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“Para mejorar la Educación debes tener contentos a los profesionales”

La consejera andaluza de Educación, Sonia Gaya, justifica así la reversión de los recortes y la vuelta a las 18 horas lectivas como tope. Además, revela que está estudiando el modo de consolidar plantillas de los centros en torno a proyectos educativos concretos.
José Mª de MoyaMartes, 25 de septiembre de 2018
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La consejera Sonia Gaya en un momento de la entrevista.

Sonia Gaya (Huelva, 1969) es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Sevilla y funcionaria de carrera del Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria desde el año 2000, con destino en el Instituto “El Molinillo” de la localidad de Guillena (Sevilla). Posee además el título superior de la especialidad de Inglés por la Escuela Oficial de Idiomas y actualmente cursa estudios de Ciencia Política y de la Administración por la UNED.

La actual consejera de Educación de la Junta de Andalucía ha ocupado diversas responsabilidades en la UGT, donde de-sempeñaba desde 2016 el cargo de secretaria de Institucional de UGT-Andalucía. Anteriormente, durante el periodo 2013-2016, fue secretaria general de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (FETE) de este mismo sindicato.

Motívate, Quédate y Emociónate es el nombre del plan que ha presentado para paliar el abandono escolar. ¿Cuáles son los objetivos?
Estamos convencidos de que la repetición no es la mejor opción para reducir el fracaso escolar y lo que buscamos es reforzar al alumnado en las etapas más tempranas, para de-sarrollar una serie de competencias y habilidades que le ayuden a enfrentarse al futuro.

El profesorado de Primaria tiene más vocación educadora que, a priori, uno de Secundaria. ¿Hay que realizar más pedagogía con los profesores de Secundaria?
No solo pedagogía. Es cierto que el alumnado, en plena adolescencia, es más complicado, pero también es cierto que Secundaria se ve como una salida laboral y no vocacional y quizá deberíamos arreglar esto proponiendo accesos distintos.

En ocasiones existe un sistema educativo rígido, en donde el alumno siempre se debe amoldar al sistema. ¿No habría la posibilidad de que los docentes se adaptasen más al alumno?
Sí, pero siendo conscientes en todo momento del objetivo final. Tendríamos que replantearnos los currículos, el modelo de acceso, las repeticiones, cuáles son los refuerzos escolares que necesitan en sus edades más tempranas y, evidentemente, flexibilizar la norma, porque no hemos encajado bien el concepto de la autonomía de los centros.

Parece que la autonomía es un privilegio de los centros concertados y privados. ¿Los centros públicos deberían tener la misma autonomía?
Es curioso que los centros que pertenecen a una comunidad de aprendizaje tienen una gran autonomía. Trabajan de una forma especial, con mucha participación de las familias. Si esta autonomía funciona en una comunidad de aprendizaje, ¿por qué no puede funcionar en el resto?

¿Los centros se autolimitan, quizás?
Los centros se limitan, por otro lado, la norma es muy estricta. La norma siempre se supedita al afán de garantizar la transparencia, el cumplimiento de la legislación vigente, etc. La primera sorpresa que me sobrevino como consejera fue cuando observé que los centros querían avanzar, tanto en metodologías como en proyectos y eso la norma no lo permite.

Hay quien reivindica que hay que ejercer más control sobre los resultados y menos sobre los procesos, exigiendo a los centros calidad.
Los recursos deben utilizarse de forma eficiente.

Por tanto, ¿es mejor acompañar al profesor que lugar de decirle lo que debe hacer?
Acompañarles sí, porque hasta ahora nos han llevado la delantera. No obstante, esperamos alcanzarles y liderar en poco tiempo alguno de esos proyectos. Por ejemplo en la estrategia de digitalización.

Gozan de un plan ambicioso aquí en Andalucía…
Sí, muy ambicioso. Además con afán de sostenibilidad y perduración en el tiempo.

¿Cuál sería el calendario?
Para finales de este curso pretendemos implementar banda ancha ultrarrápida en más de 2.900 centros. Y, por otro lado, estamos trabajando con el Proyecto Alejandría, un banco de recursos abierto con más de 2.500 docentes colaborando en crear ese material curricular digital. Luego, comenzaremos la implantación del programa Prodig, que consiste en llegar a 250 centros que se erigirán como pioneros en esta estrategia.

Retomando el tema de la Secundaria. ¿Cree usted que hay mucho recorrido para mejorar, sobre todo en el ámbito de la orientación?
Sí, creo que nosotros hemos entendido que lo básico es la atención a la diversidad, a las necesidades educativas específicas y, quizás, hemos abandonado esta orientación laboral y profesional.

Por primera vez, la Formación Profesional ha superado al Bachillerato, una muy buena noticia.
Sí, desde el año pasado. Esto nos obliga a ir a un ritmo frenético con la oferta de plazas y de nuevos títulos. Nosotros tenemos una oferta muy variada, amén de ofertar títulos nuevos este año, como por ejemplo, en el sector aeronáutico.

Ahora hay dos sistemas que funcionan en paralelo, ¿existe poco entendimiento entre Educación y Empleo?
No creo sea problema de entendimiento con Empleo. Hemos trabajado realmente bien con el anteproyecto de la Ley de Formación Profesional. Quizás el mayor problema es la diferencia de ritmos. Los centros integrados deben funcionar bien y debemos apostar fuerte por ellos.

