La Constitución de los escolares defiende la paz y la igualdad de sexos

Es «La Constitución de los niños y las niñas», que los escolares han llevado personalmente al Ministerio desde colegios de Madrid, Guadalajara, Extremadura y Valladolid, y que han entregado en un lápiz de memoria a Celaá, quien, agradecida, ha felicitado a los maestros y maestras que hacen que «estos milagros sucedan día a día». Ha sido en uno de los actos conmemorativos del 40 aniversario de la carta magna, en el que Celaá ha pedido a los escolares que «se quieran» y eliminen el acoso escolar de las aulas, y ha calificado la Educación como el mayor tesoro del mundo y la ha comparado con un «gran cofre lleno de cosas preciosas».

Y todo ello, mientras destacaba que hace 40 años la Educación Superior solo era accesible para los sectores más privilegiados y «muchas familias pensaban que la igualdad de oportunidades era un sueño inalcanzable».

La ministra ha pedido a los escolares que lean «para vivir aventuras» y ha destacado la labor de los profesores, «héroes y heroínas que hacen un trabajo muy difícil» y a los que ha dicho que «está empeñada en mejorar sus condiciones de trabajo».

«Tratan de sacar día a día lo mejor que hay en vosotros», ha comentado Celaá sobre los maestros, mientras pedía a los niños y a las niñas que aprendan a discutir sin pegarse.

Los 150 menores elegidos para redactar la Constitución de los escolares han llegado al Ministerio de los colegios públicos «Sierra de Gredos» de Navalmoral de la Mata (Cáceres), «Luis Buñuel» de Alcobendas (Madrid) y «Pío del Río Hortega» de Portillo (Valladolid, así como desde el concertado «Marista Champagnat» (Guadalajara).

Los escolares, que han montado un puzzle con la ministra en el que se leía «Tenemos voz, tenemos derechos», han diseñado un texto que también garantiza «el respeto a la vida de los niños y a los demás» y pide que «los niños y las niñas seamos iguales y podamos hacer las mismas cosas». Además, reivindican su derecho a poder ir a la escuela, a tener un lugar donde vivir, a poder respirar bien y tener una alimentación sana y «a vivir con papá y mamá aunque estén separados».

Sin olvidar el deber de ayudar a los demás y en las tareas caseras, ser ordenados, aprovechar el tiempo para aprender y esforzarse en el trabajo para hacerlo bien.

El Ministerio ha querido convertir este acto en un homenaje a los profesores con dos docentes jubiladas como maestras de ceremonias que han recordado el largo camino recorrido por la escuela española, desde la segregación por sexos de las aulas y el «ordeno y mando» de los maestros, a la integración y la inclusión y el tiempo de «poder preguntar y esperar una respuesta».

Un acto amenizado por el Coro de Enseñanzas Profesionales del Conservatorio Profesional de Música Amaniel de Madrid que ha llenado con la poesía de Antonio Machado el patio del Ministerio de Educación.