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Meritxell Blay: “La Lomloe es un fraude con el que pretenden engañar a la sociedad para mejorar los resultados educativos”

Meritxell Blay, docente desde hace 16 años, es la presidenta de la Asociación de Profesorado de Lenguas Clásicas de Cataluña (Aplec).
Diego FranceschMartes, 9 de marzo de 2021
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Pregunta. ¿Qué opina de la enseñanza memorística y por competencias? ¿Realmente son estrategias contrapuestas o es una moda pedagógica?
Respuesta. —A mi entender, las enseñanza memorística no está reñida con la enseñanza competencial, aunque haya quien quiera verlo así. Creo que no son incompatibles ni contrapuestas y que la información se puede trabajar de muchas maneras. No hay un método milagroso ni mágico, ni una receta pedagógica que valga para cualquier profesor y para cualquier tipología de alumnado. Esto es algo que el docente va construyendo año tras año, y cada curso. De acuerdo con las características del alumnado, la forma de explicar un mismo tema o concepto varía según el caso. De hecho cada momento ha tenido sus modas educativas pero las competencias siempre han estado ahí. Si entendemos competencia como el hecho de saber aplicar aquello que se sabe, sin conocimientos previos, no hay competencia que valga. Tiene que haber una parte de memorización para que el estudiante sea capaz de aplicar aquello que ha aprendido, sino estás entrenando mentes vacías, sin sentido crítico.

¿Y cómo valora la pérdida de estudios clásicos en los currículum de ESO y Bachillerato?
—Es un exterminio. No tiene nombre. Por primera vez en la historia de la legislación educativa española, la Lomloe ha borrado el nombre de nuestras materias, el Latín y el Griego. Se nos está sometiendo a una damnatio memoria, pero somos un colectivo fuerte y unido. Muchos de nosotros tenemos un doble trabajo: el de enseñar en las aulas y el de luchar por el mantenimiento de las clásicas en los institutos. Tenemos diferentes asociaciones –como la que yo dirijo Asociación de Professorat de Clàssiques de Catalunya (Aplec)– y nos hemos unido en el colectivo de Escuela con Clásicos, desde donde canalizamos nuestra lucha y nuestros esfuerzos. Sabemos que es una batalla casi perdida, pero no por eso dejaremos de lucharla.

Al margen de esto, ¿que le parece la Lomloe en general? ¿Va a cambiar realmente algo?
—Es un fraude con el que pretenden engañar a la sociedad para mejorar los resultados educativos. Desde la llegada de la democracia llevamos ocho leyes educativas. Una ley más que va a crear más confusión entre el colectivo y más pérdidas de dinero y tiempo. Si realmente quieren arreglar la Educación deberían consultar a los profesores, los profesionales que trabajamos en los centros educativos, porque los políticos no han pisado un aula en su vida. La calidad educativa no se arregla a golpe de decreto, se arregla con inversión y formación. Es simple.

Muchos profesores creen que el curriculum actual es demasiado amplio y disperso, ¿usted también lo cree?
—El currículum no es un dogma. Es orientativo. Nadie, ni el Departament, puede prescribir cómo tiene que dar clase un profesor. No tenemos que entenderlo como un corpus rígido de contenidos que tenga que impartirse inflexiblemente. El profesor, en función de su especialidad, es el que tiene que saber qué contenidos escoger. Si vamos rebajando contenidos, cuando ya estamos en los básicos, ¿qué nos va a quedar?

¿Cómo debería ser el currículum ideal?
—El currículum ideal no existe, de la misma manera que no existe el alumno ideal o el profesor ideal. Pero la idea debe estar ahí, como una meta. En todo caso la meta debe ser alta, debe ser la medida de todo lo que queríamos aprender.

"Las competencias que nos marca la legislación educativa son básicas, es decir mínimas y muchos alumnos pasan de curso sin su logro"

¿Qué le parecen las nuevas metodologías de enseñanza? ¿Son realmente eficaces o pasarán? ¿Cree que incluso pueden ser perjudiciales?
—Yo siempre estoy abierta a probar nuevas metodologías. Me he formado en blogs, cuadernos virtuales, Educación emocional, pedagogía sistémica, métodos inductivos y métodos tradicionales, trabajos por proyectos, jornadas, formaciones… Tengo todos los perfiles que piden desde el Departament de Educación. De todas las modas metodológicas he aprendido algo nuevo que he incorporado en mi mochila competencial. Creo que todos los métodos te pueden ayudar a impartir mejor tus materias, porque no hay ningún alumno igual, pero el contenido, la esencia de lo que enseñas estará siempre allá y será siempre la misma.El profesor es y será esencial utilice el método que utilice.

