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Lecciones de los mejores expedientes de Bachillerato y FP

66 alumnas y 34 alumnos han participado en el Aula Ortega y Gasset de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que celebra su XIX edición.
RedacciónLunes, 26 de agosto de 2019
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Alumnos que han participado en el Aula Ortega y Gasset la penúltima semana de agosto de 2019. JUANMA SERRANO (UIMP)

Por Pablo G. Hermida (Agencia Efe)

Haber sido uno de los cien alumnos más sobresalientes de la Selectividad abre muchas puertas, sobre todo para elegir la carrera que uno quiere, pero también da la opción de pegar antes que nadie el salto a la universidad y comprobar cómo es esta nueva etapa formativa.

Esa oportunidad la ha dado un año más, y ya son 19, el Aula Ortega y Gasset de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que durante esta semana ha ofrecido en Santander a los jóvenes más brillantes académicamente una formación multidisciplinar de la mano de ponentes de prestigio.

Organizarse para aprender más allá de la escuela

Los tres alumnos entrevistados coinciden en la importancia no sólo de «hincar codos» y llevar la materia al día, sino de organizarse y dedicar tiempo a otras actividades extraescolares, ya sean musicales, deportivas o idiomas.

Los perfiles de los alumnos son muy dispares, aunque dos de los cien seleccionados son hermanas que se han decantado por diferentes ramas del conocimiento, y cuya familia puede estar de enhorabuena, pues hay una tercera melliza que no ha entrado por escasas décimas.

Con una media final en la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad de 13,8, Lucía (Oviedo) estudiará un doble grado en Derecho y Estudios Internacionales. Sin embargo, Lucía señala que en Bachillerato se decantó por las ciencias puras, pero notó que le empezaba a llamar la vocación de sociales. «No me arrepiento porque es un Bachiller que me encantó. Voy a echar mucho de menos la química y las mates», asegura.

Lucía, que toca el violín en el Conservatorio, es partidaria de tener actividades extraescolares, pues considera que ayudan mucho a organizarse. «Y lo veo con muchos alumnos que estamos aquí», subraya. Sobre su experiencia en la UIMP, cree que la formación recibida no es sólo académica, sino también personal, y lo describe como una experiencia «genial» que le ha permitido conocer a compañeros «muy interesantes». Lo de ser trillizas reconoce que ha sido una ayuda pues, como si de una biblioteca se tratara, se ponían todas las tardes en la mesa de la cocina a resolver dudas y a preparar los exámenes.

Su hermana Inés (Oviedo), que obtuvo un 13,85 en la media entre Bachiller y Selectividad, también achaca buena parte de su éxito académico al ambiente de estudio que había en su casa y al despeje mental que le producía tocar la viola, pues cree que si no hubiera hecho algo de música «no podría haberlo hecho bien».

Contra los estereotipos

Además, como va a estudiar Matemáticas y Física, una carrera científica -al igual que la tercera hermana, que hará Ingeniería de Organización Industrial-, quiere desmontar el falso mito de que estas carreras son sólo para hombres, y llama a esforzarse en cambiar las estadísticas. «El caso es que la mayoría van a hacer carreras como Medicina, Enfermería o Magisterio, que tienen que ver con cuidados. Si entras en Medicina es que tienes nota para entrar en Ingeniería, más bien como que no lo elegimos», explica, y lo relaciona «con una cuestión cultural en que hay que esforzarse por ver qué es lo que se pasa por la mente de las mujeres, que parece que no quieren hacer ingenierías».

Con el objetivo de escribir teatro musical, Carlos (Torrevieja, Alicante) va a estudiar Dramaturgia en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, tras haber obtenido un 14 en la Selectividad: la mejor nota posible.

«Yo creo que ser inteligente y tener inquietudes artísticas que van más allá de ser ingeniero o matemático no tiene que sorprender», sostiene, pues muchos se quedan atónitos por que con su nota tenga la aspiración de vivir del teatro, y es que cree que todavía se ve al artista como algo «extraño o bohemio».

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Yo creo que ser inteligente y tener inquietudes artísticas que van más allá de ser ingeniero o matemático no tiene que sorprender

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«La experiencia en la UIMP es mucho mejor de lo que me esperaba», ensalza, y dice que la charla que más ha disfrutado ha sido una sobre demografía del profesor de la Universidad de Cantabria Pedro Reques, aunque lo que más le gusta es el carácter interdisciplinar del curso.

El vicerrector de Posgrado e Investigación, Miguel Remacha, señala que el objetivo de la UIMP con esta iniciativa es «juntar a estudiantes relevantes que han hecho un esfuerzo y hacerles ver cómo es la universidad, qué pueden estudiar o investigar allí y qué proyecciones tienen de futuro».

Remacha les aconseja que mantengan «ese espíritu de esfuerzo y de querer aprender un poco de todo» mediante las actividades transversales que ofrece la UIMP, sin centrarse exclusivamente en el grado que quieren cursar.

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