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España, un sistema educativo que no aprovecha las altas capacidades

La influencia de la genética en los rendimientos académicos es notable. Sin embargo, con una distribución genética presumiblemente similar en todo el mundo, las diferencias en cuanto a rendimiento son notables entre países. ¿Cuál es la razón?
Pablo RoviraMartes, 4 de abril de 2017
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Según un informe elaborado por el investigador José Manuel Lacasa para la Fundación Altades de Murcia, hay sistemas educativos que sacan mayor provecho de la inteligencia que otros.

Según las conclusiones del informe Cómo responden distintos sistemas educativos ante las altas capacidades intelectuales, “los sistemas de los países de Extremo Oriente, basados en sistemas que empujan a los alumnos a dar lo máximo de sí, consigue no solo aprovechar el talento de los alumnos más inteligentes, sino que consigue tener muchos más alumnos en la zona de excelencia y con mejores resultados en general”.

Este informe que relaciona rendimientos en PISA con altas capacidades fue presentado en las I Jornadas Cuidar el Talento para que todos lleguen organizadas por la Asociación Altades.

No es común, como señala el informe, encontrar estudios que indaguen en cómo los sistemas educativos aprovechan el talento de los alumnos mejor dotados para el estudio. Como mucho, PISA ofrece los porcentajes de alumnos de alto rendimiento en cada uno de los sistemas educativos, pero no establece relación alguna con sus capacidades innatas.

Como señala Lacasa en su informe, “la inteligencia es el factor explicativo más importante del rendimiento de los alumnos, pues sería capaz de explicar alrededor del 25% de la variación de los resultados de estas evaluaciones. Es una influencia muy grande –recordemos que los factores socioeconómicos, en su conjunto, explican un 15% del rendimiento– pero no absoluta: influye en cómo se “ordenan” los alumnos en su rendimiento dentro de su sistema educativo, pero ni mucho menos determinan los resultados de los estudiantes ni explican las diferencias entre países”.

“Lo que parece claro es que existe una relación entre los resultados en PISA y la inteligencia de los alumnos, pero que esta relación está modulada por factores relacionados con el sistema educativo y el centro donde estén escolarizados”. Por eso, concluye el estudio para la Asociación Altades, “si la proporción de superdotados es similar en todos estos países, no son igualmente aprovechados en todos ellos”.

Singapur y Vietnam
Así, yendo a los resultados de los alumnos excelentes en PISA, los mejores alumnos de Singapur (el 2% con mejores resultados) obtiene puntuaciones a partir de los 744 puntos, mientras que en Grecia los mejores alumnos obtienen resultados a partir de 629 puntos. España, con 650 puntos, apenas se diferencia de los resultados de los alumnos griegos. “Un país destacable es Vietnam, el único de los sistemas educativos perteneciente a una nación en vías de desarrollo incluido en este estudio (por méritos propios, claro): sus alumnos más brillantes obtienen resultados a partir de los 672 puntos”, muy por encima de España o, por ejemplo, Estados Unidos (645 puntos). “Lo que estos datos indican es que los mejores alumnos de Singapur van dos años y medio más avanzados que los alumnos excelentes de España, Grecia o Estados Unidos, con los mismos años de enseñanza obligatoria, la misma edad y una inteligencia similar”, señala el estudio de Altades.

La Asociación Altades de Murcia nace para contribuir a que los niños y jóvenes de­sarrollen al máximo sus capacidades. “De este modo estarán en condiciones de enriquecer la sociedad a la que pertenecen impulsando la investigación, la innovación y el emprendimiento, fomentando el desarrollo económico y social necesario para mejorar nuestra calidad de vida”, según explican desde la propia asociación. Las I jornadas Cuidar el talento para que todos lleguen se organizaron con el objetivo de dar a conocer la respuesta de distintos sistemas educativos ante los alumnos de altas capacidades, así como poner en común distintas experiencias que han permitido atender adecuadamente a alumnos de alto rendimiento y de altas capacidades. Del mismo modo, favorecen el intercambio de experiencias entre maestros y profesores que imparten docencia a alumnos con altas capacidades.

Percentil 98
Según el informe, “si todos los países fueran iguales, todos tendrían un 2% de los alumnos por encima de ese percentil 98. Sin embargo, las diferencias entre países son notables: mientras que Singapur coloca a un 9% de sus alumnos en la zona de excelencia (cuatro veces y media más de lo que le corresponde), Grecia sitúa en dicha zona a un exiguo 0,2%. España no sale especialmente bien parada, pues solo coloca en la zona de excelencia al 0,5% de sus alumnos, cuatro veces menos que los que nos correspondería. Solo dos países europeos tienen más de un 2% en esa zona: Bélgica (2,1%) y Suiza (3,3%)”.

Con estos datos, concluye el estudio, “parece claro que el sistema occidental de atención a los superdotados, basado generalmente en una atención de refuerzo fuera del horario lectivo o, en contadas ocasiones, en centros especiales, no es capaz de aprovechar el talento de estos alumnos.Sin embargo, los sistemas de los países de Extremo Oriente, basados en sistemas que empujan a los alumnos a dar lo máximo de sí, consigue no solo aprovechar el talento de los alumnos más inteligentes, sino que consigue tener muchos más alumnos en la zona de excelencia y con mejores resultados en general”.

De este modo, el estudio realza una de las debilidades de nuestro sistema educativo que es su falta de excelencia, centrándose que los resultados en PISA quedan por debajo de lo esperable para los porcentajes altos de inteligencia. Un problema que extiende a otros países europeos.

 

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