Cambios curriculares en la ESO y en el Bachillerato de Cataluña
Todos estos problemas de cambios curriculares se originaron cuando ya en los años noventa, el Departamento de Educación de Cataluña decidió hacer unos currículos muy diferentes a los establecidos en los Reales Decretos de currículos del Ministerio de educación, aunque en la teoría eran de obligado cumplimiento. Debido a ello, en Cataluña aparecieron asignaturas distintas a las del resto de España y muchos de los temas que se tenían que impartir en una determinada asignatura, en Cataluña se incluían en otra. De esta manera ningún libro de texto de los que se utilizaban en el resto de España, que evidentemente estaban escritos en castellano, se podía utilizar en Cataluña.
El problema que surgió en algunas materias es que como resulta muy difícil cambiar el orden lógico de los temas sin que pase nada, en algunos casos faltan las bases necesarias para entenderlos porque éstas se han trasladado al curso siguiente. Pero esto les pareció menos importante que asegurar que todos los libros de texto que se utilizarán en Cataluña estuvieran en catalán. Todavía más grave es que con esta decisión se educó al profesorado, incluidos los funcionarios del Estado, y a la sociedad en general a que se puede incumplir las leyes sin que pase nada.
En la actualidad el gobierno de la Generalidad de Cataluña lo ostenta el PSC y la consejera de Educación, la señora Esther Niubó, ha decidido que en Cataluña también se han de cumplir los reales decretos curriculares derivados de la LOMLOE, que son el Real Decreto 217/2022, de 29 de marzo, sobre la ESO y el Real Decreto 243/2022, de 5 de abril para el Bachillerato. No se sabe si lo quiere hacer por decisión propia o porque se lo ha pedido el presidente Salvador Illa o porque se lo ha requerido el Ministerio de Educación, bajo el peligro de no reconocer los títulos de bachiller que expide su Consejería de Educación.
Esto ha generado muchos problemas porque el profesorado ya está acostumbrado a los currículos catalanes, porque algunos cambios implican reducción de horas de clase para los profesores que imparten estas materias y porque uno de los cambios anunciados por el Departamento sí se ha retirado porque para el PSC eran políticamente imprudentes, ya que permitían la crítica fácil de los partidos secesionistas. Se trata de la decisión de que las materias “Literatura Catalana” y “Literatura castellana”, dos materias que no existen en el Real Decreto 243/2022, dejaran de ser materias de modalidad en segundo de Bachillerato, para pasar a ser materias optativas de primero de Bachillerato, con lo que desaparecerían de la selectividad. Evidentemente las protestas de los partidos secesionistas fueron en defensa de la literatura catalana más que de la literatura castellana. El resultado ha sido que estas dos materias continuarán siendo materias de modalidad sin que por ello peligre la homologación del título de Bachillerato emitido por el Departamento de Educación, gracias a un acuerdo específico con el Ministerio de educación.
La excepcionalidad anterior no se hizo por las protestas del profesorado, porque mucho más han protestado los profesores de ciencias para mantener que en primero de Bachillerato cada ciencia sea una asignatura diferente, es decir hayan las siguiente cuatro asignaturas: “Biología”, “Geología y Ciencias Ambientales”, “Física” y “Química”, a tres horas semanales cada una, y, de momento, no lo han conseguido. La realidad es que el Departamento ha establecido una sola materia de “Biología y Geología y Ciencias Ambientales” y una sola materia de “Física y Química”, como existen en el resto de España. Ahora están elaborando sus contenidos.
Muchas instituciones catalanas, como son algunas universidades, algunos colegios profesionales, determinadas asociaciones científicas, ciertos sindicatos, etc., han pedido a la Consejería que no cumpla la aplicación del Real Decreto 243/2022 en este tema. En nuestra opinión las leyes se deben cumplir, por muchas razones que se tengan para incumplirlas, y las entidades oficiales deberían dar ejemplo de ello, porque no hacerlo pone en peligro todo nuestro sistema democrático.
