Revisar la salud visual al inicio de curso es esencial para detectar y frenar la miopía

El 30% del fracaso escolar está relacionado con alteraciones de la visión no diagnosticadas, tal y como indica el Consejo General de Ópticos-Optometristas y ratifican los profesionales del Grupo Federópticos. Por eso, el inicio del curso escolar es un momento ideal para revisar la salud visual de los estudiantes. Las revisiones visuales permiten detectar problemas como la miopía, cada vez más habitual en niños y adolescentes, y poder tratarlos.

La miopía es un error de refracción que desarrolla el ojo y que le dificulta una correcta visión de lejos. Aunque la miopía tiene un componente genético, el estilo de vida actual de niños y adolescentes está contribuyendo a su rápido desarrollo. Son muchos los estudios que ponen en evidencia que el uso excesivo de los dispositivos digitales, unido a unos hábitos sedentarios y la realización de pocas actividades al aire libre, están provocando un notable incremento de miopía en niños y jóvenes de todo el mundo. De hecho, la OMS (Organización Mundial de la Salud), considera la expansión de la miopía como una verdadera pandemia.

La miopía supone un peligro real para la salud visual de la persona. De hecho, su aumento puede ser exponencial si no se le dedica la atención necesaria. Prevenir la aparición y el desarrollo de la miopía en los niños y adolescentes es fundamental ya que, por cada dioptría de miopía que aparezca se incrementa el riesgo de sufrir patologías oculares severas en la etapa adulta como glaucoma, cataratas, desprendimiento de retina o maculopatía miópica.

Por otra parte, la miopía afecta a los pequeños en su día a día dificultándoles un seguimiento correcto de las clases, impidiéndoles disfrutar de las actividades deportivas o conseguir buenos resultados. Esta situación puede provocar inseguridad y pérdida de confianza que sin duda, afectan a su bienestar emocional.

Hoy en día la miopía se puede detectar de manera precoz y frenar su avance. Una vez se detecta el error refractivo (motivado por un alargamiento inusual del globo ocular) existen diferentes soluciones para frenar su avance:

• La ortoqueratología u Orto-k es una técnica en la que se utilizan lentes de contacto correctoras con un diseño especial que moldean la córnea durante el sueño para que el ojo pueda disponer de visión nítida durante el día sin necesidad de utilizar gafas ni lentes de contacto. Esta técnica es 100% segura y reversible y está ampliamente extendida desde hace años.
• Otra solución para evitar el avance de la miopía pasa por el uso de lentes oftálmicas de desenfoque periférico. Éstas han demostrado su eficacia al detener el aumento de la miopía durante la infancia y la adolescencia. Son muy cómodas ya que se fabrican a medida de la ergonomía visual de cada usuario. Se trata de un tratamiento no invasivo y totalmente seguro.
• Por su parte, las lentillas de desenfoque miópico también permiten frenar la progresión de la miopía. Son fáciles de manejar por parte de los niños y les aportan una mayor libertad para realizar todo tipo de actividades.

Prevenir la aparición de la miopía y evitar su avance pasa por la realización de actividades al aire libre durante todo el año y por mantener una alimentación en la que no falte la vitamina D y en la que se evite el consumo de alimentos que contengan grasas saturadas y colesterol.

También es importante mantener una distancia de 35-40 cm entre los ojos y la pantalla o el papel y hacer descansos periódicos para mirar hacia lo lejos. Además, es conveniente disponer de un espacio bien iluminado, a ser posible, con luz natural.

El Grupo Federópticos, con el fin de ayudar a las familias a hacer frente a la miopía de sus hijos, ofrece en su página web amplia información sobre cómo frenar el avance de la miopía en niños y adolescentes, consejos profesionales, tratamiento de la miopía y testimonios reales de niños y adolescentes que, de la mano de los profesionales de diferentes centros de salud visual de Federópticos, han conseguido frenar el desarrollo de su miopía gracias al uso de lentes de contacto Orto-k, lentes oftálmicas de desenfoque periférico o lentillas de desenfoque miópico.