Un método en adultos con altas capacidades
Vivimos en una época en la que hay cientos de libros publicados cuyos autores afirman haber creado un método basado en sus experiencias y que, si lo sigues de manera rigurosa, obtendrás los mismos resultados que ellos. Estos métodos pueden variar según el interés, desde aprender un idioma en un tiempo récord, invertir en bolsa o sacar el máximo rendimiento en unas oposiciones. Es cierto que este tipo de métodos no son exclusivos del siglo XXI, ya que en el siglo XX también hubo numerosas publicaciones de este tipo; sin embargo, ahora, con la expansión de las redes sociales, llegan a un público más amplio de lo que lo hacían en su momento. De todas las personas que conozco y que consumen este tipo de lecturas, no he visto que ni una sola haya logrado sus objetivos basándose en las indicaciones de ese método en el libro adquirido. A todos los adultos con altas capacidades que he conocido también les he preguntado si en algún momento han utilizado este tipo de formatos o si los están utilizando ahora, y la respuesta ha sido negativa.
Es un hecho que, si estos libros con sus respectivos métodos venden millones de ejemplares, es porque habrán dado resultados entre algunos de sus lectores y seguidores; de lo contrario, se me hace difícil entender el fenómeno de su popularidad, que tiene una base poblacional muy alta. No puedo afirmar que todos los métodos que se presentan no funcionen o que carezcan de validez científica, ya que son tantos los propuestos que sería una labor ardua y soporífera realizar la investigación pertinente. Como mencionaba antes sobre si algún adulto con altas capacidades había utilizado algún método en algún momento de su trayectoria profesional, creo que, aunque algunos de esos métodos tengan bases científicas y estén consolidados por organismos que validan a sus autores mediante diferentes pruebas de pares, en sujetos con altas capacidades no serían aplicables por una razón muy sencilla: existen unas pautas que hay que seguir con el mencionado método, y eso tiene, de alguna manera, las mismas directrices que el sistema educativo que no les consolidó académicamente en más casos de los que se hubiese deseado.
Por poner un ejemplo, yo creé un nuevo género periodístico con base científica, pero a pesar de que pasó por todos los estamentos de un tribunal, lo que a mí me puede funcionar no necesariamente lo hace en los demás. Por ello, no ejerzo una crítica sobre los métodos en general, pero entiendo que hay que evaluarlos más como parte de un proyecto de aprendizaje que te sirva para seguir formándote que como un soporte que resuelva todos los pasos a corto plazo y sin el esfuerzo requerido.

