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Guía docente para prevenir el ciberacoso en las redes sociales

María Rubio es la responsable de la Guía para docentes y centros educativos para prevenir y evitar el ciberacoso escolar en las principales redes sociales, de Global INET Solutions.
RedacciónMartes, 14 de noviembre de 2017
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La guía parte de esta premisa: “En el mismo momento en que entregas un dispositivo con conexión a internet a un niño, tienes que enseñarle a utilizarlo”. Por este motivo, la guía incide en el importancia de la Educación, afirmando que la mejor forma de prevenir un uso indebido de estas herramientas es formando a quienes las van a utilizar para que lo hagan en positivo. Desde GlobalINET defienden que toda la comunidad educativa, padres y profesores, tienen que implicarse en la formación de los niños y jóvnes en el buen uso de la tecnología.

El objetivo de la guía es prevenir el ciberacoso y combatirlo, si llega a producirse. La guía se centra principalmente en las redes sociales y servicios de mensajería más populares.

La situación en España

La guía recoge datos del informe de 2017 de la Fundación ANAR que incluye cifras como que los niños de entre 11 y 14 años son los que sufren más como víctimas y también los que más realizan ciberacosos. En esa franja de edad la mitad de los niños admite conocer algún caso en su clase. Por otro lado, la guía resalta también la importancia que da ANAR a que las víctimas piden auxilio y exponen su horror a cada vez más personas y de forma más habitual, con un importante incremento en la participación de aquellas que están en el entorno escolar. Así, los directores o jefes de Estudio citados han pasado de 13,9% al 76,2% en el informe de este año.

El problema, según la guía, es que casi 9 de cada 10 docentes fueron advertidos de una situación de ciberacoso o se dieron cuenta de ella, pero, en la mayoría de las ocasiones, se detecta un menor índice de respuestas activas para la solución del problema. Por el contrario aumentan aquellas que hacen referencia a comportamientos menos empáticos o comprensivos, en especial el que guarda relación con quitar importancia, dice el informe de ANAR. Lo que sí han aumentado son las reacciones más efectivas gracias a una mayor concienciación de profesorado. Concienciar, no actuar, que son cosas distintas.

La guía recurre a Save the Children para marcar unas pautas de prevención. Recomienda que los centros tengan planes propios de prevención y que estos incluyan:

– Determinar responsabilidades reforzando las comisiones de convivencia escolar.

– Un protocolo de actuación sencillo y eficaz, conocido por todos; y un procedimiento para investigar los posibles casos. n Mecanismos de denuncia y petición de ayuda de fácil acceso y confidenciales.

– Garantizar la presencia en cada centro de profesionales con formación psicológica y psicopedagógica, y conocimientos específicos en acoso y ciberacoso. En este sentido los centros deberían incluir una persona a la que los niños y jóvenes puedan acudir en una situación de ciberacoso –y de acoso, claro­–. Tiene que ser alguien formado, con conocimientos suficientes para establecer el grado de gravedad y tomar las medidas oportunas. Además, su labor ha de ser pública porque muchas víctimas se quejan de que no existe una figura así en su centro y no saben a quién dirigirse.

Facebook

Una de las redes que más en serio se ha tomado el ciberacoso es Facebook, que tiene una zona específica dentro de su web dirigida a ello e incluso con un apartado para profesores y centros. Incluye un documento para educadores en PDF que la guía aconseja imprimir y tener presente.

Esta red social ofrece unas pautas que completa la guía:

– Prever el problema: el ciberacoso es intolerable y debe quedar claro para toda la comunidad educativa. Los planes para animar a los alumnos a ser parte de la solución e informar de los casos que conozcan son muy importantes.

– Recordar que pueden pedir ayuda: no basta con decir a los adolescentes que confíen en el profesor, hay que demostrárselo con hechos. Y nada de quitar importancia al problema. Hay que dejar bien claros los planes de convivencia y las consecuencias que habrá si se violan.

– Aceptar unas normas pactadas entre alumnos y profesor. n Establecer una política de seguridad para el centro.

– Crear un programa educativo sobre seguridad en internet para alumnos, profesores y otros miembros del personal: se trata de formar a la comunidad educativa en las medidas de seguridad sobre el uso responsable de internet y de los medios sociales. Además debería incluir pautas para prevenir y detectar el ciberacoso y las medidas de autoprotección que pueden tomar los menores.

Los planes de prevención, en ocasiones, no son suficientes y se produce el ciberacoso. Por eso es tan importante el trabajo previo para que cualquiera que conozca la situación y el propio afectado sean capaces de denunciarla sintiéndose seguros y protegidos.

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