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Meditación y relajación para acabar con el estrés y la ansiedad en las aulas

El objetivo del ‘mindfulness’ es que el alumno encuentre un equilibrio entre el cuerpo y la mente a través de los pensamientos positivos y técnicas de relajación.
Manuel CarmonaMartes, 7 de mayo de 2019
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El estrés, la ansiedad, la hiperactividad, la falta de atención son patologías que hoy afectan a los menores en las aulas desde Primaria al Bachillerato, pasando por la ESO y la FP, hasta la universidad. Para hacer frente a estas enfermedades, conversamos con la psicóloga Natalia Pedrajas, profesora en la Universidad Europea de Madrid y en la Universidad de Navarra, y fundadora de la empresa digital de apoyo psicológico y meditación, Ayuda Psicológica en Casa; y con Gracia Vinuesa, docente y bióloga en la enseñanza pública en ESO, Bachillerato y FP.

La primera cuestión que les planteamos a nuestras protagonistas es: ¿qué medidas son necesarias aplicar en el aula a los estudiantes menores de 18 años para que estén en calma y presten atención?

La experiencia es un grado tras más de 30 años en las aulas como profesora que ha visto pasar a varias generaciones en sus clases en las provincias de Alicante, Soria o Palencia. Gracia Vinuesa nos propone estas medidas para relajar a los estudiantes mientras les damos clases y atraer su atención: “Lo primero sería ver la vida como Ayurveda, es decir, encontrar un equilibrio entre el cuerpo y la mente a nivel de todo, por ejemplo al levantarse el chaval en vez de decir ¡qué rollo de mañana me espera!, ha de tener un primer pensamiento positivo y desear que el día le sea magnífico.

En el desayuno hacerlo bien, porque si no llega fatal al IES y desmotivado. El desayuno es muy importante porque se carga de energía con alimentos saludables, y ver que eso que está comiendo le va a ayudar a su cerebro a la gran actividad mental que va a tener a lo largo de la mañana y al gran esfuerzo físico. Y si se tiene que levantar 15 minutos antes, va a ser mejor”.

La profesora Gracia Vinuesa recomienda que el alumno “termine sacando algo positivo de clase, por ejemplo alguna anécdota o algún comentario del profesor".

En clase, Vinuesa recomienda que “termine sacando algo positivo de ella, por ejemplo alguna anécdota o algún comentario del profesor que le haya resultado interesante. Entre clase y clase, mejor hacer tres respiraciones profundas para oxigenar su cuerpo, para subir el tono vital, si está sentado, levantarse. Dirigirse a la ventana, abrirla y tomar una bocanada de aire fresco, o incluso tomar un bocado si lo necesita”.

En el recreo, es bueno “desconectar totalmente, salir al patio, respirar aire del exterior, caminar, hablar con los compañeros. Y lo que no hay que hacer es ponerse a repasar si luego tiene un examen porque le subirá su nivel de estrés, ya que lo que ha estudiado ya está estudiado”.

Si entra en una clase en la que se enfrenta a un examen o a una exposición, lo primero que debe hacer el alumno es “pensar en positivo y tener la seguridad de que está bien preparado. Antes de eso hacer tres aspiraciones abdominales: boca, nariz e hinchar el abdomen y diafragma, elevar el diafragma, e hinchar pulmones, y a continuación lo contrario. Respiraciones y aspiraciones, tres”.

La inteligencia emocional

Desde la óptica de la psicóloga Natalia Pedrajas, ya con una década de vivencias como educadora en el ámbito universitario y por su experiencia clínica, “una de las medidas clave es el desarrollo de la inteligencia emocional. Nos han educado desde unas inteligencias lógico-matemática y lingüística, que han sido las medidas que incluso la psicología antes cogía para medir el coeficiente intelectual, pero eso se ha quedado atrás”.

“Se nos hace necesario empezar a promocionar otro tipo de inteligencias como la interpersonal e intrapersonal, porque las dos juntas son la inteligencia emocional”, asegura Pedrajas. No solo para que “los alumnos se conozcan a sí mismos y gestionen sus emociones de enfado, ira o frustración que suelen ser las más habituales que aparecen en el aula, sino que también puedan autorregularse entre sí y regularse a sí mismos”.

Lo fundamental para ella sería “trabajar en el aula técnicas relacionadas con la inteligencia emocional, en concreto la intrapersonal y la interpersonal. Que aprendan a estar seguros en un entorno a nivel emocional para hacer la transición desde esa vida adolescente a la vida adulta”.

Del IES a la universidad

El salto de la vida del IES a la universidad exige adquirir un grado de madurez personal y de competencias. ¿Qué medidas aconsejan nuestras dos expertas para hacer una transición inteligente de una etapa a la otra? Para Vinuesa el quid de la cuestión reside en que “el universitario lo tiene muy claro, y sabe que si ha estudiado va adelante”. La principal recomendación es que “duerma bien porque el fallo de muchos universitarios es que se pegan un atracón de estudiar la semana antes de los exámenes, y van zombis a los mismos”. En cambio, a los estudiantes de los IES “les tienes que guiar, hay que animarles en la cultura del esfuerzo y verán que lo sacarán más adelante sin problemas”.

