fbpx

“Las Matemáticas dan la oportunidad de construir una idea positiva de nosotros”

John Mighton es el creador de Jump Math, el método que hace que los niños adoren las Matemáticas. Mighton estuvo en España recientemente, invitado al foro WISE Madrid, e impartió tres conferencias sobre la importancia de potenciar el talento matemático y cómo lograrlo.
Paloma Díaz SoteroMartes, 23 de mayo de 2017
0

John Mighton.

John Mighton no va de gurú pedagógico. Es reservado. Bromea con que los matemáticos suelen tener un gran ego, pese que las Matemáticas “son fáciles”. Su método hace que lo sean y lo parezcan. 15 años de éxito en Canadá, su país de origen, y en EEUU revelan que no es una tendencia más en la reciente búrbuja de metodologías y herramientas. Él incide en la importancia de las evidencias, razón de ser de Jump Math y de su propagación.

¿Por qué las Matemáticas son tan importantes?

Hay muchas respuestas. Las matemáticas son un fuerte predictor del éxito escolar, son determinantes en los logros futuros. También en la economía moderna muchos trabajos dependen de saber Matemáticas o Lógica. Pero para mí hay una razón más profunda: los niños nacen con un sentido de la curiosidad y de hacerse preguntas. A los niños les encanta descubrir patrones, hacer conexiones, resolver puzles… Es importante mantener ese sentido de preguntarse por las cosas. Hay algo que yo llamo pobreza intelectual y que no tiene que ver con el acceso a la escuela. Si los niños se pelean con las matemáticas, no les gustan, y memorizan todo, eso es pobreza intelectual. Cuando un niño se ve capaz con las Matemáticas, se siente más listo para todo.

¿La capacidad para las Matemáticas depende del cociente intelectual?

Conozco a un buen profesor de Matemáticas que suspendía la materia cuando tenía 11 años. La investigación del cerebro demuestra que los niños no nacen con una capacidad natural para las Matemáticas; es trabajo duro y perseverancia; no rendirse. Todo el mundo puede ser bueno en algo si practica, practica y practica. Se trata de plantearse pequeños objetivos e ir superándolos, siempre presionándose a uno mismo lo suficiente para llegar un poquito más lejos, pero no mucho, en una zona donde te sientas cómodo y confiado.

En esa escala progresiva de retos consiste Jump Math y eso es lo que permite el crecimiento gradual de la clase.

Las Matemáticas son una gran oportunidad para construir una idea positiva de nosotros mismos. Como se supone que son duras, a los niños les parece excitante ver que pueden con ellas; piensan “qué inteligente soy”. Desde pequeños los niños aprenden a compararse con los que tienen alrededor y es cuando ellos deciden si son inteligentes o no; si deciden que no son inteligentes, su cerebro deja de funcionar, de escuchar y de prestar atención, trabajan peor, recuerdan peor. Y todo parte de una creencia.

Así que ¿las Matemáticas son una cuestión de confianza en uno mismo?

Sí. Está demostrado: los niños que no se rinden tienen mejores resultados que aquellos que creen que necesitan un don natural, un talento especial para hacer algo. Se rinden aquéllos que, ante la dificultad, piensan que no tienen el talento o la inteligencia necesarios. Y como profesor, si piensas que tus chicos pueden hacerlo, se hará realidad.

Precisamente, con su método los profesores experimentan una especie de revelación al ver que alumnos rezagados comienzan a motivarse y avanzar. Cambian sus expectativas.

Los docentes se sienten muy ilusionados cuando ven que la lucha merece la pena, sobre todo al ver que no se trata de logros o avances individuales, sino que toda la clase está motivada. Siempre hay una jerarquía de resultados, pero la diferencia entre unos y otros se reduce y el grupo crece como tal. Los chicos no compiten entre ellos; no compiten por una nota o por una posición; se lo pasan bien, y eso hace que adoren la asignatura y que cambie su comportamiento. Y si a los niños les gustan las Matemáticas es porque hay belleza en ellas.

En las clases que implementan su método, el alumno no se siente solo frente al problema. Hay un ambiente de reto colectivo.

No es trabajo colectivo al uso en el que se reparten las tareas o se ayudan unos a otros. Cada uno alcanza su logro de manera individual, pero se siente parte de un grupo y de una tarea grupal. Es perfecto. Todos y cada uno tienen que participar; todos y cada uno tienen su responsabilidad sobre su trabajo, pero a la vez hay un ‘efecto grupo’.

Cuando habla de “pasarlo bien”, uno puede imaginarse pizarras digitales llenas de juegos, que es la tendencia incontestable hoy en día. Pero los libros de ejercicios de Jump Math son una sucesión de ejercicios en pequeños cuadros grises y donde prácticamente la única representación son puntos negros.

