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Padres, el espejo en el que mirarse

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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El hecho de que los hijos se “rebelen” y no cumplan con lo que dicen sus padres, o que se muestren ariscos y reticentes ante ellos o el resto de la familia, no es algo anormal

De hecho, este tema ha hecho que se produzca un programa en televisión: Super Nanny, que se dedica a ir in situ a las casas de las familias con problemas, y luego les dice los aspectos en los que creen que deberían mejorar.

Mucha gente piensa que los tiempos han cambiado, y que el hecho de que los padres trabajen, es un motivo por el que los niños están desatendidos.

Pero nada más lejos de la realidad, ya que este problema está presente en todo tipo de familias, y hay que saber que no prima la cantidad del tiempo, si no la calidad. Y si sabemos que el crecimiento de los hijos se basa en tres pilares fundamentales, todo será más fácil, pero debemos tener en cuenta que no hay que separarlos, porque entonces se caerá el castillo de naipes por su propio peso.

“Los tres grandes pilares son el amor, la seguridad y los límites. Un amor demostrado; la seguridad que le aporta la relación y confianza que ve entre sus padres y que tienen los padres con él, y unos límites o normas que le ayudan a discernir entre el bien y el mal. Cuando alguno de estos aspectos no funciona, la convivencia familiar se resiente y en especial con los hijos”, afirma Daniel Juan Santigosa, asesor familiar.

LOS PADRES MODELO

Los padres son la representación del mundo adulto para los más pequeños. Por eso, en gran medida, depende de qué cosas les muestren, verán el mundo de una forma o de otra. Y lo mismo pasa con las relaciones sociales porque, ¿dónde empiezan? en casa y, ¿en base a qué se establecen? a lo que ven en sus padres.

Si los padres alzan la voz, los niños lo harán; si dicen en el trabajo que están enfermos y se quedan en casa, ellos no querrán ir al colegio, si entre ellos no se respetan, los niños tampoco lo harán, y si en la hora de la comida, no esperan a que estén todos, comerán sin pensar en si falta alguien o no.

Si empiezas a observar actitudes inapropiadas, como negarse a hacer lo que se le manda, o no cumplir con sus “pequeñas” obligaciones, debes mirarte en el espejo.

“Las frases que digo en casa son las que luego dicen los niños. De hecho, yo siempre hablo al más pequeño, y le digo, ¿cómo está el chiquitín? Y el resto sus hermanos me imitan. Sobre todo, las frases hechas que, en mi opinión, son muy importantes porque son las que ellos repetirán. Tienen que ser directas, pero no agresivas. Cuando les señalo algo en lo que me tengo que poner un poco más recta, les digo: ‘No hagas eso, y lo digo en serio’, y ellos lo copian”, afirma Carmen García, empresaria y madre de familia numerosa.

SABER ADECUARTE

Además de saber que tus hijos miran el mundo a través de tus ojos, debes saber adecuarte a sus exigencias.

“Las necesidades de los hijos van cambiando a medida que van creciendo. Lo que necesita un niño de 4 años no es lo mismo que necesita uno de 14. Pero también, es importante diferenciar entre lo que los hijos dicen y piensan. Para muchos, ese ‘bueno’ o ‘malo’ se relaciona con el ‘me dejan hacer’ o ‘no me dejan hacer’. Los padres que siguen un estilo educativo basado en los tres pilares mencionados, conseguirán que sus hijos les consideren unos buenos padres”, resalta Daniel Juan.

“Hay que saber qué necesitan los niños en cada momento. Mi hijo de ocho años está un poco ‘rebelde’, ya que nunca quiere hacer los deberes. Pero, poco a poco, lo estamos consiguiendo. Él me ve trabajar todos los días en una habitación aparte, y sabe que ese cuarto y esa mesa es de trabajo. Por eso, lo que hemos hecho es comprarle su propia mesa, para que se sienta mayor y así asuma su responsabilidad que, en este caso, es hacer los deberes. En estos temas el tutor que tiene en el colegio siempre nos ofrece su ayuda”, nos cuenta Carmen.

Y es que la ayuda que nos puede ofrecer un tutor o un asesor familiar es muy importante, y no sólo como una medida posterior a un problema, si no como una medida preventiva. Daniel Juan nos lo explica: “El asesor familiar es aquella persona (orientador familiar, tutor, profesor encargado de curso) que orienta en el desarrollo integral de la familia. En ocasiones nos aconsejará sobre mejores formas de trato con nuestra pareja y en otras en relación con los hijos. Nos equivocamos cuando pensamos en la necesidad de asistir al asesor familiar sólo cuando existe un problema. Este profesional puede aconsejar a los padres unas técnicas de motivación para con los hijos o puede afianzar más los lazos existentes entre el matrimonio”.

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