Andrea Vilallonga: "Antes de dar una opinión, piensa tres cosas: intención, delicadeza y contexto"

Andrea Vilallonga, en un nuevo episodio de 'Cómo está el patio', presenta su nuevo libro 'Ni puto caso' para hablar sobre el impacto del arte de saber comunicar, autoestima y su experiencia como profesora del programa televisivo, Operación Triunfo.
Alba UcedaMartes, 25 de noviembre de 2025
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La comunicación supone un gran poder. La capacidad de que alguien nos preste atención o le convenzamos sobre algo requiere un amplio desarrollo de nuestras destrezas lingüísticas. Especialmente para aquellos profesionales que su trabajo se basa en la interacción con el público, un manual que impulse su soltura comunicativa es fundamental.

Precisamente Andrea Vilallonga, experta en comunicación e impacto positivo, es la primera que emplearía un manual sobre esta temática. Vilallonga ejerce como formadora y ponente y ha sido profesora de Imagen y Comunicación en las últimas ediciones de uno de los programas más reconocidos de la televisión española: Operación Triunfo.

Por ello, como su propia experiencia le avala, Andrea también ha aprovechado para irrumpir en el ámbito literario con tres libros: MírateEnamórate y su última publicación, Ni puto caso, dividida en dos partes; por un lado, para que el público te haga más caso al comunicarte; por otro lado, para aprender a ignorar aquello que no nos aporte.

En este nuevo episodio del videopodcast Cómo está el patio, la formadora presenta su nuevo libro para hablar sobre el impacto del arte de saber comunicar, autoestima y su experiencia como profesora del programa televisivo Operación Triunfo.

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Yo me dedico a esto y sigo poniéndome nerviosa. La diferencia es que aprendes a sentirte cómoda en ese entorno

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Aprender a comunicar

En varios casos, el arte de saber comunicar es una habilidad innata: «creo que hay personas que nacen con carisma natural, que llenan el espacio», reconoce Andrea Vilallonga. Sin embargo, la experta en comunicación asegura que «todo se puede trabajar», pues saber comunicar supone que haya «actitud, técnica, práctica y autoconocimiento».

Asimismo, cada persona posee su propio registro a la hora de expresar las ideas. Aunque algunos ponentes emplean expresiones más informales, no significa que el discurso pierda credibilidad o poder. Andrea manifiesta que «hay lugares donde puedes ser más informal y otros donde debes ser más formal. Pero irse a la formalidad absoluta creyendo que eso es lo creíble es un error«.

Opiniones ajenas: ¿hasta qué punto debemos tenerlas en cuenta?

A pesar de que algunas personas han nacido para destacar, realmente también existen otras que prefieren pasar desapercibidas. «No tiene sentido obligar a todos a salir de su zona de confort o a ser más visibles. Hay gente tranquila, introvertida, sin ambiciones sociales o profesionales, y eso está bien», manifiesta la entrevistada.

Sin embargo, el conflicto interno surge cuando el emisor transmite lo contrario de lo que desea transmitir a los interlocutores. Algo similar le sucedió a una concursante de Operación Triunfo 2025, Judith, pues el análisis de Andrea sobre su personalidad en una de sus clases no se alineaba con lo que la concursante quería trasladar al resto: «Ella quizá no es realmente introvertida, pero tiene una tranquilidad y un ritmo que hacen parecerlo».

Como conclusión, Vilallonga deja un mensaje motivador hacia nuestra autoestima: «siempre habrá gente que te diga algo desagradable. Pero hay que aprender a diferenciar entre la crítica constructiva y el comentario que no aporta nada«. En su último libro, la autora propone la elaboración de un listado únicamente con las 10 personas cuya opinión «nos importe» de verdad.

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Las experiencias malas son como el velcro, las buenas como el teflón

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La gestión personal de las ‘malas noticias’

¿Por qué nuestro cerebro solo retiene las experiencias negativas? Andrea ha llevado esta hipótesis a la práctica: «hace un tiempo intenté hacer un noticiario de noticias positivas en Twitch. Fue un fracaso total. Las cadenas me decían que no vende, porque la gente ve una noticia mala y piensa “menos mal que no me pasó a mí”, pero ve una buena y piensa “por qué no me pasa a mí”».

Andrea Vilallonga considera que el cerebro, como cualquier músculo, hay que entrenarlo, por lo que propone un ejercicio para tratar de retener lo positivo: «cuando llegues a casa, no solo cuentes lo malo de tu día, cuenta también lo bueno«.

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No hay crecimiento sin tropiezos. Por eso digo que salir de la zona de confort solo tiene sentido si estás demasiado cómoda, no por miedo a fallar

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Proyectos futuros

Actualmente Andrea Vilallonga se dedica a dar formaciones en empresas, y además de ser ponente presencial, ahora mismo está preparando una escuela online para que cualquier persona (no solo miembros de corporaciones) pueda acceder a ejercicios, feedback y formación sobre Imagen y Comunicación.

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