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Ignacio Obando: “Hemos creado una sociedad con pies de barro”

El Dr. Ignacio Obando, profesor titular de Pediatría en la Universidad de Sevilla en el Hospital Virgen Macarena, habla con la base que le dan los años de experiencia en Salud Pública, sus conocimientos adquiridos durante años sobre el terreno de la realidad clínica, el compromiso de la vocación y la responsabilidad médica, y la fuerza y convicción que transmite con la información y la documentación de primera mano. En estos momentos dificilísimos que estamos viviendo en los cinco continentes, me cito con él para saber a ciencia cierta lo que está ocurriendo tanto en el mundo académico universitario como en la dinámica diaria de los hospitales.
Manuel CarmonaLunes, 13 de abril de 2020
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¿Cómo se está viviendo en su Facultad de Medicina y en la Universidad de Sevilla la crisis del coronavirus?

“La situación nuestra es totalmente diferente al resto de las facultades, estamos y trabajamos en un hospital en primera línea. La actividad docente es complementaria y en cierta medida aparte, con lo cual nosotros esto ya lo estábamos viviendo desde hace tiempo, pero la previsión de que esto podía ocurrir yo la tenía clara ya desde hace más de 1 mes. Asumí entonces que íbamos a tener estas circunstancias y no me está sorprendiendo nada de lo que ahora está pasando. Pienso que se tenían que haber hechos planes universitarios de contingencia previamente y con claridad porque era previsible. A los alumnos de forma general no se les ha comunicado nada, a modo personal sí me han preguntado; pero nuestro problema no es la docencia teórica sino la práctica que es lo que ahora está en juego y que en Medicina es fundamental. Esto va a repercutir sobre todo en 6º de Medicina que es un curso totalmente práctico.

Para los alumnos supone un trauma si se puede o no graduar en una fecha concreta. Yo esta visión cortoplacista se la estoy intentando quitar de forma gradual, esto se resolverá, y no hay que pensar en el corto plazo sino en el largo plazo y, sobre todo, tomárselo con responsabilidad en especial los estudiantes de Medicina comunicando a sus compañeros de otras carreras las medidas de prevención que se han de tomar. Este es mi objetivo más preocupante, que no piensen en el rendimiento académico a corto plazo, sino que les sirva a ellos y a la sociedad para enriquecernos en el futuro”.

En esto mismo han coincidido los otros expertos.

“Hemos creado una sociedad con pies de barro; nosotros lo tenemos muy claro porque lo vivimos en el día a día y porque mi campo es la Epidemiología de determinadas a las enfermedades infecciosas, y te das cuenta de que hay muchos temas que no tenemos solucionados y que son más importantes que la frivolidad, el supuesto consumismo en exceso. Quizás nos sirva para ser más solidarios, para ser más responsables, y para pensar más en lo colectivo que en lo individual que es quizás el principal caballo de batalla”.

Ha visto venir la situación por tu cotidianidad clínica desde hace más de un mes, ¿qué planes de contingencia se tenían que haber llevado ya a cabo contando con la aportación de la clase política?

“No voy a entrar ahora en los planes de contingencia a nivel sanitario, pero evidentemente había que ponerse en un escenario que fuera posible. Nosotros somos muy proactivos sobre todos los que atendemos a pacientes graves o muy graves, y muchas veces tenemos que tomar decisiones sin tener todos los datos ni la confirmación, porque no podemos esperar a tener las llamadas evidencias claras. La realidad diaria nos obliga a tomar decisiones basadas en percepciones y sutilezas, nos podemos equivocar y lo asumimos, pero estamos acostumbrados a trabajar en esos escenarios. El problema de todo esto es que ha estado en manos de personas que están fuera de la realidad, que no trabajan en ese sentido, y en lo que trabajan es simplemente con datos contrastados. Esos profesionales trabajan muy bien en el día a día, pero no en situaciones de emergencia. Ser proactivo o reactivo depende de cómo tú trabajes y de cómo estés acostumbrado a trabajar”.

La realidad diaria nos obliga a tomar decisiones basadas en percepciones y sutilezas, nos podemos equivocar y lo asumimos, pero estamos acostumbrados a trabajar en esos escenarios

Consultando fuentes este periodista y este medio, podemos observar que uno de los problemas a día de hoy es que esto se ha dejado en manos de epidemiólogos, en lugar de darles la competencia a profesionales especialistas clínicos que sí están al pie del cañón. Una laguna en la asistencia médica mundial, salvo casos ejemplares, como ocurre en otros campos, es la falta hoy en día de una mirada y práctica interdisciplinar: los epidemiólogos sólo ven números y los quieren contrastar mucho. Como diría el clásico: “¡o tempora, o mores! Hay discrepancias notorias en las decisiones diarias en la práctica clínica entre epidemiólogos y los especialistas clínicos expertos. ¿Cómo aprendemos a pasar del individualismo profesional tóxico a una práctica académica y clínica inteligente y colectiva?

“Nos falta aprender a trabajar en equipo. Esto no es yo tengo la razón, y hay que asumir el coste de las medidas. Personalmente pienso que ha faltado entre otras cosas llamadas de las autoridades, cuando hemos tenido reuniones del Departamento, lo dije hace tiempo lo que iba a pasar, lo he transmitido. Y no eran conscientes porque no se dedican a esto, yo tengo información privilegiada por mi práctica clínica como otros compañeros en mi misma situación, y una experiencia personal de mi campo de trabajo. Y asumí que se tenían que haber desarrollado alternativas, pero nadie se ha atrevido a adoptarlas, para acelerar por ejemplo las prácticas en los alumnos de 6º, que es un problema importante porque 6º es un curso eminentemente práctico. No tiene sentido que ahora se nos pidan esas medidas fuera de tiempo cuando el curso a nivel de prácticas se cierra en una semana. En esto habría que haberlo pensado en febrero, y haber previsto ese plan de contingencia, probablemente no se habría hallado la solución perfecta, pero sí se habría pensado. Y yo no he visto ninguna reunión ni nadie ha planteado nada al respecto.