Por su parte, Pedrajas nos hace esta descripción del mundo universitario: “La gente que accede a la universidad llega con un patrón educativo aprendido. Ese modelo que se ha gestado en el IES puede estar relacionado con una clase clásica en la que el profesor habla y el estudiante escucha; o por un caldo de cultivo fundamental que es el pensamiento crítico”. Desde su punto de vista, “aquellos profesores que desde el Bachillerato fomentan el debate a fondo, logran que el alumno pueda sobresalir en todas esas facultades y fortalezas cuando llega a la universidad”.

La emoción positiva, caldo de cultivo del aprendizaje

También los docentes necesitan ayuda de su compañero psicólogo en el IES, en la escuela o en la universidad, para afrontar la sobrecarga laboral y las tensiones que se producen, y para ser capaces de mejorar en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en la relación con su alumnado. Ante esa circunstancia, la cuestión es ¿qué formación específica psicológica necesita el profesorado de hoy para atender a esas necesidades que presentan nuestros estudiantes?

Desde el conocimiento que da el estar experimentarlo desde hace varios años, la profesora Gracia Vinuesa propone hacer algún curso de relajación. “Yo porque estoy metida en yoga, pero te aseguro que si las cosas que practico ahora las hubiera sabido antes, mi nivel de estrés hubiera bajado muchísimo a la hora de enfrentarme con un curso difícil, tomarme las cosas de otra manera. Saber cuándo he de cortar comentarios, saber no contestar para no empezar un bucle donde al final la energía es negativa”, explica Vinuesa.

Natalia Pedrajas, en su doble faceta de docente y psicóloga clínica, destaca la inteligencia emocional y la gestión del clima emocional del aula.

Natalia Pedrajas, en su doble faceta de docente y psicóloga clínica, asegura que “lo dividiría en dos formaciones específicas: la primera, en cómo las relaciones interpersonales entre profesor y alumno en la universidad al final tienen una particularidad distinta a la del IES o a la del colegio. Los dos están en un mismo mundo adulto, ambos son capaces de discernir, de analizar, de criticar. Deberían tener interiorizados esos conocimientos especializados de relación interpersonal de adulto a adulto de aprendizaje”.

Y eso –añade Pedrajas–, a su vez, tiene que ver con la inteligencia emocional y con la gestión del clima emocional del aula, y cuáles son las emociones que están predominando, cuáles son aquellas que hay que gestionar, y cómo ayudar al alumno a que transicione a una actitud predispuesta al aprendizaje.

Al fin y al cabo el profesorado tiene que tener presente que esa motivación va a ser el caldo de cultivo esencial para un mayor aprendizaje. Todo aquello que está aprendido con una huella emocional positiva es un conocimiento que se asienta en el cerebro de una forma más viva y permanente, frente a lo que no te causa emoción ni atención ni expectación”.

Otro de los puntos esenciales tiene que ver con las tecnologías educativas y con la neurodidáctica. “Todo lo relacionado con innovación y emprendimiento son conocimientos especializados que permiten que el profesor llegue mejor al estudiante mediante nuevas metodologías que ya están estudiadas de sobra. Aunque los alumnos sean distintos cada año, al final tienen unas circunstancias comunes”, explica Pedrajas.

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Hacen faltan muchísimos más colegas psicólogos y pedagogos en los centros, ahora son meros administrativos

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Los orientadores psicológicos de colegios e IES están desbordados; España sobre todo en el sistema público pero también en el concertado y privado tiene que hacer una inversión potente destinada a contratar a más profesionales de este campo. ¿Qué labor complementaria pueden hacer los psicólogos de los centros educativos tanto en la formación de sus compañeros docentes como en enseñar técnicas de meditación a los jóvenes? Desde la mirada de Vinuesa “hacen faltan muchísimos más colegas psicólogos y pedagogos en los centros, ahora son meros administrativos. Yo puedo atender a un chaval si me pregunta un problema o lo veo llorando, y aunque no lo conozca, interesarme por cómo se encuentra. Pero está claro que la información y el conocimiento que le pueda dar un psicólogo va a ser más firme y clara que la que le pueda dar yo a nivel personal. E incluso al profesorado también los necesita”.

“Ante alguien agresivo en clase no te puedes poner al mismo nivel porque la agresividad va aumentando”, advierte Vinuesa. “La tienes que parar, y no tienes técnicas para saber cómo hacerlo. Por eso necesitas esos cursos dados por psicólogos, pedagogos o terapeutas  de relajación o yoga”, aconseja.

Y desde la perspectiva de Pedrajas “no he visto mayor capacidad de gestión y de atención masiva que además esté hecha con profesionalidad, con una deontología y una buena praxis. Falta personal, falta ese tipo de recurso, debería de haber al menos un psicólogo por cada centro escolar y aún así sería insuficiente. En cualquier caso ni siquiera hay eso, se distribuyen por zonas de centros, y van una vez a la semana al IES.

Buscar el equilibrio

Para concluir este viaje con nuestras dos protagonistas, les propongo que nos hagan una última sugerencia y reflexión. Gracia Vinuesa sugiere “que potenciemos el pensamiento Ayurveda, que es una forma de vida que deberíamos aplicar cada vez más a nuestras vidas. He de estar equilibrado con mi mente, con mi cuerpo y con mi entorno. Es fundamental”.

Por su parte, Natalia Pedrajas invita a docentes, familias, estudiantes y a la sociedad a “dejar de estigmatizar la psicología, de manera que no solo vayan al psicólogo las personas que estén mal, sino que seamos capaces de prevenir y de que esa labor esté más patente y tenga una mejor presencia en el mundo educativo”.

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