¿Qué pasa con la selectividad, que llevamos años pensando que no selecciona y, sin embargo, seguimos sin cambiarla?
—La selectividad es un criterio de ordenación para entrar en la universidad. Podría haber otro criterio. De hecho se está trabajando para establecer otro modo de entrar en la universidad. El problema es que hay una mala acción tutorial, no podemos enfocar nuestro actual Bachillerato solo hacia las pruebas PAU. Nueve y medio de cada diez alumnos aprueban, ¿dónde está el problema, pues? ¿Por qué obligamos a nuestras alumnos a examinarse de todas las fases si la mitad no tienen dificultades para entrar en la carrera que quiere? Por qué los angustiamos con las ponderaciones si a la mayoría no les va a hacer falta la milésima? Los tratamos a todos por igual y cada estudiante es diferente y debería de escoger su propio camino, esto sí que sería competencial.

¿Qué papel debe jugar la tecnología en la enseñanza?
—La tecnología es fundamental en las enseñanza. Y se ha demostrado además con la pandemia, que nos ha dado a todos una gran lección de digitalización forzada. Algunos profesores hacía años que nos estábamos formando en las Tecnologías de la Información y la Comunicación y estábamos preparados. Otros, no. El sistema tampoco lo estaba, como se ha visto también, aunque en el curso 2010-11 se puso en marcha en Cataluña el proyecto 1×1, que como muchos planes del Departament, se han dejado a medias. Esperemos que ahora no haya marcha atrás. Tanto que les gustan las competencias, la digital, también lo es, que no se les olvide.

Usted se define como una “profesora de saberes inútiles”, siguiendo a Nuccio Ordine. ¿Se trata de una ‘boutade’ o realmente lo cree? ¿No son ahora mismo más útiles que nunca esos supuestos saberes inútiles (las Humanidades)?
—En cierta manera trato de llamar la atención con este oxímoron. Sé perfectamente que mis saberes no tienen nada de inútil, pero llegó un día que me cansé de dar explicaciones, de dar motivos de peso sobre su utilidad. Y esto coincidió con la presentación del libro de Nuccio Ordine en Barcelona. Hice mía su filosofía. Empecé a escribir un blog https://lesinutilitats.wordpress.com/ y a intentar hacer divulgación de nuestras especialidades. Los cómplices me entienden a la primera y son capaces de captar la utilidad de lo inútil sin preguntar “esto para qué sirve?”. De hecho, nunca se les hubiera pasado por la cabeza hacer este tipo de pregunta.

¿Qué es para usted la sana competencia de los estudiantes, compleja y no básica?
—Las competencias que nos marca la legislación educativa son básicas, es decir mínimas. Hay unas capacidades mínimas que todo alumno debe conocer cuando termine la Secundaria Obligatoria. El problema es que si son básicas, todos los alumnos deberían llegar al máximo de este mínimo. Y esto no es así. Muchos alumnos pasan de curso sin su logro. Y, ¿qué pasa con aquellos alumnos más competentes que quieren aprender más de lo mínimo? No se les atiende. No existe una gradación al alza. Para mi tendría que haber unas competencias también complejas, que permitieran a los alumnos aprender más, si quieren, de lo mínimo exigido. Deja que termine este entrevista con una cita de la Utilidad de lo inútil de Ordine: “Todo tiene un precio. Pero no el conocimiento. Ni tan solo un cheque en blanco nos permitirá adquirir mecánicamente lo que solo puede ser fruto de un esfuerzo individual y de una inagotable pasión».

“Por primera vez en la historia, la ley ha borrado el nombre de nuestras materias, el Latín y el Griego”

Currículum Vitae

  • 2002: Universidad de Barcelona. Licenciada en Filología Clásica. Universidad Rovira y Virgili (TGNA). Doctorada en Estudios Hispánicos y Románicos.
  • URV. Título de Suficiencia Investigadora (DEA).
  • UOC. Postgrado en Patrimonio Arqueológico y Recursos Culturales.
  • Docencia. Funcionaria del Departament d’Educació de la Generalitat de Cataluña.
  • Lenguas clásicas: Preside la Asociación de Profesorado de Lenguas Clásicas de Cataluña (Aplec). Colaboradora e investigadora adscrita al Instituto de Arqueología Clásica de Cataluña (ICAC). Escribe en la sección Forum del diario Tarragona Digital https://tarragonadigital.com/autors/meritxell-blay
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Comentarios

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