos destacar son las iniciativas o reformas que han puesto en marcha los países que tienen un alto nivel de rendimiento o que lo han mejorado significativamente, reconociendo que en España ha habido una mejora incipiente, no tan marcada como en otros países. Los aspectos que sabemos que no influyen son, en primer lugar, el nivel de inversión, ya que por encima de un determinado umbral –en el que se encuentran todos los países de la OCDE excepto México y Chile– no hay un impacto sobre el rendimiento de los alumnos, sino que lo importante es en qué se invierte. Otro aspecto es que la ratio entre profesor y alumnos por clase no tiene un impacto negativo sobre el rendimiento. Hay países con unas ratios muy elevadas de hasta 40 alumnos por profesor y tienen un nivel de rendimiento muy alto. Un dato muy positivo para España es que ha disminuido la repetición de curso, que es uno de los factores que la OCDE considera ine-ficaz para mejorar el rendimiento de los alumnos. Y luego tenemos las conclusiones sobre los factores que sí impactan de forma positiva, y que son, por un lado, dar autonomía a los centros, de forma que los directores y profesores tengan mayor responsabilidad y capacidad de decisión sobre aspectos como los recursos o el currículum, siempre y cuando vaya ligado a la implementación de un sistema de rendición de cuentas. Y por otro lado, las evaluaciones estandarizadas que permitan el seguimiento sistemático de los colegios y alumnos, de forma que en los cursos más tempranos se puedan poner los recursos adicionales para ayudar a los que tengan problemas y que vayan rezagados.

¿Qué le parece que se deje sin efecto las evaluaciones externas de la Lomce?
No tener evaluaciones es algo excepcional dentro de la OCDE, ya que los países con mejor rendimiento sí que las tienen. Pero es que ya no hablo solo de evaluaciones al final de Secundaria o Bachillerato, sino que los resultados indican que en cinco de cada seis países de la OCDE hay evaluaciones por lo menos una vez al año. En este momento, en España el sistema es ciego. La única razón por la que conocemos, por ejemplo, que hay diferencias enormes entre comunidades autónomas es a través de PISA, ya que no hay ningún otro estándar común con el que podamos medir el rendimiento de los alumnos. Las evaluaciones sirven para unificar y definir esos estándares, y también para que los profesores no solo enseñen a los alumnos hechos científicos que memoricen, sino que los enseñen a pensar como científicos.

¿Qué opina sobre las grandes diferencias entre comunidades autónomas?
Las diferencias entre las dos comunidades con mejores resultados –Castilla y León y Madrid– y las dos con peores –Extremadura y Andalucía– equivalen a casi un curso y medio, lo cual quiere decir que estos alumnos, cuando consigan el título, en realidad van a tener un nivel de formación muy diferente. Aquellos alumnos que estén en comunidades con un nivel de rendimiento muy bajo, obviamente van a tener un nivel muy deficiente tanto en conocimientos como en competencias y, por tanto, en la siguiente transición, ya sea hacia la universidad o hacia el mercado laboral, se van a encontrar con todos los problemas derivados de esa formación deficiente. Por tanto, es muy importante que existan unos estándares comunes.

¿Ha influido en los resultados la última reforma?
La reforma es reciente, ha tenido un grado de implementación diferente en cada comunidad autónoma y es muy difícil establecer vínculos claros de causalidad. Ahora, desde el año 2012 todos los datos que tenemos son positivos. Ha habido una disminución muy marcada del abandono temprano, bajando de más del 26% a menos del 20%; y en paralelo un incremento en la matriculación de FP; además de la disminución de la tasa de repetición.

¿Por qué entonces no se nota esa mejora en PISA?
Todos los datos que tenemos son de mejora desde 2012. En PISA se ve un impacto menor porque los cambios van afectando gradualmente desde Primaria hacia adelante, y sería deseable que se tomasen decisiones para que esta mejora continuase y se acelerase.

¿Qué opina sobre las críticas de que PISA evalúa competencias que en España no se enseñan?
Es precisamente una de las principales fortalezas de PISA. No analiza si los alumnos han memorizado toda una serie de hechos y fechas, sino si tienen ese nivel de conocimiento y son capaces de aplicarlo para la resolución de problemas complejos. Si hay un sistema educativo que no incluye competencias y que incide en el aspecto memorístico, entonces se está quedando anticuado y debería evolucionar. No es un problema de PISA.

Otras ideas

Profesorado
“A partir de determinado umbral, no hay relación entre el salario de los profesores y el rendimiento de los alumnos, pero sí hay una necesidad de que se produzcan toda una serie de circunstancias para atraer a los mejores estudiantes a la carrera de Educación, de forma que esta sea más exigente; se actualice tanto en conocimientos como en competencias; asegure que los mejores candidatos entran en la profesión durante los procesos de selección; y que esos profesores seleccionados sigan teniendo el apoyo para seguir formándose y actualizándose durante toda su carrera docente. El objetivo es que puedan adaptarse a esta evolución tan rápida del mundo que nos rodea con tantos cambios tecnológicos que afectan a todos los aspectos de nuestra vida cotidiana”.

Defensa de PISA
“PISA es el estándar de mayor calidad con el que se puede medir el rendimiento de los alumnos en sistemas educativos muy diversos que están inmersos en contextos socioeconómicos y culturales muy diferentes. Por tanto, es el único estándar internacional de calidad que hay en este momento. Como toda evaluación tiene sus limitaciones, pero es el mejor que tenemos para comparar resultados entre chicos y chicas en todas las competencias”.

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