El segundo test de inteligencia en las altas capacidades
Existe una tónica generalizada en las personas con altas capacidades en la que ciertos sujetos, ya sea por desconocimiento, envidia, o, por qué no decirlo, cierto tipo de malicia, deciden poner a prueba de manera sistemática que alguien que tiene esta condición debe demostrar, en cada una de las acciones que realice en su cotidianidad, que posee altas capacidades. Para ellos, no es suficiente que una serie de profesionales acreditados haya realizado su labor y que verifiquen, mediante una serie de pruebas, que, en términos científicos y con las herramientas actuales, esa persona efectivamente tiene altas capacidades. La cuestión es impartir, desde sus criterios anticientíficos, la formación de un tribunal con un jurado popular en el que decidan si cada una de las cuestiones planteadas a la persona con altas capacidades supera la prueba establecida.
Una de las preguntas más burdas a las que se enfrentan los individuos con altas capacidades es por qué, si son tan “inteligentes”, no tienen en su cuenta corriente millones de euros. También es un clásico que les hagan preguntas sobre una fórmula matemática que deben resolver en el instante, o que les realicen una pregunta de un tema muy concreto para ver si son capaces de responder. Es fundamental que todas estas cuestiones que acontecen en sujetos con altas capacidades, y que no tienen nada que ver con lo que estos jueces interpretan de manera errónea, se pongan a un límite, ya que esto pasa al ámbito de lo personal.
Hay que comunicar a las personas que realizan este tipo de actos que, aparte de que no construyen nada productivo, es imprescindible hacer una función de enseñanza a quienes estén dispuestos a escuchar, para que entiendan que, aparte de ser ofensivo, las altas capacidades no son parte de un test improvisado para que ellos vean cumplidas sus expectativas. En este tema soy bastante contundente; las veces que me ha sucedido, soy de los que les hago ver que el horizonte de su pregunta es un acto que no voy a continuar bajo un patrón equivocado

