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“No todas las prácticas son iguales ni aportan algo más de la especialidad”

La presidenta de Cesed, Marta Águeda, considera necesario un cambio en el sistema de prácticas que permita adquirir más experiencia y responsabilidad dentro del aula, ya sea a través de un MIR o de una reestructuración de esa fase.
Adrián ArcosMartes, 24 de abril de 2018
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Marta Águeda es estudiante de Educación en la Universidad de Valladolid (UVA) y presidenta de la Asociación Nacional de Estudiantes de Facultades de Educación y Formación del Profesorado (Cesed), una organización estudiantil de carácter estatal que reúne a los estudiantes de las facultades de Educación y Formación del Profesorado de todo el territorio nacional a través de sus representantes universitarios.

¿Están de acuerdo con un MIR educativo?
Sí que estamos de acuerdo y, además, creemos que es necesario para adquirir ese grado de especialidad que no tenemos de otra forma. Que se denomine MIR es otra cuestión, ya que la forma de nombrarlo crea controversia. No somos médicos, pero sí que necesitamos ese grado y que nos lo aporte el Estado, porque de otra forma es muy difícil conseguirlo.

¿No les gusta que se equipare con el MIR sanitario?
El problema es el nombre. Durante el MIR lo que hacen los médicos es especializarse. Ellos adquieren una base y luego en el MIR eligen si van a digestivo, pediatría, ginecología… Sin embargo, nosotros ya salimos con la especialización de la carrera. Ya sabemos si vamos a Educación Física, Especial, Audición y Lenguaje, generalista… Por tanto, lo que necesitamos es un periodo de prácticas en el que podamos adquirir un poco más de experiencia dentro del aula.

¿No sirven las actuales prácticas?
Para empezar, las prácticas no son iguales en todas las universidades. Yo pertenezco a la UVA y tengo cinco meses de prácticas, pero hay otras universidades en las que solo hay dos o tres semanas. Uno de los aspectos que pedía Bolonia es que todos tuviésemos las mismas prácticas y un Grado similar. Pero al final las prácticas no son iguales para todos ni tampoco nos aportan algo más allá de la especialización. El sistema, por tanto, habría que revisarlo.

¿Cuál sería vuestro proyecto concreto de prácticas?
No es algo que solo pida Cesed, sino que lo hacemos conjuntamente con la Conferencia Nacional de Decanos de Educación, y no solo consiste en hacer un MIR, sino que debe llevar aparejado un cambio y un proceso que debería formar parte del pacto educativo. Son dos años en los que de forma gradual iríamos cogiendo un poco más de experiencia y responsabilidad dentro de los colegios, lo que cambiaría nuestra visión del aula al disponer de más oportunidades para responder a las necesidades de los niños de forma directa.

¿Esos dos años en qué se diferenciarían de un MIR y de las prácticas actuales?
Debemos continuar con las prácticas de la carrera para empezar a tener un poco más de grado de responsabilidad. La realidad es que estamos continuamente controlados y apenas intervenimos. Yo, por ejemplo, en mis dos años de prácticas no he intervenido en ningún momento, no sé lo que es estar sola delante de un aula. Sería mejor que estuviera bien estructurado en cuanto al tiempo e ir adquiriendo responsabilidades dentro del aula conforme van pasando esos dos años. Tendríamos que hacer programaciones, crear diseños para alumnos con NEE y convertirnos poco a poco en un profesor más, pero ir adquiriendo toda esa experiencia a través de la práctica.

¿Unas prácticas bien tutorizadas?
Todo este periodo se concibe con un tutor de la facultad y un tutor dentro del aula. Y aquí necesitamos a los interinos para que sean quienes nos tutoricen. No podemos hacerlo solos, sino que tenemos que aprender de los mejores, y en las aulas hay profesores muy buenos que deben ser nuestros modelos de referencia.

¿Hay peligro de poder sustituir a los interinos?
Eso es justamente lo que no queremos. No podemos echar a los interinos porque son los que nos van a enseñar y nosotros necesitamos nutrirnos de ellos. Otra cosa distinta es que haya que cambiar el sistema de oposiciones. Habrá que reformarlo porque no es normal que la gente se jubile siendo interina. Eso es una realidad que demuestra que algo está fallando. Pero nosotros no queremos echar a los interinos ni sustituirlos, porque necesitamos de cada una de las personas que forman el sistema educativo para continuar formándonos y adquiriendo experiencia. Necesitamos modelos de referencia, y ellos son los que están en el aula, tienen experiencia, saben cómo tratar a los niños y nos pueden enseñar mejor que nadie. ¿Dónde voy yo con 24 años como una pipiola a echarlos? Tendré que aprender de ellos.

¿Qué fallos tiene el sistema de oposiciones?
El sistema de oposiciones se basa en un examen memorístico, que está superdesfasado, que consiste en presentarse allí y vomitar toda la información que han hecho aprenderte. El sistema educativo ha evolucionado, las TIC han entrado en las aulas, se habla de inteligencias múltiples y de nuevas metodologías… No es normal que todo avance y la forma de entrar al sistema educativo siga siendo la misma de hace 30 años.

¿Cómo debería ser entonces?
Es que todo esto tiene que enmarcarse en un proceso de cambio. Un cambio que debe producirse desde el principio, cuando entras a la facultad de Educación, hasta que sales con el famoso MIR educativo. ¿Qué es lo primero que hay que hacer? Cerrar la entrada masiva a las facultades de Educación. No puede ser que entremos tantísimos y que lo hagamos de cualquier forma, porque el sistema no puede reabsorbernos. Somos 160.000 estudiantes ahora mismo de Educación y, lógicamente, no hay plazas para todos. Lo segundo sería hacer un plan de reestructuración del Grado para cambiar, entre otras cosas, los planes de prácticas. Y lo tercero, hacer desaparecer el sistema de oposiciones y que el sistema fuera capaz de reabsorbernos a través del MIR. ¿Hay que hacer cálculos, ver las plazas de jubilación y ver cuántos pueden entrar? Pues eso sí que sería igual que Medicina, donde no entran todos los que quieren.

¿Hay que endurecer entonces los criterios de acceso?
No puede ser que entremos con un 5. Las notas de corte no pueden ser tan bajas.

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