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El taller de escritura: vida, literatura y nihilismo juvenil

Se estrena El taller de escritura, una película que habla de las motivaciones de la juventud actual.
Pablo de SantiagoMiércoles, 16 de mayo de 2018
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El marco en que narra la historia el director francés Laurent Cantet es esplendoroso pues a priori nada podría ser tan idílico como disfrutar de un curso de verano a orillas del mar, concretamente en la soleada localidad de La Ciotat, en la Provenza francesa. Allí un grupo de jóvenes se da cita cada día para asistir a un taller literario. La intención es escribir una novela coral, que posteriormente será publicada. El taller está dirigido por una conocida novelista, Olivia Dejazet, que modera las ideas y alienta la creatividad de los participantes, entre los que hay, lógicamente algunos más motivados que otros.

Laurent Cantet –La clase, Regreso a Ítaca– es uno de esos cineastas a quien seducen las historias reales, humanas, que hablen de nuestras actitudes, de las ideas que nos configuran, de la Educación y las motivaciones, de conflictos personales y sociales. En este caso, un curso veraniego de escritura le sirve para sacar a la superficie algunas características de la juventud de hoy, como su propensión al enfrentamiento, su violencia latente, los problemas de racismo a raíz de la radicalización islámica, la cultura de los videojuegos. Pero sobre todo hay un foco hacia lo que mueve a la juventud –o, mejor, a lo que no la mueve–, pues los más sensibles e inteligentes acusan un tremendo nihilismo, una desidia vital que, más allá de hacerles perder el tiempo e impedirles ver un horizonte con sentido, puede ser también un peligroso terreno hacia la destrucción.

Por supuesto, en El taller de escritura entra de alguna manera la catarsis que puede significar escribir, exteriorizar los propios fantasmas. Verter las experiencias y los sentimientos en un papel puede ser un inmejorable medio para llegar a conocerse, para comprenderse y emprender la marcha. Todo esto lo cuenta Cantet casi de puntillas, poco a poco, pero con realista perfección. Por supuesto, la literatura es ficción, pero puede y debe hablar de cosas muy reales, de gente de verdad, algo que en este film aprenden tanto los alumnos como la propia profesora, maravillosa y sobriamente interpretada por Marina Foïs.

En este film no es fácil definir dónde acaba la labor del guionista –en colaboración con Robin Campillo– y empieza la del director, pues Cantet amalgama su relato ajustadamente, ningún plano o escena, parecen incluidos a la ligera, todos cuentan algo y retratan a sus personajes, sobre todo al taciturno protagonista, Antoine, de una verosimilitud que asusta, notablemente interpretado por el debutante Matthieu Lucci. Film inteligente, sutil y antisuperficial, de trama sencilla pero de potente carga antropológica, donde la narración se vierte de modo pausado, natural, plena de cotidianidad.

Título original: L’atelier.
Año: 2017
País: Francia. Drama. 114 minutos.
Dirección: Laurent Cantet.
Guion: Laurent Cantet, Robin Campillo.
Intérpretes: Marina Foïs, Matthieu Lucci, Florian Beaujean, Mamadou Doumbia, Mélissa Guilbert, Warda Rammach, Julien Souve, Issam Talbi.

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