Las pizarras digitales están bien, pero también hace falta el lápiz y el papel, y los elementos tangibles y contables… Necesitamos hacer investigaciones sobre la tecnología para asegurarnos de que tienen un impacto real. Hay muchas teorías, pero hay que probarlas. Por ejemplo, algo malo de la tecnología es que si tienes a todos los niños pendientes de su tablet, pierden el “efecto grupo”.

Una pregunta para el dramaturgo matemático. Uno de los apriorismos instalados en nuestro imaginario colectivo es que si te gusta escribir y lees, te alejas de las Matemáticas y de las Ciencias según vas creciendo. ¿Qué puede decir un matemático que escribe teatro a los jóvenes con esos patrones excluyentes?

Somos nosotros los que forzamos a los chavales a tomar esas decisiones. Se sienten obligados a brillar en algún campo. Al principio, cuando son pequeños, adoran todas las materias y no distinguen. Es una tragedia que tengan que elegir. Las artes y las ciencias son mucho más ricas si las personas son educadas en ambas, y la sociedad sería mucho más saludable. Podemos entender la belleza del mundo desde tantos niveles… Podríamos tomar buenas decisiones si entendemos la conexión entre las cosas.

Jump Math está implantado en colegios de varios países. Por el conocimiento que tiene usted de diversos sistemas educativos, qué fallos o que fortalezas ha podido detectar en ellos.

Por ejemplo, un fallo que cometen algunos países es eso que hablábamos: obligar a elegir a los estudiantes demasiado pronto. Yo eso no lo recomiendo. Luego hay países que lo están haciendo muy bien con las Matemáticas y creo que se debe a un respeto por ellas. Por ejemplo, se nota en que las Matemáticas de la escuela elemental (Primaria) son más fuertes. He leído que en China los profesores de Matemáticas de Primaria conocen la materia en profundidad; eso no significa tener un nivel muy elevado, sino profundo. De todos modos, si tomamos como referencia los datos de PISA, hay que tener en cuenta que, incluso los países con mejores resultados en PISA, tienen un 40% de estudiantes que no alcanzan buenos resultados. ¿Cómo vamos a copiar a esos países? Se mira siempre el porcentaje de los mejores y el resultado medio, pero no el porcentaje con peores resultados. No se da importancia a la brecha, como si fuera inevitable, pero resulta que sí se puede evitar; se puede enseñar Matemáticas bien y hacer que a los niños les gusten. Puedes salir muy bien en PISA, pero si no consigues que el 98% de tus estudiantes fluya en Matemáticas, entonces no lo estás haciendo bien y no eres un ejemplo a seguir. Si no consigues que a la gran mayoría de tus chicos y chicas les gusten las Matemáticas, eso es pobreza intelectual. Si, por el contrario, lo consigues, tendrás una economía diferente, una sociedad distinta.

Hay una brecha de género que hace pensar que a las chicas se les dan peor las Matemáticas. ¿Hay una manera diferente de enseñar Matemáticas para chicas y para chicos?

Si enseñas Matemáticas mal, sí verás diferencias. Mi experiencia es que si enseñas bien, no hay diferencias. Creo que es algo de tipo social y psicológico: tengo la teoría de que las chicas despuntan en clase cuando todo el mundo adora la asignatura; si estás en una clase muy competitiva y sólo a una minoría le gustan las Mates, las chicas tienden a desconectar…

Normalmente, cuando empiezan con Jump Math los docentes se dan cuenta de que no estaban enseñando bien.

Adoro a los profesores, de verdad. Para mí, son héroes. Pero muchos maestros de Primaria tienen miedo de las Matemáticas, no las conocen a fondo y no les gustan. Por eso tenemos que conseguir que los profesores y las profesoras amen las Matemáticas. Sé que es una generalización, pero no es una condena porque se puede cambiar.

¿Podría dar algunos consejos para los docentes?

Tener expectativas más altas sobre los estudiantes y sobre ellos mismos como docentes. Y también tener acceso a investigaciones científicas. Por ejemplo, éstas demuestran que las representaciones llenas de color, con objetos diversos –como flores o pizzas–, que se usan mucho por creer que captan mejor la atención de los alumnos, sin embargo, provocan lo contrario: hacen que se desvíe la atención a los detalles o a los colores y eso les distrae. Es necesario que conozcan investigaciones como la que demuestra esto y que es mejor emplear puntos o barras grises. Muchos profesores hacen cosas no avaladas por investigaciones; piensan que las fracciones van a ser más aburridas si no las representan con pizzas, por ejemplo. A los chavales les encantan las Matemáticas con Jump Math porque son sólo Matemáticas; adoran las fracciones y no las aprenden con pizzas.

0