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Enseñanza de adultos, la herramienta contra el abandono educativo crónico

Una de las rigideces de nuestro sistema educativo establecido por la Logse fue el ‘muro’ en el que se convirtió el título de la ESO. Esto se ha ido diluyendo con el tiempo y las sucesivas leyes orgánicas –con defensores incluso de que tal título desaparezca del sistema educativo español–, aunque la elevada tasa de repetición mantiene, en cierta medida, sus consecuencias.
Pablo RoviraMartes, 12 de septiembre de 2017
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La cuestión es compleja y tiene más motivos, pero ha tenido otra consecuencia que es el aumento de los ‘atajos’, pasalelas o mecanismos que permiten retomar el itinerario académico a las personas que lo abandonaron. De alguna forma, el sistema ha multiplicado las facilidades para volver a estudiar a aquellas personas que han abandonado.

Pruebas libres para la obtención directa del título de la ESO, pruebas de acceso a los ciclos formativos, tanto de Grado Medio como Superior, exámenes para conseguir directamente los títulos de técnicos, técnicos superiores y Bachillerato, pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25 y 45 años y la nueva Formación Profesional Básica en su modalidad de segunda oportunidad. Estos cursos y pruebas son una realidad desde hace mucho tiempo, y ahora ‘compiten’ con el sistema formativo desplegado, en torno a los certificados de profesionalidad, el ámbito laboral de los servicios de empleo.

Es la otra cara del abandono educativo, la de aquellos que quieren volver a estudiar y para los que las medidas que introducen las leyes educativas –sea la Lomce o la que la sustituya– en la escolarización obligatoria les llegan todas tarde.

Pruebas de acceso a FP
Las pruebas de acceso a los ciclos formativos es una de las pruebas más recurrentes. Para acceder a los ciclos formativos de Grado Medio, por ejemplo, el 12,1% de los alumnos de nuevo ingreso llegan por la vía de la prueba de acceso. Pero hay provincias, como Zamora o Soria, que el porcentaje se dispara y supera el 25%.

En cuanto a los ciclos de Grado Superior, según los últimos datos publicados por el Ministerio, el porcentaje es más elevado. El 27,4% de los alumnos de nuevo ingreso de estos ciclos formativos accede a través de estas pruebas.

En Canarias, o en provincias como Tarragona, hay más alumnos que acceden a través de las pruebas de acceso a ciclos formativos que de manera directa cumpliento el requisito de titulación.

Para la prueba de acceso de Grado Medio, la estructura de la prueba es común para todas las familias profesionales y se divide en tres partes: lingüística, social y científico-matemático-técnica. El único requisito que existe para realizar esta prueba es tener cumplidos 17 años de edad o cumplirlos antes del día 31 de diciembre de 2017. Los contenidos de la prueba están adaptados al currículo de la ESO. Por otra parte, existen exenciones a determinadas partes de la prueba donde se tiene en cuenta la experiencia laboral acreditada o las titulaciones previas.

Por su parte, para participar en la prueba de acceso a los ciclos formativos de Grado Superior, el requisito único es contar con una edad mínima de 19 años, que quieran acceder a los ciclos formativos superiores. Esta prueba se divide en dos partes: una parte común y otra específica que se vincula con la familia profesional cuyo ciclo desee cursar. Las personas aspirantes deben demostrar su grado de madurez en relación con los objetivos de Bachillerato.

El mes de junio, de manera ordinaria, suele ser el mes en el que las administraciones autonómicas convocan estas pruebas. Aragón, Andalucía, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Comunidad Valenciana y Ceuta y Melilla las celebran o han celebrado este mes; Asturias, Baleares, Canarias, Cataluña, Extremadura, Madrid, Murcia y Navarra; Galicia y País Vasco en abril. Además, Andalucía y Castilla-La Mancha tienen una segunda convocatoria en septiembre.

Cursos preparatorios
Para estas pruebas, hasta la modificación de la LOE, la realización de un curso preparatorio oficial daba cierta ventaja al aumentar la nota media de los jóvenes participantes en este curso a la hora de acceder a la Formación Profesional. El curso preparatorio permite aumentar hasta un punto y medio de la nota de la prueba de acceso. Sin embargo, la modificación de la ley eliminó esta ventaja para los cursos preparatorios. Eso no quita para que sigan realizándose estos cursos preparatorios. Usualmente, éstos se realizan en los centros de Educación de adultos, una red escolar que muchas veces no se valora su repercusión social como centros de segunda oportunidad.

En España, según las últimas estadísticas del Ministerio de Educación, hay 303.541 alumnos matriculados en estos centros, de los cuales la mitad estudian el título de Graduado en ESO, ya sea en modalidad presencial o a distancia, y alrededor de 80.000 están matriculados en cursos no reglados preparatorios para acceder u obtener titulaciones: ESO, ciclos formativos, Bachillerato o acceso a la universidad.

De este tipo de cursos, el que tiene mayor “tirada” es el de preparación para las pruebas de acceso a ciclos formativos de Grado Superior, con 36.500 alumnos matriculados en toda España. Después, el de preparación a las pruebas libres para la obtención directa del título de la ESO, con casi 21.000 alumnos estudiándolo. Al respecto, un caso significativo es Andalucía, donde existe más matriculados en este tipo de cursos no reglados que en la enseñanza reglada de adultos conducente a la obtención del título de la ESO en modalidad presencial. Pese a su tamaño, Andalucía solo cuenta con 3.050 adultos matriculados presenciales en la ESO, muy lejos de los 13.000 de Canarias, por ejemplo. Por el contrario, prácticamente uno de cada tres adultos que estudian la ESO a distancia lo hacen en Andalucía. A mucha distancia queda la preparación para las pruebas de acceso de Grado Medio (alrededor de 4.500 matriculados), y ya testimoniales los cursos para las pruebas para obtener el título de Bachillerato o los títulos de FP.

Eso no significa que todos los que se presentan a las pruebas se preparen en los centros de adultos. Un ejemplo. La semana pasada, 10.988 personas se presentaron a las pruebas de acceso en la Comunidad Valenciana. Más del doble que los matriculados en estos cursos en esa comunidad. 

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