La Facultad de Medicina de la USC pide revisar el acuerdo para descentralizar la docencia
La cúpula de la Facultad demanda una serie de cambios, a su juicio necesarios, antes de que el acuerdo «pueda ser apoyado» por la junta del centro educativo en tanto que no consideran apropiada la actual «redacción y formulación». Rechazan que el texto incluya fórmulas que permitan avanzar en «futuras solicitudes» para impulsar nuevas facultades en el sistema universitario gallego dado que, remarcan, «Galicia no necesita más facultades, sino reforzar la estructura que ya funciona». Entre otras cuestiones, consideran que el calendario de aplicación que se propone para la descentralización «no es factible» y, además, insisten en que para poder llegar a un acuerdo debe eliminarse el planteamiento de nuevas propuestas de descentralización antes del 2029.
Para evitar duplicidades, dado que un plan de estudios está en «extinción», proponen que la descentralización de la docencia expositiva de cuarto curso tenga lugar 2029-2030 y la correspondiente a quinta curso sea en 2030-31. Además, entienden que no se puede proponer la descentralización «forzada» de ningún estudiante que no lo solicite de forma explícita y entienden que se debe incluir representación estudiantil en la comisión de seguimiento que se creará para evaluar el cumplimiento este acuerdo.
Aunque desde la junta de Medicina se muestran partidarios de «negociar» mejoras de cara a una descentralización hacia las otras dos universidades gallegas, subrayan que dicho trabajo ha de realizarse «siempre bajo la organización académica actual» de la facultad de Medicina, que inició la enseñanza en esta disciplina en el año 1648.
Desde el centro educativo, ponen el foco en la «excepcionalidad» del modelo que propone la redacción del acuerdo, ya que hace referencia a cuestiones inéditas en grados que ya ofrecen formación compartida entre las universidades gallegas. En este sentido, se refieren a la cláusula que establece que el 50% del profesorado de las unidades docentes de Vigo y A Coruña corresponda a profesorado de estas universidades, dado que creen que pone en peligro la «coherencia académica y el control de calidad». Según la Facultad compostelana, estas propuestas pueden crear «un precedente grave que erosione la cohesión y la planificación del sistema universitario gallego» al poner sobre la mesa cuestiones negociadas «al margen de criterios académicos y científicos».
También se ha pronunciado al respecto este lunes la catedrática de Matemáticas y candidata a rectora de la Universidad de Santiago, Rosa Crujeiras, que muestra su «profunda preocupación» por un acuerdo que a su entender «adolece de un análisis riguroso de las implicaciones académicas y debilita a la USC, ya que carga sobre ella la reorganización docente sin ofrecer garantías ni contrapartidas». Crujeiras lamenta que el debate «ignore» el interés del estudiantado, «amenazando la calidad» de la formación médica «consolidada en la USC, y rechaza «las acusaciones de egoísmo» contra la universidad y sus profesionales. «Destruir un modelo apelando a presuntos agravios y carencias locales, y pretender remediar la escasez de recursos sistémicos a base de fragmentación y de promesas de eficiencia basadas en las supuestas ventajas de la gestión autónoma, es un paso decidido para debilitar la enseñanza de la Medicina en Galicia y minar la competitividad de la red científica que tantos años llevó crear», sostiene la catedrática.