Igual ocurre con la formación online, no tiene sentido ahora que se quiera arreglar la cosa subiendo unos Powerpoint y un Aula Virtual Real, porque los que tenemos que hacerlo no tenemos tiempo material para a la vez atender a los pacientes y para preparar esos materiales. La mayoría de los profesionales que estamos a la vez en la docencia y en la clínica hemos de estar desde ya en primera línea”.

La realidad que estamos viviendo en el mundo es tan cruda, lo que no quita que la vayamos a superar, que ahora es necesario compatibilizar medidas paralelas informales o redes paralelas con medidas institucionales. Y esto va desde coger un teléfono para comunicarse con algún alumno en determinados momentos, a la antigua usanza, hasta montar clases online en formato audiovisual tomando las medidas sanitarias necesarias. ¿Cómo analiza la respuesta de los estudiantes desde que se ha desatado la crisis?

“No hemos tenido problemas, les he reunido y les he dicho que no se preocupen en si el examen va a ser en junio o en mayo, que olviden el cortoplacismo, que hemos de trabajar entre todos para resolver esto, que lo haremos, porque esto no lo va a resolver ninguna autoridad. Lo vamos a resolver entre todos, de forma individual y siendo responsables. Y ojo que son estudiantes de Medicina y han de tener cierta ascendencia para convencer a otros compañeros y hacerles ver cómo actuar ante la dinámica actual.

Nuestros estudiantes, como es normal, no tenían una formación en el coronavirus previa. Pero a partir de ahí les voy a tratar de explicar lo que está pasando y porqué está pasando. En Medicina no he detectado ninguna situación de pavor ni de drama. Cuando les saqué el tema y un debate debido a que también teníamos estudiantes Erasmus del norte de Italia, les informé y les avisé lo que podía venir”.

Nuestros estudiantes, como es normal, no tenían una formación en el coronavirus previa. Pero a partir de ahí les voy a tratar de explicar lo que está pasando y porqué está pasando

A día de hoy ¿hay casos detectados de coronavirus entre vuestros estudiantes o profesionales?

“No se sabe, es imposible saberlo porque lo que estamos testando es la punta del iceberg”.

¿Cómo está siendo la comunicación con las autoridades políticas sanitarias de la provincia de Sevilla y de Andalucía?

“Yo estoy en la Unidad Clínica que atiende a la población que por edad puede tener coronavirus -y sonríe con ironía y complicidad-. La comunicación mía es directamente con ellos por nuestro día a día. Hay desafortunadamente mucho descontrol todavía, hay una falta de liderazgo, les ha cogido con el pie cambiado”.

Resulta llamativo porque el actual consejero de Sanidad de Andalucía es médico de atención primaria. Sin embargo, también es real que este Sr. lleva muchos años metido en el mundo de la política y antes fue liberado en los sindicatos médicos, y que lleva muchísimos años alejado de la realidad clínica diaria. Debieran de estar ahora al frente del coronavirus en Andalucía los profesionales que lideraron la crisis de la listeria -como confirman fuentes médicas solventes-. Y lo han asumido los epidemiólogos porque se ha hecho así a nivel nacional, y ahora se están viviendo roces importantes, que para el bien de todos han de superarse y dejarse atrás. ¿Como ciudadano y médico especialista, qué matices encuentra en la cobertura que estamos haciendo los medios de comunicación del Covid 19?

“Creo que ha habido un cierto sensacionalismo y sesgo político en función de la adscripción del periódico o medio, ahora bien también empiezo a detectar una información pública responsable. Primero hay que informar de que esto es un problema de salud pública serio, e informar sin entrar en catastrofismo y en sensacionalismo. Lo segundo, transmitir un mensaje claro y que hemos de resolverlo entre todos, y que ahora todos debemos de poner la carne en el asador, aprendiendo de ello. Y que es una responsabilidad individual –este mensaje hay que arraigarlo–. Y lo que les digo siempre a los alumnos: en esta sociedad sólo se busca la salud y protección individual, y el beneficio individual. Y nosotros en cambio siempre tenemos que trabajar en Salud Pública, y eso implica que todas las medidas se piensan y se adoptan pensando en la mayoría de la población. Y aunque yo no sea un grupo de riesgo y no tengo problema, tengo una responsabilidad individual porque puedo transmitir la enfermedad a personas desprotegidas. Este es un mensaje que tratamos de transmitirles y concienciarles desde el primer día de clase”.

Creo que ha habido un cierto sensacionalismo y sesgo político en función de la adscripción del periódico o medio, ahora bien también empiezo a detectar una información pública responsable

Para concluir, ¿de qué tema de los que nos ocupan quiere hablar que no hayamos comentado ya?

“Han de aprender los estudiantes a tener esa mentalidad colectiva en la Salud Pública porque se está perdiendo, y va unida a nuestra responsabilidad personal que tenemos todos. Los medios han de apelar muchísimo a esto porque ahora mismo es lo que puede salvar la situación. Y que esto no se convierta en un partido de fútbol con polémica para ver quién es más brillante o quién ha metido más la pata. Todos debemos remar en la misma dirección. Soy positivo, esto nos va a poner al límite, y la población ha de aprender porque si no lo hacemos vamos a la catástrofe. Pero en cambio, insisto, si tenemos y aplicamos una visión de futuro: de todo se sale y vamos a salir reforzados”.

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