Cabe decir que el colectivo de profesores que defienden mantener separadas las cuatro materias de ciencias, el denominado “Ciencias en peligro”, sí ha conseguido que las dos nuevas asignaturas (“Biología y Geología y Ciencias ambientales” y “Física y Química”), a las que sólo se les había concedido 3 horas semanales a cada una, ahora tendrán 4 horas semanales cada una. Por lo que la pérdida de horas para el profesorado de ciencias será de 12h (4×3=12) semanales a solo 8h (2×4=8h) semanales. Para intentar compensar esta pérdida el Departamento aprobará unas materias optativas, pero esto no soluciona el problema, ya que si hay alumnos que no las escogen no se puede poner en ellas contenidos imprescindibles. Se dará la paradoja de que no hay tiempo para enseñar lo imprescindible y sí lo hay para enseñar lo prescindible.
El colectivo “Ciencias en peligro” ha conseguido también que un grupo parlamentario registre una Proposición No de Ley (PNL) pidiendo que no se reduzcan las horas de las materias científicas en el primer curso de Bachillerato en Cataluña, mediante el mantenimiento de las cuatro materias de ciencias separadas. Estaba previsto que se debatiera este mes de diciembre pero no ha sido posible. El profesorado está esperando que el Departamento publique los nuevos currículos de estas dos asignaturas y que lo haga pronto, para poder preparar con tiempo los temas a impartir a partir de septiembre de 2026.
Conviene comentar que en muchos centros, lo que realmente se explica en las clases es únicamente los temas que entran en la selectividad (PAU), que son los que determina el coordinador de turno de las PAU en cada asignatura y que como solo pueden entrar los temas del segundo curso de Bachillerato y no los del primer curso, bastantes profesores no explican muchos temas de primero de bachillerato para poder dedicar más tiempo del primer curso a explicar temas del segundo curso, pese al perjuicio que ello implica en la formación del alumnado. Es evidente que para evitar esta situación, en las PAU deberían entrar tanto los temas de 1º como los temas de 2º de Bachillerato y que se debería hacer la misma prueba de selectividad en todas las comunidades autónomas ya que todos los alumnos pueden acceder a todas las universidades españolas. Con esta medida sí se solucionarían todas las desviaciones curriculares que ahora sufrimos.
Respecto a otros temas se ha tenido que llegar a interponer un contencioso-administrativo contra el Departamento de Educación de Cataluña y ganarlo, para conseguir que los alumnos catalanes de Bachillerato tengan los mismos derechos que tienen el resto de alumnos de España. Así, el pasado mes de febrero, el TSJC, mediante su sentencia 253/2025 de 29 de enero, anuló determinados artículos del Decreto 171/2022 sobre la ordenación del Bachillerato. Concretamente anuló la parte del artículo 35.5 relativa a la enseñanza y evaluación de varias materias agrupadas en ámbitos que el Departamento de Educación quería establecer, ya que la ley exige que las materias se evalúen de forma diferenciada. También anuló que el trabajo de investigación cuente el 10% de la nota final de bachillerato, sino que estableció que tenga el mismo peso que una asignatura y, finalmente, dictaminó que los centros docentes están obligados a ofrecer la segunda lengua extranjera como materia optativa en ambos cursos del bachillerato y no sólo en el primero.
Después vino la sentencia sobre el 4º de ESO, el pasado mes de septiembre, en la que el TSJC, mediante la sentencia 2919/2025, dio la razón al sindicato ASPEPC-SPS en tres aspectos del Decreto 175/2022 sobre la ordenación del Currículum de la ESO. Por un lado anuló la posibilidad de organizar en ámbitos las materias del 4º curso de ESO, por otro anuló la posibilidad de impartir una única materia de Matemáticas para todos, es decir restableció la existencia de dos opciones de Matemáticas: una asignatura llamada “Matemáticas A”, más práctica y básica, y una asignatura denominada “Matemáticas B”, más académica y exigente. Finalmente la sentencia puso limitaciones a que en base a la llamada autonomía de los centros, éstos pudieran reducir su oferta de materias optativas por motivos de organización o por la alta complejidad de su alumnado, dado que éste tiene el derecho, vaya al centro que vaya, de tener las mismas oportunidades de preparación.
Todas estas sentencias son firmes y de obligado cumplimiento, por lo que esperamos que se apliquen el curso 2026/2027. Si no es así habrá que requerir su ejecución a los Tribunales.
Antonio Jimeno, sindicat AMES
