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“Un acuerdo global que abarque todo me parece casi imposible en Educación”

Analizamos con el profesor y rector de la UNED, Alejando Tiana, la situación de las universidades a distancia en España y hacemos un repaso de lo que ha significado para él y para la universidad que dirige estos últimos cuatro años de mandato.
José Mª de MoyaMartes, 24 de octubre de 2017
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Alejandro Tiana.

Alejandro Tiena fue reelegido el pasado mes de abril rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Logró una apretada victoria en la que se impuso en segunda vuelta a Victoria Marrero, en el triunfo fue clave el apoyo de los profesores. Tiana es doctor en Filosofía y Letras (Pedagogía) por la Universidad Complutense de Madrid y se incorporó a la UNED en 1989 como profesor ayudante en el Instituto de Ciencias de la Educación. En 2001 obtuvo la cátedra de Teoría e Historia de la Educación y en el terreno de la gestión ha ejercido como director del Centro de Altos Estudios Universitarios de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2008-2012) y secretario general de Educación en el Ministerio de Educación y Ciencia (2004-2008).

Usted acaba de ser reelegido como rector de la UNED. ¿Qué ha supuesto ? ¿Ha sido complicado continuar?
Sí, ha sido complicado. El hecho de que hubiese cinco candidatos nos da una idea de la complejidad. Pero creo que es una muestra de vitalidad y de que en la universidad hay gente que piensa, que tiene visión, ganas y proyectos de hacer cosas.

¿Cree que la UNED no está siendo bien tratada por la Administración en temas de financiación? ¿O es algo que afecta a todas las universidades públicas?
Yo creo que los datos son claros. No es por los recortes, que también han influido. En estos años de recorte, la financiación pública se recortó hasta un 20%. También es cierto que la UNED se ha nutrido más históricamente de lo que pagan sus estudiantes por la matrícula que por la financiación pública. La UNED recibe menos del 40% de financiación pública y algo más del 60% de financiación privada. En las universidades públicas españolas de todas las comunidades autónomas la media está en torno al 70% de financiación pública.

¿Cuál sería la dotación en una universidad pública y cuál en la UNED?
La dotación pública, lo que las comunidades ponen por estudiante en la universidad pública, está en torno a los 5.000 – 6.000 euros para títulos de Grado. En la UNED está en torno a diez veces menos. A no-
sotros nos asignan una dotación de unos 68 millones de euros.

¿Podría contraargumentarse que el perfil del alumno de la UNED es distinto, y que por tanto es lógico que él ponga más dinero de su bolsillo que con respecto al estudiante de 19 años?
Bueno, eso relativo, es verdad que entre nuestros estudiantes una gran mayoría trabaja. Sin embargo, también hay otro porcentaje de estudiantes, muchos de ellos jóvenes, que vienen a nosotros porque económicamente tienen más dificultades, y sus familias pueden afrontar el pago de la matrícula pero no el coste vivir un año entero en una residencia universitaria, en un piso, etc.

Hemos hablado de que la UNED necesitaría más financiación. ¿Estaría dispuesto a aceptar una financiación sujeta a ciertos resultados?
Sí. Yo estaría dispuesto a tener una financiación mixta. Una parte incondicionada, un mínimo que garantice algo de calidad en la enseñanza, y una parte condicionada, dependiendo de los objetivos que se vayan cumpliendo.

¿Le parece que este modelo de financiación mixta puede ser aplicable al resto de la universidad pública?
Yo creo que es un modelo en el que las universidades estamos básicamente de acuerdo. Pero tiene que haber una financiación incondicionada.

¿Actualmente toda la financiación es incondicionada?
Creo que ya hay comunidades autónomas que han empezado a implantar contratos programa con sus universidades y que trabajan un poco en esa línea.

En términos porcentuales, ¿cuál sería el incremento para recuperar la situación precrisis?
Sería un incremento de 12 o 13 millones de euros, más o menos. Nosotros antes de la crisis estábamos con unos 82, 83 millones de euros anuales de presupuesto y bajamos a 68 millones.

La UNED está ahora mismo en un momento, no sé si complicado, pero sí por lo menos ante un reto, con la amenaza digital, la amenaza de nueva competencia, etc. ¿Cómo están jugando este partido?
En cuanto a lo de la amenaza digital, creo que la UNED, desde hace ya bastante tiempo, se ha ido adaptandando bastante bien y muy rápido. Lo otro sí que es verdad que ha cambiado el panorama. Las universidades convencionales presenciales cada vez ofrecen más cosas en línea y luego las universidades que han nacido en línea son muchas veces más ágiles. Pero la verdad es que nuestra universidad está aguantando bien. Nosotros hemos desarrollado un sistema semipresencial que, gracias a los centros asociados, supone una fortaleza frente a otros y así lo interpretan muchos de nuestros estudiantes.

En el aspecto puramente metodológico. ¿La UNED está al nivel de estas otras universidades nativas digitales?
Es diferente, en algunas de estas universidades digitales, el tutor es quien apoya al estudiante pero la relación es completamente en línea, incluso a veces ni puede hablar con él por teléfono. En cambio, con no-sotros puede ir a las tutorías, acudir a los centros asociados y hablar con los profesores. Es decir, es otro tipo de relación.

¿Confía más en un modelo mixto que en un modelo puramente on line?
Hoy por hoy, sí.

Una última cuestión, y es el inevitable tema del pacto educativo. Desde su experiencia en distintos cargos públicos y también desde su posición próxima al partido socialista, ¿ve realmente factible la posibilidad de alcanzar un pacto educativo?
A mí me parece difícil. Si entendemos por pacto un acuerdo global que abarque prácticamente todo, me parece casi imposible. Acuerdos y aspectos de cierta importancia creo que hay posibilidad de que se hagan. Sin embargo, hay cuestiones que si se plantean radicalmente es imposible. Por ejemplo, si alguien dice: la enseñanza concertada debe ser subsidiaria de la pública o al revés, ahí no hay acercamiento posible. Entonces, hay temas, que no necesariamente son los más importantes, que marcan divisorias muy grandes. Y hay otros en cambio en los que hay posibilidad de llegar a acuerdos.

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