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Las tecnologías ayudan a unos 800 alumnos con parálisis cerebral

Adrián ArcosMartes, 25 de septiembre de 2018
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Un total de 793 niños y niñas con parálisis cerebral y otras discapacidades con grandes necesidades de apoyo de distintos centros educativos de la Asociación de Parálisis Cerebral (Aspace), han podido mejorar su aprendizaje con las nuevas tecnologías, gracias a las acciones formativas que se han puesto en marcha el curso pasado en 19 entidades Aspace. En total han participado en este programa 295 profesionales de estas entidades, quienes han recibido formación sobre las herramientas necesarias para facilitar la utilización de las nuevas tecnologías y las TAC por parte del alumnado, para así facilitarles y reforzarles su comunicación, su participación y su autonomía.

Una de estas profesionales es Mónica Sala, maestra de Educación Especial de la Fundació Aspace Catalunya, quien ha comentado que “la formación recibida me ha resultado muy útil e interesante, ya que gracias a ella he podido obtener un conocimiento más amplio del uso de las TIC en el aula, cosa que beneficiará a mi trabajo directo con los alumnos y repercutirá directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje que realizo diariamente en la escuela”.

También Teresa Velasco, maestra de Pedagogía Terapéutica en Fundación Numen: “Gracias al curso he podido ampliar mis conocimientos sobre TIC y recursos que propician la intencionalidad comunicativa, facilitan una participación activa y autónoma y, en definitiva, favorecen la autodeterminación de mis alumnos y alumnas”.

Los objetivos perseguidos con estas acciones formativas, han sido facilitar y reforzar la comunicación y la participación del alumnado a través de la utilización de las TIC. De esta forma se consiguen satisfacer sus necesidades emocionales y de autoestima, y se les ofrecen técnicas innovadoras que mejoren su calidad de vida.

Acciones formativas
En concreto se han realizado dos tipos de acciones formativas. Por un lado, el manejo de herramientas tecnológicas en el aula, que tiene como objetivo exponer de manera práctica los principales recursos tecnológicos para mejorar la autonomía y la participación de las personas, a través de la utilización del ordenador, tablets, pizarras digitales, etc… para personas con dificultades de acceso.

La segunda acción formativa se denomina “expresión y participación a través de distintas herramientas tecnológicas”, con el objetivo de conocer los productos tecnológicos aplicados en el aula a través de experiencias lúdicas de aprendizaje, facilitando la participación en el entorno inmediato y social, y la asimilación de contenidos pedagógicos, adaptando la actividad a las capacidades e intereses de cada niño. El programa ha sido valorado con un notable por parte de los asistentes a los cursos, en concreto con un 7,24 sobre 10.

Últimos recursos
En cuanto a los resultados obtenidos durante el curso, cabe señalar que los profesionales han obtenido información sobre los últimos recursos tecnológicos, para poder desarrollar actividades lúdicas y motivadoras en las aulas. Asimismo han conocido soluciones para la adaptación de contenidos en actividades utilizando los recursos TIC, para la adaptación de materiales de acceso a las TIC y al entorno (juguetes, materiales de estimulación, etc…) y para utilizar la pizarra digital para trabajar contenidos curriculares.

También han conocido herramientas con las que fomentar y ampliar la comunicación del alumnado a través de dibujos, fotografías o vídeos, y la elaboración de cuentos inte-ractivos o la adaptación de cámaras de fotos.

También durante el pasado curso, 29 entidades Aspace participaron en el programa ASPACEcif Valorando Capacidades, un proyecto para la valoración y elaboración de planes de intervención de personas con parálisis cerebral y otras discapacidades afines a través de la clasificación internacional CIF. Este modelo facilita información sobre las capacidades y funcionalidades de las personas, a partir de la participación activa de las propias personas y el trabajo multidisciplinar, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas atendidas en los centros Aspace.

Nuevo paradigma
Entre otros beneficios que los profesionales han ido remarcando a lo largo del curso, destaca el haber descubierto un nuevo paradigma de valoración que les permite ser más objetivos, y mejorar la práctica diaria estando muchos más centrados en la persona y su familia. Se ha conseguido ir más allá de las evaluaciones y dar el salto a lo que la persona realmente quiere y necesita, contando además con una mejor y mayor coordinación con las familias.
“La participación en sus evaluaciones y en la definición de los objetivos de su Plan Individual les resulta gratificante y les motiva, esto les lleva a implicarse y a responsabilizarse en su consecución. Se sienten capaces de dirigir su propia vida, se sienten escuchados”.

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