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La ausencia de carrera profesional desincentiva al profesor

Diego FranceschMartes, 16 de octubre de 2018
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Los profesionales de la Educación no están satisfechos con la manera en que se desarrolla hoy día la carrera de un profesor: la formación inicial y continua, los mecanismos de acceso a la profesión, su retribución, la evaluación de su labor como docente, etc.

“La manera de afrontar todos estos retos es objeto de múltiples debates, pero el punto de partida es firme”, dicen los autores de la encuesta. Un 93% de los profesionales ve necesario definir un nuevo modelo de carrera para el profesorado.

Esta es la principal conclusión de una encuesta sobre el modelo de profesión docente impulsada por la Fundación Cotec para la Innovación y Proyecto Atlántida, en el marco de un trabajo colaborativo desarrollado a través de la Red por el Diálogo Educativo, una plataforma formada a comienzos de año que reúne a medio centenar de organizaciones y expertos en Educación.

La consulta fue cumplimentada este pasado verano por 772 profesionales de todos los niveles educativos. Un 85% de los participantes son profesores.

La mayoría de los consultados (59%) cree que diseñar una carrera atractiva para el profesorado sería la mejor manera de mejorar el reconocimiento social de su labor, por encima de subirles el salario (37%) o elevar la nota de acceso a la docencia (32%).

A la hora de definir el perfil básico que debe tener el profesor actual, las características más señaladas en la encuesta son “empatía y gestión emocional de los alumnos” (78% de los encuestados), “conocimiento y aplicación de metodologías didácticas activas” (69%) y “gestión del aula” (62%).

En cambio, el “expediente académico” solo es considerado esencial para un 10% de los profesionales consultados y la competencia digital, un 26%.

Entre las debilidades del actual modelo de carrera docente destacan en la consulta la inadecuada relación entre la universidad y los centros educativos (81%), el inadecuado sistema de evaluación del profesorado (80%), o la poca implantación del trabajo colaborativo entre los propios profesores (80%).

Descontento en el acceso
Existe asimismo un descontento generalizado con el modelo actual de acceso a las plazas de profesor funcionario. La mayoría rechaza tanto el sistema de acceso (65%) como las competencias que se demandan en la oposición (64%) o el sistema de valoración de méritos (55%). El 63% reclama cambios en la fase de oposición y un 55%, que se establezca un modelo de formación específico para profesores noveles.

Un aspecto de la encuesta que alcanza un amplio consenso es la posibilidad de sistematizar periodos de formación en prácticas en centros educativos, una propuesta que respalda el 72% de los encuestados y que cuenta con precedentes en otras profesiones (MIR sanitario).

Entre los requisitos que se consideran necesarios para favorecer la inserción profesional de los nuevos docentes destacan las tutorías sistemáticas (87%), la colaboración entre los centros y las universidades (81%) o garantizar a los aspirantes unas condiciones laborales óptimas (78%).

En cuanto a los centros más adecuados para acoger a los profesores en formación, serían aquellos con un equipo formado para acompañar y tutorizar a los alumnos en prácticas (82%), con un equipo directivo comprometido con la formación de estos futuros profesores (75%) y que tuvieran un proyecto educativo sólido y válido (63%).

Solo un 9% de los encuestados cree que estos centros de formación para futuros profesores deben ser por encima de otras características los que obtengan buenos resultados de aprendizaje.

Por último, un 84% de los profesionales encuestados atribuye el fracaso de los sucesivos intentos por alcanzar un pacto educativo a los intereses partidistas de las organizaciones políticas.

El foro REDE está elaborando una publicación académica, coordinada por la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele), que incluirá un análisis completo de los resultados de la consulta y que se publicará previsiblemente a finales de este año.

La Red por el Diálogo Educativo nació en enero de 2018 como un foro de reflexión que dio lugar a un documento que fue sometido a consulta de la comunidad educativa a través de la encuesta #DebateDocente y cuyas aportaciones se incorporaron a las reflexiones de este colectivo.

El citado documento reconoce que una de las características generalmente reconocida de nuestro actual modelo de profesión docente es que ofrece “una trayectoria muy plana”. De hecho, “casi se podría decir que no existe, como tal, una carrera docente”, añade.

El documento propone varias trayectorias para la carrera docente: una horizontal y otra vertical. La trayectoria horizontal supondría avances profesionales sin cambiar de etapa, ni de responsabilidades docentes.

Un ejemplo de esta trayectoria horizontal es la diferenciación entre junior, full y senior. “Sin que en ningún caso estas etapas estén vinculadas exclusivamente a la experiencia, sino que deben configurarse a partir de una combinación entre experiencia y logro profesional”, dice el texto.

La trayectoria vertical estaría asociada al cambio de etapa, o de la función docente a otro tipo de funciones. Por ejemplo, el paso de docente a inspector, o el cambio de profesor no universitario a profesor universitario. En esta trayectoria desempeñaría una papel muy importante el profesorado no universitario que colabora con el desarrollo profesional docente (un ejemplo podría ser la figura del profesor asociado).

 

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