¿Cuál sería un objetivo ilusionante por parte de la Conserjería sobre la reducción de abandono educativo?
Nuestro objetivo es rebajar la media nacional, pero las cosas van lentas.

No solo depende de la Consejería sino hay otros factores importantes que intervienen, como el tejido social.
Muchos son estos factores, por ejemplo, el económico, que no siempre se tiene en cuenta. Nuestra obligación es conseguir la formación de calidad que nos garantice el éxito educativo y no hablo de rendimiento académico, sino el éxito educativo, que es mucho más global.

¿Cuál es la situación real de los docentes interinos?
En las últimas oposiciones hemos reducido la tasa del 18% al 14,6% y continuaremos con una oferta pública de empleo masivo durante los próximos cuatro años.

Usted tiene raíces sindicalistas. El papel de los sindicatos es defender los derechos del profesorado. Ahora, como consejera, tiene que conciliar esto con el interés general del servicio educativo y de las familias, ¿es complicado?
No es incompatible. De hecho, hemos realizado modificaciones en la norma y hemos mejorado las condiciones del personal interino.

Los sindicatos , en ocasiones, exponen que todo lo que supone una mejora de las condiciones del profesorado va a redundar en mejora la Educación, ¿es así de directo?
Hay una cosa que está clara, la permanencia en un centro permite desarrollar un proyecto, involucrarte de una forma continuada y eso redunda en la calidad educativa. Le estamos dando vueltas a establecer permanencias en función de proyectos concretos.

Es interesante…
Sin duda. Vamos por detrás de Baleares, que ha hecho algo en ese sentido, incluso en el concurso de traslados. La falta de estabilidad de las plantillas les impide llevar a cabo determinados proyectos y genera mucho más trabajo, tanto a funcionarios como a interinos que vienen solo por un año.

¿Ve posibilidades de pacto educativo a nivel nacional?
Se tienen que dar las circunstancias para ello. Ha habido mucha crispación política, económica y estamos saliendo, supuestamente, de una crisis. El pacto es necesario. Todos tenemos que ser generosos. Se tiene que basar en los consensos y no en las diferencias. No podemos abrir guerras en temas en los que somos conscientes que jamás vamos a coincidir. Porque todo lo que tenemos en común no responde a ningún modelo ideológico.

¿Se hubiera levantado de la mesa como hizo su partido?
Estoy de acuerdo con esa postura debido a que el pacto, en los últimos tres años, ha sido una falacia. No es una decisión fácil, pero llega un momento en que no ves ninguna garantía para llegar a un acuerdo. No hemos visto ningún gesto, ninguno.

Finalmente, el Gobierno pareció dispuesto a aceptar el 5% de financiación.
Sí, pero, ¿me vas a asegurar que se puede alcanzar este porcentaje? ¿De dónde me lo vas a quitar?

Pero el gesto de levantarse de una mesa de negociación no es el mejor precedente para firmar un pacto…
Sí, pero se explicó bien claro. Se dijo también que nos volveríamos a sentar si se rectificaba. Tengo la confianza absoluta de que el PSOE quiere un pacto.

La semana pasada se publicaron unos datos que contrastan con la imagen pública que se da de las condiciones del profesorado. El profesorado está bien pagado, la ratio es de la más bajas de la OCDE y, la carga laboral, no la lectiva , está muy por debajo de la media, pero la imagen de los profesores no suele ser muy positiva. ¿Qué opina al respecto?
Las cifras siempre son frías y, sobre todo, cuando haces análisis comparativos entre países que responden a culturas o economías totalmente diferentes. Todos sabemos que son muchísimas horas las que se dedican a preparar clases, a corregir, a acompañar a actividades extraescolares que no están dentro de tu jornada. Y, en cuanto al salario, no existe una carrera profesional, no hay una promoción profesional. En cuanto al tema de la ratio, nunca se puede generalizar, es un tema relativo.

La medida que ha adoptado el nuevo gobierno de recuperar las 18 horas, ¿ le parece una prioridad?
Para mejorar la Educación debes tener a los profesionales contentos y en las mejores condiciones posibles. Dicho esto, el sector público se ha visto muy dañado por la crisis, con demasiados recortes…

En realidad, la ratio se ha incrementado en un alumno, por clase. ¿Cuál es su perspectiva?
Creo que el profesorado se va a inclinar siempre por una reducción de la ratio, pero para ofrecer una atención más pormenorizada al alumnado y esto es legítimo y lógico.

Están resultando polémicas diferentes declaraciones del nuevo Gobierno sobre la Concertada cuestionando el concepto de demanda social. ¿Cuál es su planteamiento?
Coincido con la ministra en que tenemos que partir de que el derecho a la Educación es un derecho constitucional. Somos las administraciones públicas las que estamos obligadas a ofertar plazas públicas a nuestro alumnado y, como, históricamente, no hay capacidad para que la Pública llegue a todos, aparecen los conciertos. Equilibremos las necesidades de la Administración con esa demanda social, porque, si no, el sistema es insostenible.

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