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Las ratios por aula solo aumentan en 10 años en un alumno en Primaria y ESO

La ministra Isabel Celaá ha comparecido por segunda vez en la Comisión de Educación del Congreso para salir al paso de la polémica que ha suscitado una de las dos primeras iniciativas adoptadas en menos de 100 días de Gobierno.
Mar VillasanteMartes, 11 de septiembre de 2018
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Se trata del “borrador de anteproyecto de ley de medidas para la mejora de las condiciones para el desempeño de la docencia y la Enseñanza en el ámbito de la Educación no universitaria”, un ambicioso enunciado que encierra tres medidas básicas destinadas a paliar los efectos del decreto de racionalización del gasto público de 2012.

Eliminada la limitación de la tasa de reposición de profesores, la atención del equipo ministerial se centra ahora en suprimir la posibilidad de aumentar hasta en un 20% el número máximo de alumnos por aula en Primaria y ESO; el incremento de las horas lectivas hasta un mínimo de 25 en Infantil y de 20 en las restantes etapas, y la imposibilidad de nombrar funcionarios interinos por sustitución, salvo excepciones, antes de diez días lectivos desde que se produce la situación que lo requiere.

Si bien se concibieron para reducir el gasto público, estas cuestiones “tienen un evidente perjuicio en la calidad de la enseñanza y el desempeño de la docencia”, aseguró la ministra, quien especificó que recuperar las ratios no repercutiría en el gasto público pero mantenerlos sí tendría un alto impacto en la calidad de la enseñanza.

¿Qué han supuesto estas restricciones? El Sistema Estatal de Indicadores de 2018, elaborado por el propio Ministerio, y que asume como “escasa” la influencia del tamaño de la clase en el rendimiento del alumnado (salvo en grupos específicos), revela que las ratios más altas en el curso 2015-16 fueron para ESO y Bachillerato, con 25,3 y 26,6 alumnos, respectivamente, frente a los 21,3 de FP Superior; 20,7 del Grado Medio y los 18,2 de Infantil. La ratio se sitúa en 21,9 alumnos para Primaria, media cercana a los 21 de la OCDE y superior a los 19,7 de los países de la UE que forman parte de los países desarrollados, con márgenes que oscilan entre los 26 de Reino Unido y los 15,7 de Luxemburgo.

En conjunto, hay diferencias muy notables por comunidades autónomas. Así, encontramos en Primaria 28 alumnos por grupo en Melilla frente a 18 en Extremadura y Castilla y León, mientras que en ESO varían de los 30 y 28 de Melilla y Cataluña a los 20 de Extremadura.

Ratios en la Pública
Más similares resultarían las ratios entre centros públicos y privados, tanto para Infantil como para ESO y ciclos formativos, aunque los públicos tienen hasta 3,7 alumnos menos que los privados en Primaria, siempre de acuerdo con los datos del MEFP.

En perspectiva, en los diez años transcurridos entre los cursos 2005-2006 y 2015-2016, el número de alumnos por aula ha descendido en 1,4 en Infantil, mientras que ha aumentado 1,1 en Primaria y 0,7 en ESO. ¿Y cuál sería la tendencia para el futuro? Debido a la caída de la natalidad desde el año 2009, los datos del curso 2017-2018 evidencian una tendencia descendente en la escolarización del segundo ciclo de Infantil (2,2% menos de alumnos respecto al año anterior), mientras que en Primaria sigue prácticamente igual, con apenas 92 escolares más, y en ESO se produjo un incremento del 2,3%, derivado del aumento de los nacimientos de principios de siglo. Destaca también el incremento de la escolarización en el primer ciclo de Infantil, con 7.261 nuevos alumnos (+1,6%).

Por su parte, el profesorado de las enseñanzas no universitarias ascendió el pasado curso un 1,9%, con 12.907 nuevos docentes que sumaron un total de 701.373, de los cuales 496.132 corresponden a centros públicos y 205.241, a privados. La comunidad docente se ha ido recuperando de los efectos de los recortes y los límites a las tasas de reposición, que han supuesto la pérdida de casi 60.000 maestros y profesores desde 2011, según cálculos de CCOO.

Por lo que respecta al horario docente, cada administración educativa ha regulado el reparto de actividades en un marco de 37,30 horas semanales. A partir del decreto de 2012, las horas lectivas semanales se han generalizado en las 25 de la mayoría de las comunidades autónomas, con excepciones en País Vasco (23) y Cataluña (24), según indica el último análisis elaborado sobre esta cuestión por el sindicato FETE-UGT, desde el que se denuncia que los españoles cuentan con menos tiempo para el resto de actividades que en otros países. En concreto, se apunta que en España el porcentaje de horas de enseñanza directa en Primaria suponía un 62% del total, frente a un 49% de media en la OCDE y la UE-22. En horas, esto se traduce en un promedio de 880 para los de Primaria, más de 100 que la UE-22 (767).

De medida “especialmente gravosa” calificó la ministra las limitaciones a la incorporación de funcionarios sustitutos, que ha disparado los porcentajes de interinidad al 29% y que ahora supone un problema en el acceso a la función pública.

El Ministerio quiere dejar en manos de las comunidades autónomas la regulación de estas materias, y tanto desde el Partido Popular como desde Ciudadanos se ha advertido de que los cambios en el profesorado requieren recursos por parte de las comunidades autónomas, lo que se puede traducir en mayores desigualdades territoriales.

Para la ministra, el objetivo reside en que la comunidades que puedan, y quieran, tengan la oportunidad de revertir la situación. “No impone, facilita”, precisó.

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