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“El teatro permite vivir diferentes respuestas ante un hecho conflictivo”

La jefa de Estudios del Colegio “Costa Rica”, Diana Batanero, opina que el programa En sus zapatos le ha ayudado a comprender muchos comportamientos propios y de los demás y esto le ha permitido relacionarse de una forma más comprensiva y paciente.
Beatriz Gámez JareñoViernes, 26 de octubre de 2018
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Diana Batanero es la jefa de estudios del colegio “Costa Rica” que se encuentra en el barrio de Aluche. Batanero participó en el curso 2017-18 en el programa En sus zapatos ‒su creadora es Pax Dettoni­, que también es la fundadora del Teatro de Conciencia‒ cuyo objetivo es gestionar las emociones, la empatía activa y la resolución positiva del conflicto a través del Teatro de Conciencia y de la Inteligencia Emocional. Finalmente, este año Batanero completa su formación para convertirse en ponente y formadora de esta metodología.

¿Qué le ha parecido el programa En sus zapatos?
El programa En sus zapatos me ha parecido muy esperanzador para la vida cotidiana del ser humano en su relación consigo mismo y con los demás, ya que en un centro educativo las relaciones humanas son lo primero. Así pues, este programa me ha ayudado a comprender comportamientos propios y de los demás, por lo que esto me ha permitido relacionarme con las personas de una forma más comprensiva, paciente y tranquila. Por ello, me ha resultado muy importante su desarrollo en el centro educativo porque hemos podido reflexionar sobre la importancia de nuestras palabras y de nuestros actos en relación con uno mismo y con los demás. Asimismo, esa reflexión me ha llevado a querer tomar otras decisiones más armónicas con las personas. En conclusión, nos muestra cómo podemos cambiar a una cultura más pacífica. ¡Eso que tan utópico suena! Este proyecto lo hace real.

¿Qué herramientas ha aprendido?
He aprendido la herramienta del semáforo: Primero parar; segundo respirar y escucharme; tercero pensar una alternativa más pacífica y actuar. Esto nos ayuda a no reaccionar ante lo que vemos u oímos que, a veces, lo que hacemos es defendernos de algo o alguien que ni siquiera quiere agredirnos. También, he aprendido la técnica del árbol, que consiste en respirar tres veces, como mínimo, de pie y moviendo los brazos arriba y abajo al ritmo de la respiración para conseguir que la emoción que me tenía atrapada y no me permitía pensar de forma clara, pierda su fuerza y yo pueda tomar una decisión menos dañina para mí y para los demás. Además, nos han enseñado meditaciones, cuidar nuestras palabras, lo importante que es hablarnos de forma amorosa a nosotros mismos y a los demás y a evitar las etiquetas. Además de técnicas de resolución de conflictos pacíficas, en las que el castigo se sustituye por medidas restauradoras, puesto que con el castigo se consigue devolver más dolor. Por ejemplo: Te has peleado con Juanito jugando al fútbol, pues mañana no jugáis al fútbol. ¿Qué aprendizaje sacamos de ahí? Seguimos todavía en el ojo por ojo y diente por diente.

Antes de empezar el programa, ¿sabía gestionar sus emociones de una manera adecuada en clase?
Algo había hecho de mindfulness y ya conocía y había experimentado lo importante de parar y respirar para gestionar nuestras emociones y poder tomar decisiones más objetivas y menos dañinas. No obstante, este proyecto me ha ayudado a mirarme de una forma más compasiva y a ponerme en los zapatos del otro. Siento que todos estamos construidos de las mismas emociones y que no es fácil controlarlas si nadie nos enseña. Es por ello que esta otra mirada hace que cambie mi forma de estar o vivir en el mundo. No somos conscientes de la cantidad de veces que no controlamos nuestros actos o palabras y es muy importante saber hacerlo, ya que son las emociones las que gobiernan nuestras vidas.

¿Qué conocimientos tenía sobre inteligencia emocional?
Básicos. Sabía de su importancia y había leído libros, pero en el mundo académico esto no se quería ni oír. Hoy, gracias a la neurociencia parece que comenzamos a valorarla. Si lo dice la ciencia lo valoramos, si nos lo dice el corazón, dudamos. Creo que ha llegado el momento de equilibrar la balanza. Y la llegada de este proyecto a la Educación formal y pública, gracias a la valentía de Pax, implementadora del programa en las aulas y directora de la Asociación Teatro de Conciencia, nos muestra que ya comienza a valorarse y se tiene interés por cuidar este aspecto en la sociedad actual.

¿Qué evolución ha visto en los alumnos?
Muy positiva y enriquecedora. Ellos han normalizado y valorado el mundo emocional en sus vidas. Se han hecho conscientes de que si esta parte del ser humano no se cuida pocos aspectos de nuestra vida van a funcionar. Y esto es un saber que muchos adultos no hemos descubierto.

¿Por qué los niños entienden mejor el mensaje a través del teatro?
No solo los niños, también, los adultos lo entendemos mejor. Además, el proyecto se ha desarrollado con padres y maestros. Por un lado, se entiende porque es muy visual, habla por imágenes, sin estar enganchado a nuestro problema personal; es decir, puedo jugar con personajes que viven situaciones similares a mí, pero sin estar implicado tan emocionalmente, que es lo que nos impide razonar adecuadamente y objetivamente. Por otro lado, nos permite visualizar y vivir otras alternativas de respuesta ante una situación o hecho conflictivo.

¿Cómo cree que se debe resolver el acoso escolar en los centros educativos?
Yo solo sé que llevamos mucho tiempo con el ojo por ojo y diente por diente y que va siendo hora de probar otra cosa en la Educación. Por eso, si me preguntas: ¿Cómo piensa que se debe resolver el acoso escolar? Te diré que con mucha inteligencia emocional porque con la inteligencia racional ya se ha demostrado que no vamos bien.

¿Desea añadir algo más?
Sí, agradecer a Pax Dettoni su valentía y generosidad en el desarrollo e implementación de este proyecto en los colegios públicos, pues introducirse en la vida de aulas de 5º y 6º de Primaria, con sus maestros y padres, no es tarea fácil, ya que requiere de un gran coraje y corazón por su parte. Dar las gracias a mis compañeros, padres y a las personas de los CTIF que apoyaron a Dettoni y confiaron en el proyecto para que llegara esta formación a los maestros. Y, por último, a la Comunidad de Madrid que está apoyando este programa y ha creído en Dettoni para que forme a 44 maestros, durante un curso escolar, para que ayuden a seguir formando en Inteligencia Emocional a más centros educativos que estén interesados. 

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