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Un estudio revela que entre los 11 y los 15 años las niñas pierden el interés por la ciencia y la tecnología

Coincidiendo con la celebración en todo el mundo del Girls in ICT Day (Día de las Niñas y la Tecnología), más de 200 chicas estudiantes de ESO y Bachillerato, junto a cerca de 60 mujeres profesionales de diferentes ámbitos relacionados con la tecnología participaron el pasado 27 de abril en un evento en Madrid organizado por Microsoft alrededor de las posibilidades de la ciencia y la tecnología para cambiar el mundo.
Diego FranceschMartes, 9 de mayo de 2017
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Las estudiantes participaron en diferentes talleres de robótica, programación, cocreación, pensamiento lógico, marca personal en internet o seguridad on line. Además, de forma paralela se celebraron varios encuentros en los que mujeres profesionales de diferentes ámbitos compartieron su visión y experiencia y aportaron diferentes ideas para promover el interés de las niñas por la ciencia y la tecnología.

La directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades, Lucía Cerón, y el director general del Instituto de la Juventud (Injuve), Javier Dorado, participaron en una de estas mesas de debate organizadas en el marco de la jornada, en la que se analizaron diferentes propuestas para aumentar la visibilidad de las mujeres científicas y tecnólogas entre las niñas y adolescentes.

“Ventana” de cuatro años
Un reciente estudio realizado por Microsoft entre adolescentes europeas muestra que, a los 11 años, las niñas tienen un interés por la ciencia y la tecnología equiparable al de los niños, pero que este interés decae significativamente a partir de los 15 años. Existe, por tanto, una “ventana” de apenas cuatro años en la que la escuela, las familias y las entidades que trabajan en este ámbito deberían centrar sus esfuerzos para evitar que las adolescentes pierdan su interés inicial por los estudios STEM.

“Nuestro estudio revela que no podemos esperar hasta las últimas etapas de su formación para despertar el interés de las niñas por la ciencia y la tecnología; es necesario actuar también en Primaria y Secundaria. Estamos trabajando con otras empresas de tecnología, con asociaciones y entidades no lucrativas, redes de mujeres profesionales y, por supuesto, con los profesores y las instituciones educativas, para demostrar a las niñas que una carrera en el ámbito del STEM puede ser creativa, interesante e ilusionante”, asegura Pilar López, presidenta de Microsoft Ibérica.

Falta de visibilidad
El estudio destaca que, pese a los esfuerzos realizados, sigue siendo necesario destacar y dar visibilidad a mujeres científicas de éxito y trabajar en el aula y en el hogar en presentar role models en este ámbito. Los profesores (y muy especialmente las profesoras), las familias (particularmente las madres), los hermanos y los compañeros de clase juegan un papel fundamental a la hora de fomentar el interés de las niñas por la ciencia y la tecnología.

La falta de modelos femeninos en ciencia y tecnología impacta negativamente en la confianza de las niñas interesadas en este ámbito. Tres de cada cuatro niñas piensan en un hombre cuando se les pide que visualicen a una persona que trabaje en este campo.

Por otro lado, la autoestima de las niñas se ve muy reforzada cuando profesores y compañeros de clase reconocen sus habilidades en ciencia y tecnología de manera abierta. Este reconocimiento les hace sentirse aceptadas y valoradas.

Además, el papel de los profesores es esencial. Cuando los profesores destacan el papel de las mujeres en el campo de la ciencia y la tecnología, las niñas se sienten reforzadas en su interés por el STEM.

Las niñas quieren tener contacto de primera mano con el entorno científico-técnico y con mujeres que trabajan en este ámbito. En este sentido, las visitas a laboratorios de investigación o empresas del ámbito de la tecnología se revelan como herramientas fundamentales para despertar su interés.

Las niñas encuestadas son optimistas y están convencidas de que pueden alcanzar sus objetivos en el terreno de los estudios STEM, pero reconocen que existe todavía una importante brecha de género en el mundo de la ciencia y la tecnología.

Las adolescentes interesadas por este campo están seguras de sus capacidades, pero tienden a evitar ser el foco de atención cuando están en clase y mantienen un perfil bajo en el aula cuando se tratan temas científico-técnicos.

Las niñas rechazan la afirmación de que los niños tienen una mayor capacidad natural o mejores habilidades en ciencia y tecnología. De hecho, solo el 15% de las niñas encuestadas está de acuerdo con esta afirmación.

Empleos sin cubrir
En Europa, solo uno de cada cinco graduados en ciencia y tecnología es mujer. El informe PISA revela que los chicos son mucho más proclives a imaginarse a sí mismos como tecnólogos, ingenieros o científicos cuando se les pregunta por su futuro profesional. Se trata de un importante problema para la competitividad de la industria; la Comisión Europea ha alertado de que en 2020 existirán 900.000 empleos sin cubrir en el campo de la tecnología. Si no impulsamos el interés de las mujeres por los estudios STEM, nunca conseguiremos reducir esta brecha. Según datos de la Comisión Europea, la paridad de hombres y mujeres en la industria digital permitiría elevar el PIB de la Unión Europea en unos 9.000 millones de euros anuales.

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